Alerta en Seattle

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Narra Addison

Mer llegó hacia nosotros con desesperación, me levanté rápido con temor de que algo estuviera mal con ella o con el bebé.

- Mi amor ¿Estás bien? - pregunté, sujetando su rostro.

- Es Rosie, amor, ella desapareció, no la encuentro por ningún lado, sólo hallé su pequeña tiara - lloró, apretando mis manos.

- Llamaré a la policía - se adelantó Richard, tomando su celular y corriendo hacia afuera.

Nuestros amigos empezaron a movilizarse mientras yo calmaba a Mer y buscaba a Frank para tenerlo cerca. Lo levanté en mis brazos y sujeté mi pancita para no entrar en pánico.

- Addie, estás en shock ¿Por qué no te sientas? - dijo Amy, sujetando mis hombros.

- Estoy bien, necesito que Mer esté tranquila, quiero estar con ella - dije, regresando con mi novia.

La abracé y dejé que sujetara a Francesco para que se sintiera más segura. Ella lo apretó contra su cuerpo mientras veíamos llegar a las patrullas de la policía, no sé qué haré si algo le pasa a mi niñita.

Narra Rose

Eztoy en el auto de un señor, ez amigo de mi mamá y me dió helado.

- ¿Ya llegamos? -

- No -

- ¿Y ahora? -

- No -

- Pipí -

- ¡¿No puedes aguantar?! Creí que aún usabas pañal -

- No, ya tengo 3 años, quiero hacer pipí -

- Bien, pero lo harás en un arbusto -

- A mamá no le gusta eso -

- No me importa qué diga mamá -

Hice pipí en un arbolito y volvimos al auto, extraño a mi mami, quiero ir a mi fiesta.

- Quiero a mi mamá -

- Qué lástima, pequeña, porque no creo que vayas a verla otra vez -

Narra Meredith

Mark y Callie fueron en auto a recorrer los alrededores, Richard acompañó a una de las escoltas policiales, Arizona y Amelia decidieron quedarse en el salón de juegos y con Addie regresamos a casa en caso de que él quisiera llevar a nuestra niña allí.

- No hay ninguna carta por ningún lado, evitó dejar rastros, voy a asesinarlo - dijo Addison, corriendo de un lado a otro.

- Hay policías en los aeropuertos y carreteras, no podrá dejar la ciudad, lo encontraremos - aseguré, intentando calmar mi propio miedo.

- Lo sé, pero me siento inútil quedándome aquí, quiero poder hacer algo, Mer - protestó, con su cara llena de lágrimas.

- Cariño, lo mejor que podemos hacer ahora es esperar y mantenernos a salvo, ella necesita que estemos bien - dije, besándola y protegiéndola entre mis brazos.

Me quedé aferrada a su cuerpo hasta que sentí que empezaba a calmarse. Su pancita está empezando a pegarle y eso le provoca aún más estrés, sé lo difícil que es para ella mantenerse estable en una situación así.

- La policía nos envió aquí ¿Aún no saben nada? - preguntó Arizona, entrando en la casa junto con Amy, Lexie, Bailey y los niños.

- Nada, no sabemos nada - dijo Addie, respirando profundo.

Destinadas // MeddisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora