capitulo 4

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-Nada de alcohol

-Ni pensarlo, no vaya a ser Bambi tome el mal ejemplo

-Si usaras ese sentido del humor para ser linda conmigo nos llevaríamos mejor-No dije nada y nos dirigimos hacia la mansión pasamos por el centro de Las Vegas, esta hermosa ciudad que me encantaba tanto por sus luces y lo mejor de todo que no dormía nunca 

-¿Te gusta esta ciudad cierto?- pregunto

-La amo, no hubiera querido nacer en ningún otro lugar ¿Tú de donde eres?

-Londres, trabajo en un internado allá

-Aghh- hice cara de asco

-¿Por qué eres tan...libertina?

-Prefiero llamarme expresiva

-¿Por qué estás tan inquieta?

-Muy bien te lo diré- ''Pobre tonto, no sabía lo que le esperaba, pero le iba a dar una oportunidad más''-¿Cuánto quieres por dejarme en paz?

-¿Estás hablando enserio?

-Muy enserio ¿Cuánto te dan mis padres? Te pago el doble, te largas y llegas antes que mis padres lleguen, aquí nada pasó y te quedas con su dinero y el que te daré yo

-Wow, es una oferta interesante

-¿Y bien? 

-Creo que enserio eres una mimada que cree que se merece el mundo. Pensé que tus padres bromeaban cuando me dijeron que tratarías de comprarme

-Como quieras, desearas haber aceptado- miré hacia la ventana.

Luego de un viaje llegamos

La música se escuchaba a todo volumen desde que entramos a la mansión, las luces tenues con luces de disco, todo oscuro, los murmullos de la gente, gritos, alcohol, sexo y perdición ¡Justo lo que quería! La fiesta estaba en todo su apogeo, pero lo que me encantó fue la cara de Sebas al ver todo eso
-¿Qué significa todo esto?- me reclamó furioso

-Es tu bienvenida, no me lo agradezcas- reí burlona

-¡Eres una...!

-Dilo, hay cámaras grabando- lo reté

-¡Llamaré a tus padres!

-Claro, para que se den cuenta que no pudiste controlarme y en el primer intento te salió todo mal, te despedirán inmediatamente, yo habré ganado y no te volveré a ver nunca en la vida. Nada puede ser mejor.

-Pagarás por esto, niña caprichosa.

-Quiero verte cobrándome las, anda...haz tu intento de tomar el control- seguí retándolo

-_____ debes venir ¡Están destruyendo la casa!

-Déjalos, que la destruyan- dije con naturalidad

-¡No! ¿Tú eres Juana cierto?

-Si ¿Tú quién eres?

-Soy Sebastian, el guardia de tu amiga. Ayúdame a detener esto, por favor

-¿Qué hago?- me dijo

-¿Tienes que pedirle permiso? ¡Por Dios! Yo lo haré- Sebas se fue

-¿Qué te parece, Juana? ¿Apoco no está como quiere el niñero?- le dije

-Se ve realmente molesto

-Más molesta debo estar yo por todo lo que me ha pasado esta noche, y en vez de deprimirme lo estoy festejando...vamos por unos tragos- dije y nos dirigimos a una de las barras, habían tubos de strippers sobre ellas. Me tomé un tequila y subí

-_____ ¿Qué haces? Dijiste que los tubos son para las necesitadas

-Lo es, amiga. Pero esto matará a Sebas, quiero verlo convulsionar de la furia- reí

-Este chico no sabe a lo que se metió, pobre

-¡Súbele a esa música!- comencé a bailar erótica mente en el tubo mientras todos gritaban y me aplaudían alrededor. A los minutos llegó Sebas con cara que había visto un fantasma

-¡¡_____!! ¡Baja de ahí ya mismo!- me grito 

(Me fingí ebria) -Ni lo sueñes ¡Estoy en la cumbre!- comencé a gritar como loca y empinarme botellas de vodka. Sebas me haló de las piernas y caí sentada en la barra. Luego me tomó de la cintura y me cargó...Caminó hasta arriba y entró a una habitación, habían dos parejas haciendo de las suyas.

-¡¡Largo!!- dijo muy furioso.Todos se fueron y él me acostó en la cama. Era un buen momento de seducirlo, ya le andaba ganas.

-¡No puedo creer todo lo que hiciste! Osea si, no es raro de ti...pero ni siquiera estabas presente...Nos fuimos una hora, una simple hora por una película, ni siquiera te dejé sola un segundo y armas todo esto. Tienes un nivel de inteligencia malévola impresionante.

-Acércate- me fingí borracha

-Mira nada más, ya estás ebria- se acercó a mí. Yo lo tomé del cuello y lo acerqué a mi rostro

-Sabes algo, me encantas...no puedo evitar este gusanito pervertido en mi cabeza que se me activa estando sola contigo en una cama

-Estás loca, no sabes ni lo que dices- dijo y se levantó pero lo detuve tomando su mano

-¿No te quieres divertir un ratito conmigo?

-Estas ebria, jamás te pondría un dedo encima en ese estado.

-¿Y si no lo estuviera?- Sebas sonrió

-Eres una niña muy loca- tomó su teléfono y salió de la habitación. Me levanté y me dirigí hacia la puerta para salir, pero estaba con llave  por fuera

-¡M@#$%! No es tan tonto como pensé...pero no contabas conmigo, Sebas- me dirigí a la ventana pero también tenía la seguridad puesta -¡Idiota!- grité molesta. 

Minutos después escuché gritos, balazos y parecía una corrida de caballos, me asusté. A los minutos Sebas entró con Juana, me lancé al suelo

-Está ebria

-Pobrecilla- dijo Juana y se sentó en el suelo y puso mi cabeza en sus piernas

-¿Pobrecilla? Esta niña es el demonio encarnado

-No digas eso, sólo es víctima de las fiestas

-Ya llamé a sus padres y les conté todo...dale un café cargado, una bofetada, échale un balde de agua fría ¡Lo que sea! Llamaré al servicio de limpieza para que arreglen el desastre que está hecha esta casa-dio un portazo y se fue. Abrí los ojos

-¿Ya se fue?- dije y me senté

-Si, le sacaste las canas verdes. Llamó a tus padres y les dijo todo, te viene duro

-Para nada. Mis papis no me harán nada, todo lo culparán a él por permitírmelo

-Él no te lo permitió. Trató de evitarlo pero contigo nadie puede- sonreímos

-Para que le quede claro a mis padres y al mundo entero que no existe quien pueda conmigo y que nadie me controla más que yo misma cuando así lo deseo














Niña Mal |Sebastian Villalobos y tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora