Narra Addison
Desperté envuelta en las sábanas de Meredith, con sus brazos y sus piernas enredados en mí como si no quisiera dejarme ir. Creo que anoche perdí la cabeza por completo, me rendí ante las ganas y dormí con la mujer que fué la amante de mi esposo...y lo disfruté demasiado.
Me separé de ella con mucho cuidado para alcanzar mi teléfono y ver la hora. Pegué un salto al darme cuenta de que iba a llegar excesivamente tarde a mi gran día, ésto es un desastre, yo soy un desastre.
- ¿Addie? ¿Qué pasó? ¿Ya te vas? - preguntó Mer, estirándose y observando cómo yo corría de un lado a otro para intentar llegar al trabajo.
- Sí, los demás ya deben estar reunidos, no tengo tiempo de ducharme, debí poner una alarma - exclamé, recogiendo mi cabello para disimular y perfumandome de pies a cabeza.
- Sólo dí que llegarás tarde, yo puedo hablar con Richard, no te preocupes - dijo, levantándose y acercándose a mí para darme un beso.
- Necesito ese trabajo - exclamé, dejando de luchar contra el tiempo, no iba a llegar.
Me refugié en sus labios y apoyé mi frente con la suya para sentirme más tranquila.
- Lo sé, y sé que lo tendrás, no van a cambiar su decisión por un día de retraso - dijo, acariciando mi rostro y desatando mi cabello delicadamente.
- Vé a bañarte, yo hablaré con el jefe - agregó, tomando su teléfono para solucionar mis problemas por mí.
- Gracias, Mer - dije, besando su mejilla y relajándome de una vez por todas, necesito poner mi cabeza en orden.
Me dí una ducha tibia, observando detenidamente mi cuerpo, las manos de Meredith habían recorrido cada pequeño rincón, aún podía sentirla en mi piel, es mágica.
- Addie, la reunión matutina se canceló, hubo una emergencia en el hospital, así que puedes tomarte tu tiempo - exclamó desde la puerta, haciendo que suelte un gran suspiro de alivio.
- ¿Quieres entrar y acompañarme? - pregunté, tapando mi boca justo después de haber dicho eso.
No escuché una respuesta de su parte, así que supuse que no me había oído. De repente, sentí unas manos sobre mis hombros que me hicieron gritar del susto.
- ¡Lo siento! Lo siento, debí decir algo, perdón - dijo ella, limpiando el shampoo de mis ojos.
- Está bien, creí que no vendrías - respondí, tomando sus manos para meterla bajo el agua y tenerla cerca.
- No pude resistir una oferta tan tentadora - bromeó, besando mis labios con ternura, mientras las gotas de agua nos envolvían.
Nos dimos algunos besos, nos acariciamos y lavamos cada parte de nuestros cuerpos de forma juguetona y amistosa. Se siente como tener una mejor amiga, alguien con quién compartir cosas tan íntimas que no compartirías con nadie más, me gusta demasiado.
Narra Meredith
Addison se vistió y se arregló frente a mí, sentí que estaba presenciando un bello espectáculo, me encanta estar a su lado, aunque no hagamos nada, me gusta tenerla cerca.
Comimos algo, entre risas y charlas tontas, hasta que fue hora de ir a trabajar, ella se veía nerviosa, como si su vida entera dependiera de ese puesto, así como solía depender del idiota de Derek.
Al llegar, ella corrió a la sala de titulares para hablar con sus colegas antes de la reunión, mientras que yo tuve que escuchar un sermón de la doctora Bailey, quien castigó mi tardanza con tareas desagradables, en áreas que no me gustan para nada.
ESTÁS LEYENDO
Destinadas // Meddison
FanfictionUn matrimonio abusivo, dos enamoradas y un largo camino para sanar. Ésta es probablemente la historia con más drama, pero a veces el drama es necesario para hacer la vida un poquito más interesante.