capitulo 43

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-_____ Es hora de levantarse- se agachó a la par de mi cama.

-Lárgate, Sebastian. Esto es tu culpa.

-Bajen a desayunar, chicas-pidió Sebastian

-Con cuidado porque capaz la matas- se fueron.

-¿Por qué estás tan cansada?-me pregunto Sebastian

-¡Lárgate! Tengo sueño y estoy exhausta.

-A ver; déjame ver si entiendo. La chica con más experiencia en trasnochar en fiestas y tener noches apasionadas está cansada.

-Tengo dos meses de no hacer nada de eso, se me fue la costumbre.

-¿O es que no estás acostumbrada?

-¡Te equivocas!- me levanté- He tenido noches mucho más duras y salvajes que esa

me fui al baño muerta de cansancio y me bañé, aunque pasé la mayoría del tiempo dormida frente a la regadera. Salí y me vestí.

-¿Por qué te tardaste tanto?

-Me gusta bañarme bien.

-Baja a desayunar-pidió y salió de la habitación.

-Lo único que se deben bajar son tus pantalones- me lancé a la cama y quedé profundamente dormida.(...)

-¡¡Sigues dormida!!-grito Miranda

-¿Qué hora es?

-Como vamos a saber la hora-respondió Juana

-Pero ya pasó hasta el almuerzo-dijo Miranda

-Lo siento, no estoy acostumbrada a tener relaciones tan agresivas

-¿Cómo? Osea que tú llegaste virgen a Sebas ¡No lo puedo creer!-grito Miranda

-¡¡Shh!! Que tal que entra y te escucha-dijo Juana

-¿Por qué se lo escondes? ¿Juana, tú lo sabías?-pregunto Miranda

-Claro que lo sabía, y lo esconde porque no quiere verse débil ni sensible frente a él.

-Chicas, vengan, debo contarles algo.

-¿Qué pasa?

-Creo que me gusta Sebastian

-¡¿Que?!-grito Juana

-Obvio que te gusta porque haces todo eso con él.

-Miranda, a ____ nunca le ha gustado nadie en su vida-dijo Juana

-Ya entiendo...tienes miedo a...

-¡¡No lo digas!!-La amenace

-O es que ya estás..

-¡Miranda cállate!

-Enamorada-termino de decir

-¡¡No!! Jamas digas eso, yo no me enamoro ¡Nunca! ¿Comprendes? Esto es sólo un juego, sólo lo necesito para destruirle la vida a Leigh y para poder salir de aquí.

-Como digas, corazoncito.

-Debemos bajar, tenemos una práctica de modales-

-Ash-dije cansada

Bajamos al gran salón, se me retorcían las tripas de hambre, y peor aún, la bilis se me derramó al ver a Leigh. Sebastian entró a los segundos.

-Buenas...tardes- me miró.

-¿Sebastian da la clase?-pregunte

-Si.

-Primero que nada se acerca la gran cena con los empresarios que donan a la institución. Eso significa que deben aprender para las nuevas internas y recordar para las antiguas las reglas del protocolo de eventos. Para eso necesito dos voluntarias. Una nueva interna y una antigua.Todas levantaron las manos, excepto yo.

Niña Mal |Sebastian Villalobos y tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora