Niña Mal |Sebastian Villalobos y tu|

capitulo 83

Maratón 3/10 

-Toma- se lo dí.

-¿Y esto para qué?-pregunto Sebastian

-Yo no sé ruso, debes hablar con la cajera y pagarlo- le di la tarjeta.

-¡No lo haré!

-Ok, lo haré yo, pero acompáñame siquiera para saber que me dice.Me acerqué a la cajera con Sebastian.

-Eto bol'no?- (Esto duele)

-Increíble- di Sebastian y se volteó.

-Ne znayu- (no sé)-dijo Sonrrojada.

-De todos modos ni lo quería- antes se la hubiera lanzado a la cabeza, pero esta vez simplemente lo dejé en el mostrador.

-Vámonos-dijo Juana

-¿No lo compraste?-pregunto Sebastian

-No es que no trae luces.

-¿Y para qué lo quieres con luces?-pregunto Mario

-Quiero ver si las luces traspasan cuando lo esté...

-¡Nos vamos!-Sebastian me haló antes que terminara la oración. 

Subimos al auto 

-¿Cómo que no hablabas ruso?-me pregunto Sebastian

-Es que con la clase que nos diste hoy en el restaurante aprendí, que gran maestro eres.

-¿Ahora dónde vamos?-pregunto Juana

-¿Preguntarás eso cada vez que salgamos de un lugar?

-¡Si! ¿Algún problema?

-¡Juana!-dije 

-¡______!-dijo Juana

-¡Mario!-dijo Mario

-Idiota- dijo Sebastian y arrancó a toda velocidad.

-Oye, Juana ¿Recuerdas la canción 'Rock me'?-dije

-¿Nuestra versión?

-¡Si! 1,2,3...

-Quiero que me fajes, fajes fajes, fajes duro-cantamos Juana  yo al mismo tiempo

-¡Alguien sáqueme de aquí!- gritó.

Regresamos a la casa, pero notamos que había un coche estacionado.

-¿Quién será?-pregunto Juana

-Iré a ver-dijo Sebastian

-¡No! Puede ser el padre de _____, iré yo. Mario se bajó y se asomó por una venta- se volteó y corrió hacia nosotros.

-¡Son tus padres! ¡Maldito viejo nos vino a buscar y viene con tu madre!- gritó en susurró

-Sebas debes huir con Juana-dije

-¡Bájate, corre!-grito Mario

Me bajé del auto con Mario. Sebas y Juana se fueron en el auto, yo entré con Mario a la casa fingiendo agrado. Debíamos actuar.

-Te dije que te iba a gustar- ambos sonreíamos.

-Si, me encanto. Siempre me sorprendes- miré hacia mis padres- ¿Mamá?- me fingí sorprendida y corrí hacia ella.

-¡Hija!

-Buenas tardes, señores-dijo Mario

-Hola, Mario-dijo mi padre 

-Hola, papá- dije seca.

-Hola, hija. Bueno Mario, quédate un ratito con mi esposa, debo hablar con mi hija.

Mi papá me guió hasta la cocina dejando a mi mamá con Mario.

-Tu madre no sabe nada de lo que pasó así que más te vale que te comportes.

-A mi también me da gusto volverte a ver, papá- bromeé.

-Hablo enserio- dijo serio.

-Tranquilo, a Mario y a mí no nos costó reconciliarnos. De todas formas tuve un pasado con él ¿Recuerdas?

-¿Osea que ya tendremos el nieto?

-¡Sólo fue una noche! ¡Tranquilo!- salí de la cocina

 -Fue tan rápido, pero es normal en ti que hagas cosas locas, hija.

-Lo siento por no esperarte, mamá. Es que Mario y yo queríamos estar juntos lo más pronto posible.

-Pero si ya estaban juntos ¿Por qué tomaron esta decisión?

-Sabes que el amor siempre comete locuras sin importar nada.

-Que hermoso.

-Así es- me senté en las piernas de Mario, él comenzó a acariciar mi cabello.

-¿están felices? -Trataba de probarnos.

-Como nunca- abracé a Mario.

-Me alegro por ustedes-dijo mi madre

-¿Y a qué se debe su visita?-pregunto Mario

-Mi esposa quiso verlos.

-Así es, espero no incomodarlos.

-Para nada-dije

-¿Entonces no les importa que nos quedemos a dormir?

-Papá, tienes memoria de pollo ¿O qué? Sólo hay una habitación aquí.

Claro que no, hay dos. La puerta enllavada que está al otro lado es otra.

-¿Y por qué la enllavó?

-Sí ¿Por qué?

-Verás...-dijo nervioso- pensé que no la necesitarían.

-¿Tú tienes la llave?-pregunto mi madre

-Si.