Doble Oportunidad

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Narra Addison

Luego de un poco más de una hora de encierro, pude ver a Amy caminar lentamente hacia mi celda con mis bebés en brazos y un gesto de decepción en su rostro.

- Pagué tu fianza, incendiaria ¿Cómo se te ocurrió incendiar un remolque sin sacar el tubo de gas de la cocina? ¿Acaso quieres que me dé un infarto, mujer? - exclamó, mientras el guardia abría la puerta.

- Me dejé llevar...un poquito - dije, con mi mirada hacia abajo.

- Mer tiene tres puntadas en la frente por un escombro que le saltó a la cara ¿Y si les pasaba a los bebés? - me estaba regañando como una mamá enojada, pero no puedo quejarme, tiene toda la razón.

- ¿Mer está bien? - pregunté tímidamente, alzando a Frank y dándole besitos en las mejillas.

- Lo está, pagué por ella también, está afuera hablando por teléfono con Cristina - dijo, dándole las gracias al oficial para poder retirarnos de ese lugar.

Por suerte, no me registraron como incendiaria o como una criminal, les expliqué la situación, los papeles de propiedad a mi nombre y eso logró salvar mi trasero. Al salir, Mer levantó a Rose y la abrazó con fuerza, me sentí muy mal al ver su frente cortada.

- Siento haber llevado ésto tan lejos - dije, dándole un abrazo.

- Te perdono, no te diste cuenta de que había gas dentro del tráiler, yo también debí asegurarme - dijo, acariciando mi cabello.

- ¿Estás bien? - pregunté, mirando su frente herida.

- Claro, sólo tendré ésta marca por un tiempo, es todo - dijo, con una sonrisa adorable.

- Descuida, tengo algo para cubrirla - dije, sacando una bandita de hello kitty de mi bolsillo, las llevo a todos lados por precaución.

Le coloqué la bandita y le dí un besito en su herida, es mi hermosa muñequita de porcelana, voy a cuidarla toda mi vida.

Narra Meredith

~1 año y medio después~

Con el tiempo, nuestras vidas fueron encontrando su rumbo perfecto. Addison ahora es dueña y directora de la mejor clínica genética del país, además de atender otras áreas en la medicina privada. Últimamente ha estado haciendo muchas conferencias, charlas y reuniones importantes, lleva meses viajando de un lugar a otro, es una mujer ocupada.

Ahora decidió tomarse un tiempo para poder estar en casa con los niños, mientras que yo me desempeño como cirujana titular, estoy enamorada de mi trabajo y siento que cada día doy un paso más hacia adelante.

- Qué hermosa te ves cocinando, aún no me acostumbro - dije al llegar a casa y ver a mi maravillosa novia en la cocina.

Abracé su cintura y le dí un vistazo a aquellos spaghettis caseros que aprendió en una clase de cocina que tomamos en el verano.

- Los niños me están ayudando - señaló, dejándome ver cómo nuestros pequeños jugaban con todo lo que había en la cocina.

- ¡Mamá! - chilló Rose al verme, estaban demasiado concentrados en su juego.

Los abracé con todas mis fuerzas, llenándolos de besos mientras ellos balbuceaban contándome sobre su día.

- Ví un pajadito - contó Fran, con esa vocecita dulce y tierna.

- ¿En serio? -

- Tiiii -

- Vivir a las afueras fue la mejor decisión que pudimos tomar, todo está lleno de vida- dijo Addison, admirando nuestro jardín trasero desde la ventana.

Destinadas // MeddisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora