Noche de Corazón Roto

172 15 9
                                    

Narra Addison

Los meses pasaron y Mer nunca vino a visitarme, creo que estoy perdiendo la esperanza de verla por aquí. Ahora mismo, estoy lidiando con muchas emociones, me hace falta su calor, su humor y sus abrazos.

Mis abortos, combinados con mi edad y otros problemas hormonales están haciendo imposible que pueda embarazarme. Es muy probable que mi infertilidad sea irreversible, cada nueva noticia que recibo al respecto es como una puñalada en el pecho.

Ahora mismo, estoy cuidando al bebé de Pete, solíamos ser una pareja, una familia, pero ahora sólo soy la niñera de tiempo completo que cuida al pequeño mientras Pete y Violet se divierten juntos.

- Por favor, deja de llorar, no quiero hacerte daño, sólo quiero limpiar tu naríz - exclamé, sintiendo que soy la peor niñera del mundo.

- Será sólo un minuto, no pude dormir en toda la noche, estoy cansada y no sé qué hacer para que estés felíz - dije, hundida en un mar de lágrimas, llorando más fuerte que el propio bebé.

- ¿Debería llamar a un adulto? Porque ésto no puede ser normal - dijo Amy, entrando en la casa y presenciando aquella escena.

- Amy...él me odia - lloré, mirándola en busca de ayuda.

- No te odia...sólo estás teniendo una mala racha, eso es todo, deja que te limpie - dijo, tomando un pañuelo y limpiando mi naríz mientras cargaba a Lucas.

- Sshhh, ya está, no lloren, bebés - dijo, meciendo al bebé y abrazándome.

- ¿Por qué no llora contigo? - pregunté, volviendo a empezar con mi oleada de llanto.

- Mierda, Addie, a tí no puedo cargarte, ya contrólate - dijo, quejándose de mi desborde emocional.

- Lo siento, mi novio me engañó con mi mejor amiga y ahora soy su niñera no remunerada que cuida a su bebé mientras ellos disfrutan de su relación ¡Estoy haciendo lo mejor que puedo! - exclamé, dejándome caer al sofá.

Ella acarició mi espalda y me dió unas palmadas en el trasero.

- Sobrevivirás, eres fuerte, perra - dijo, mientras yo ponía un almohadón sobre mi trasero para que dejara de golpearlo.

- No entiendo por qué aceptaste cuidar a Lucas luego de lo que Pete y Violet te hicieron, estás siendo demasiado buena - dijo, preparando el biberón del bebé.

- Era mi bebé, yo fuí su mamá por todos sus primeros meses, sólo quiero que al menos me recuerde como alguien importante en su vida, porque tengo un enorme hueco en el corazón que nunca podré llenar - dije, explicando mis motivos.

- Ay, nena...si te sirve de consuelo, tú me criaste a mí, y puedo decirte que eres una buena mamá - dijo, besando mi cabeza y apoyando una taza de té en la mesita de la sala para cuando yo decidiera despegar mi cara del sofá.

- ¿En verdad lo crees? - pregunté, levantando mi mirada por un segundo.

- Lo sé, ahora levántate, dejaremos a éste bebé con sus padres e iremos por unos tragos, los necesitas más que nunca - dijo, dándole de comer a Lucas, no sé qué haría sin ella, amo demasiado a mi hermanita.

Me arrastré hasta mi habitación para ponerme ropa linda, mientras Amy me apresuraba, dándome ánimos y haciendo reír al bebé con sus ocurrencias. Siento que me veo demasiado mal, ni siquiera el maquillaje logra cubrir estas enormes ojeras, no conquistaré a nadie con éste rostro.

- ¿Estás lista? ¡Qué sexy! Andando, tengo una sorpresa para tí - dijo, dándome otra nalgada y guiándome a la puerta.

- ¿Tienes las cosas de Lucas? No quiero olvidar nada ¡Y deja a mi trasero en paz! - dije, revisando el bolso pañalero mientras cubría mi retaguardia.

Destinadas // MeddisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora