Satanás en La Ciudad

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Narra Meredith

Al cabo de sólo un mes, ya teníamos nuestra nueva casita lista y amueblada, sólo nos quedaba guardar toda nuestra ropa y las cosas de los bebés, pero ésta noche, sería la primera de muchas en nuestro nuevo hogar.

- Tendré que aprender a hacer cosas con los pies, porque amamantar a dos bebés al mismo tiempo me quita demasiada movilidad - dijo Addie, usando su pie para levantar una toallita que se le había caído al piso.

- No es necesario, tienes dos manos extra justo aquí - dije, tomando su rostro con esas dos manos y besándola con amor.

- No quiero que hagas todo por mí...aunque hay muchas cosas que ya no me haces - dijo, con un tono pasivo agresivo.

- ¿Eso es un reclamo? - pregunté, doblando las últimas prendas de los gemelos y poniéndolas en su cajonera.

- Tú dime...- dijo, poniendo los ojos en blanco y dando una media vuelta dramática.

Ya llevamos dos meses sin tocarnos, no es que no me muera por hacerlo, pero una mudanza, dos bebés y los trámites de la clínica consumen nuestro tiempo. Sé que en el fondo, Addie lo comprende y sabe que apenas todo ésto termine, volveremos a nuestro ritmo habitual.

Narra Addison

Estúpida Meredith, no puedo creer que se niegue a tener sexo conmigo, me siento muy poco querida en este momento.

Al menos sé que puedo usar ciertos trucos a mi favor debido a las fechas en las que estamos. Mañana será la noche de Halloween, los del hospital decidimos disfrazarnos durante nuestro último turno para luego salir a una fiesta de disfraces. No puedo beber, ya que estoy amamantando, pero aún así puedo divertirme.

Pasamos nuestra primera noche en nuestra nueva casa, los bebés durmieron con nosotras y ver a mis tres amores tan tranquilos me llena el alma, son adorables.

Por la mañana, me levanté temprano para poder retirar mi disfraz, era justo lo que había pedido, me lo hicieron a medida y sé que será irresistible para esa hermosa rubia.

Narra Meredith

No soy fan de las tradiciones, pero los chicos quisieron empezar una nueva, disfrazandonos para nuestro último turno en la noche de Halloween. Yo sólo me puse unas orejitas de gato y pinté mi naríz, también pasé por la guardería para ponerles orejitas de conejo a mis lindos gemelos, se ven adorables, son como su mamá, todo se ve bien en ellos.

- Doctora Grey, tenemos un paciente con una sobredosis en urgencias - me advirtió Kepner justo cuando yo salía de ver a mis bebés.

Me hice cargo del asunto y logramos estabilizar al paciente, esa sería mi ultima ronda de ésta noche. Admito que es muy divertido ver a médicos trabajando con disfraces, Cristina se vé muy bien como vampira, se esforzó más que yo en su disfraz.

Mientras terminamos con ese último ruedo, unos tacones de aguja resonando contra el suelo me obligaron a voltear. Addison entró a la sala de urgencias con un ajustado body rojo con un corset que enmarcba su cintura, llevaba tacones rojos muy altos, medias de red y unos lindos cuernitos de demonio.

- ¿Está todo en orden? Yo ya fiché mi salida, los esperaré para ir al bar - dijo, archivando sus papeles del día como si nada.

- Me dieron muchas ganas de cometer pecados para ir al infierno - dijo Carina, sujetando la cintura de mi novia y bromeando con ella.

- ¿No crees que es demasiada piel? - preguntó, modelando ese traje perfectamente entallado.

- Nunca es demasiada piel - irrumpió Calliope.

Destinadas // MeddisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora