Un matrimonio abusivo, dos enamoradas y un largo camino para sanar. Ésta es probablemente la historia con más drama, pero a veces el drama es necesario para hacer la vida un poquito más interesante.
Esa noche fué dura...demasiado dura, apenas si pudimos dormir un poco, pero al menos puedo decir que nuestros amigos no se alejaron ni por un segundo. Incluso Archer, el hermano de Addie, viajó hacia aquí, llegó en la madrugada y vino corriendo al hospital.
Ahora estoy con él y con Cristina bebiendo un poco de café, intentando recuperar aunque sea algo de vitalidad. Cuando regresé a la habitación, me encontré con una escena muy bonita, que a pesar de todos los males, me hizo sonreír.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- La tia Lexie te va a cuidar de tooooodo lo malo de éste mundo, mi linda bebé - dijo mi hermanita, mientras mecía a Rosie con cariño y delicadeza.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Yo no prometo nada, sólo que te haré reír y te enseñaré muchas cosas sobre las mujeres- dijo Alex, haciéndole caritas tiernas a Fran y conversando con él.
- Claro que no, mi bebé no sabrá nada sobre mujeres hasta los...40 tal vez - bromeó Addie, regresando del baño.
- Hola, hermosa ¿Cómo te sientes?- pregunté, abrazando su cintura y regalándole unos dulces besos lentos que disfruto siempre.
- Adolorida, lastimada y cansada...pero los tengo a ellos y te tengo a tí, eso...hace que todo cobre sentido - dijo, abrazándome y perdiéndose en mis brazos.
- Le conté a Addison sobre la traición de los franceses...tenía que decírselo, no me parecía justo ocultar algo así - dijo Lex, esperando a que estuviera molesta con ella por hacer eso.
Admito que yo también estuve metiendo mis manos en el asunto de la clínica, hablé con nuestros amigos en Seattle y presenté una nueva visión del proyecto de Addie para que consideraran apoyarla y hacer una nueva clínica en la ciudad, sería algo menos masivo, pero sólo con personas buenas y de confianza.
- Al diablo con todo, quiero volver a casa, nuestro hogar está en Seattle, ya me harté de trabajar y de luchar una y otra vez sin que a nadie le importe...tengo 25 millones de dólares en mi cuenta bancaria...sólo en billetes, con mis propiedades ni siquiera puedo imaginar a cuánto se eleva esa cuenta, no necesito dinero extranjero para financiar ésto, puedo hacerlo yo sola - dijo, firme y segura.
