Niña Mal |Sebastian Villalobos y tu|

capitulo 1

-¿No te parece demasiado revelador?-dijo Juana

-¿Revelador? ¿Te refieres a mí? -bufe

- No sé ni para que me molesto

-Ya sabes lo que dicen...Si el producto no se exhibe no se vende- le dije

-¿Tus padres ya están enterados?

-No me hagas preguntas cuyas respuestas no te gustarán

-No sé ni por qué me molesto en hacerlo ¿A qué hora dijiste que sería?

-A las nueve comienza a llegar la gente

-¿A que hora se..-la interrumpe el sonido de la puerta

-Hola Juana,_____ Tengo que hablar contigo- dijo mi mamá y entró a la habitación 

-Dime qué hice ahora porque ni yo lo sé

-Que yo sepa nada y vengo a decirte algo para evitarlo...Nos vamos en unos minutos sólo esperamos que venga la persona que va a cuidarte

-¿Cuidarme?-Juana dio una carcajada- No necesito nadie que me cuide, puedo cuidarme yo sola

-Eso no es lo que dice el gobierno de Nevada- salió de la habitación

-¿Puedes creerlo? ¡Me contrato un guardia!-le dije a Juana 

-¿Será un guardaespaldas?

-No lo creo, mis padres no me dejarían con nadie que tenga tres cosas dentro de los pantalones, saben que soy capaz de seducirlo

 -¿Eso te halaga?

-Juana no tengo tiempo para orgullo, seguramente es una mujer ya mayor porque si es alguien joven me la podré llevar fácilmente

-Tus padres si que te conocen

-Ya lo sé. Tenemos que deshacernos de ella a como dé lugar, iré a hablar con mis padres- salí de mi habitación para tocar a la de mis padres

-Entra-dijo mi madre desde el otro lado

-¿Ya están listos los padres más hermosos y buenos del mundo?

-Igual va a venir, ya no funcionan con nosotros tus tácticas de cariño- dijo mi papá

-¡Ya estoy grande me puedo cuidar sola!

-No es a ti que queremos cuidar del mundo...todo lo contrario...tratamos de cuidar al mundo de ti

-Cualquiera diría que comenzaré la tercera guerra mundial en una noche-dije y rodé los ojos

-La tercera guerra mundial sería lo menos que esperamos si te dejamos sola una noche

-Papá, dile a mamá que está exagerando

-Una noche, por una noche pórtate bien- me tomó de los hombros

-Sólo si me dejas sola, por el bien de la mujer que viene a cuidarme

-¿Quién dijo que sería una mujer?- sonó el timbre

-Vé y atiende, ha de ser tu víctima de esta noche- dijo mi mamá mientras se acomodaba los aretes. Bufé y salí de la habitación, caminé por los laberínticos pasillos y bajé por las enormes escaleras hasta llegar a la puerta de entrada. Abrí. Y mis ojos no creían lo que veía ...