Una verdad expuesta

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El viento acaricia a Valle de cobre con singular delicadeza, a pesar de que el día esté nublado parece ser una tarde tranquila, Beatriz se toma su tiempo para ir a la casa de Víctor Borgues a llevarle un importante recado por parte de Ginebra.

—No puedo creer que Giny valla a confesarle todo a su padre, estoy intrigada por la reacción que tendrá su viejo ¿Y si le da un paro cardiaco? ¿Qué tal si intenta enterrarle una estaca a Alejandro? ¿Y si me acusa de brujería y cierran mi local? ¡Ay no, eso sería
desastroso! —exclama la bruja llena de ansiedad.

Beatriz apresura el paso y una vez frente a la puerta de la casa de Víctor esta se detiene e inhala profundo antes de tocar.

—Aquí vamos... —susurra Beatriz nerviosa.

—¡Beatriz! ¡qué gusto me da verte! hace mucho que no te veía por aquí ¿Dónde has estado? —dice Víctor con mucha alegría sorprendiendo a la bruja justo detrás de ella.

—¡Don Víctor! ¡Que susto me sacó! Creí que estaba en casa.

—No muchacha, vengo de la plaza, fui a comprar algunas cosas que necesitaba.

—Ah, ya veo, mmm, Ginebra me pidió que le entregara esta carta, es un recado para usted jeje.

—Oh, gracias... ¿Ella está bien? Tiene varios meses que no la veo. —expresa Víctor con tristeza.

—No se ponga así, ella está muy bien, se lo prometo, mejor que nunca. —declara Beatriz mientras le toca el hombro con calidez.

—¿No está en malos pasos o sí? ¿Si no, por qué me manda recados contigo? —pregunta Víctor preocupado.

—¿Qué? ¡no! Ginebra es un pan de Dios jajaja, créame, cuando la vea podrá despejar sus dudas, es solo que se le ha complicado visitarlo, pero no tiene de qué preocuparse.

—Sí, Fernando ha venido a buscarla varias veces, me pregunto si se pelearon, ese muchacho es un caballero, no me imagino de qué manera pudo disgustarla, a decir verdad, ese hombre me agrada para ella, pero no puedo obligar a mi hija a fijarse en
alguien cuando ya está enamorada.

—Sí...

Víctor lee el mensaje que Ginebra le mandó y se alegra al darse cuenta de que quiere visitarlo junto a Alejandro y sus amigos.

—¡Woo! Me sentía un poco nervioso de imaginarme de qué quería hablarme Ginebra, pero dile que esta misma noche pueden venir todos a casa para conocer a Alejandro formalmente, para mí sería un placer tener a sus amigos en mi casa. —expone Víctor

lleno de alegría.

—Gracias, esta noche lo visitaremos entonces. —responde Beatriz con una sonrisa.

Beatriz y Víctor se despiden y la bruja toma su camino.

—Por si acaso vendré preparada con alguna poción por si algo sale mal con él.

En el pueblo se rumorea que Ginebra Borgues ha desaparecido de Valle de cobre debido a un embarazo vergonzoso, unos afirman haber visto a Fernando salir de la casa de Ginebra y creen que él es el hombre que está dispuesto hacerse cargo de un
hijo que no es de él y nuevamente la gente lo posiciona como un hombre piadoso que está haciendo todo de su parte para evitarle la vergüenza de haber sido abandonada por ese tal Alejandro de Romaní. Pero otros articulan que está enferma y que la maldición de su familia la ha alcanzado y ahora yace en su cama cubierta de yagas y gusanos o
que está deprimida por todo lo que ha pasado.

Víctor Borgues es menospreciado por los pueblerinos he incluso le tienen lastima debido a los escándalos que las mujeres de su familia protagonizaron en su momento, los amigos que antes tenía le han dejado de hablar y ante la alta sociedad es un pobre viejo que lo ha perdido todo y ya no es considerado un personaje influyente en Valle de cobre, pero esto a él no le importa y ha tratado de vivir dignamente y en paz a pesar de
los espantosos rumores que escucha.

El amante del pantano de Nil Donde viven las historias. Descúbrelo ahora