Nuevos Peligros

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Narra Meredith

La última revisión de Addie fue muy poco alentadora, volvió a tener problemas de presión y tuvo que volver a reprogramar todo con los funcionarios parisinos. Está desanimada y decepcionada, pero aún así sigue atendiendo a pacientes y dirigiendo cirugías importantes, eso la ayuda a tener la mente ocupada.

Era un día laboral muy normal, tuve muchas consultas y también ayudé en el sector de traumatología con un caso muy interesante y muy grotesco, en trauma siempre me toca ver heridas horribles, ya me acostumbré.

- Mer, no me siento bien - dijo de repente, mientras yo atendía a un paciente.

Parecía que iba a desmayarse, así que la sujeté antes de que cayera y les pedí a los internos que buscaran a la obstetra de inmediato.

- Addie ¿Estás bien? - pregunté, apoyándola sobre una camilla.

- ¿Necesita algo? - preguntó el hombre al que estaba atendiendo, preocupado por mi novia.

- No, disculpe, las hormonas elevan su presión, ella va a estar bien - dije, mientras Addie me hablaba en voz baja.

- Siento algo raro - dijo, tocando su pancita.

Puse mi mano para sentir qué estaba pasando, temiendo que pudiera ser algo malo.

- Se están moviendo ¿Los sientes, amor? - pregunté, mientras Izzie me ayudaba a colocarle un suero con vitaminas y reguladores para su presión arterial.

- Sí...creo que eso era lo raro - dijo, con su mano sobre la mía.

- ¿Lo ves? Están bien, no te asustes, bonita- besé su mejilla y le dí un abrazo para calmar sus nervios.

Carina no tardó en llegar con todo su equipo de obstetricia para poder revisarla. Esos dos hermosos latidos se escuchaban fuertes y sanos, aunque los de Addie estaban un poco bajos ahora.

- Mi bambina, lamento decirte ésto, pero no podrás viajar, cuando cumplas los cinco meses podemos revisarte y discutirlo, pero de momento, no puedo permitir que tomes un vuelo tan largo - indicó Carina, sabiendo que las cosas no estaban bien.

Ambas esperamos que Addison se molestara o algo parecido, pero sólo suspiró y acarició su pancita con amor.

- Está bien, si es lo mejor para mis bebés, entonces tendrá que ser así - dijo, apoyándose en mí y dejando escapar una lagrimita.

- Lo único importante, es que ustedes tres estén bien, mi amor - dije, besándola y dándole un fuerte abrazo que la contuvo.

- ¿Quieren saber el sexo de los bebés? Así podrían levantar un poco esos ánimos - propuso nuestra amiga.

- Son un niño y una niña, lo estoy viendo en el monitor - dijo Addie, con una sonrisa de picardía, ya que llevaba varios minutos sabiendo la respuesta sin decírsela a nadie.

- ¡Tramposa! - exclamé, dándole un beso para celebrar.

- Me ganaste - dijo Carina, con todo el cariño del mundo.

- Tendremos un niño y una niña - sé que ella intenta ponerle entusiasmo, pero acaba de desmayarse, su cuerpo y su mente están muy agotados.

Besé su cabeza y me quedé con ella, hablando de nuestros bebés y de varias cosas lindas que pudieran distraerla de todo lo malo.

- Mer...quiero decirte algo - murmuró, aprovechando que estábamos a solas.

- Dime, princesa -

- Mi presión subió de esa manera por algo en específico...algo que llegó a mí oficina - dijo, sacando un sobre de su bolsillo.

Destinadas // MeddisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora