capitulo 57

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Maratón 1/10

-¡Que te importa! ¡Haz lo que te digo o te despido!

-Su padre me dijo que aunque usted me despida no lo estoy.

-¿Qué? ¿Por que te dijo eso?

-Es que dice que usted despide a todos los que no apoyan sus travesuras.

-¿Eso te da derecho a no hacerme caso?

-Pero es que ni siquiera tengo ropa.

 -Ven, yo te prestaré.

Subimos y la vestí

-¿Me veo bien?

-Da igual, vayámonos de aquí.

Bajamos y nos fuimos en mi auto al lugar donde Juana y yo frecuentábamos,pero ella no había llegado, trataba de llamarla pero sólo me mandaba a su buzón de voz.

-Señorita este lugar no me gusta.

-¿Acaso te lo he preguntado? Ten- le di una copa con licor- Esto hará que te guste todo.

-No estoy segura de esto, no creo que al señor le parezca lo que estamos haciendo.

-Te traje de compañía no de conciencia, cállate de una vez.

Me senté en una mesa a tomar como loca hasta que el licor brotaba por mis poros, tenía bastante aguante pero lo sobrepasé. Se me vinieron todos los recuerdos con Sebastian; al final me encontraba yo en una disco con mi criada completamente borracha.

-¿Cómo se siente?-me pregunto 

 -¿Por Sebastian? ¡Muriendo por él! Quien sabe en cuantas malditas cosas más me mintió.

-¿Le cuento un secreto? Siempre he tenido ganas de partirle la cara.

-¿A Sebastian?

-¡No! Sebastian es guapísimo ¡A usted! Me trata como quiere, se le olvida que soy su trabajadora no su esclava, pero tengo que aguantarme todo lo que me dice.

-¡Eres una idiota, Denise! Estás despedida- me levanté y comencé a bailar, por primera vez en mi vida...me drogué...perdí el conocimiento de todo, me sentía en el aire, miraba que las cosas se distorsionaban y que nada tenía sentido, que todo perdía importancia y que el mundo ya no era nada, todo cambiaba de colores y me sentía dando vueltas en una montaña rusa.

 -¡_____! ¿Qué hiciste?-pregunto Juana

-¿Quién eres?

-¿Te drogaste? ¡Mírate nada más!

-Amo tu cabello azul

 -Si, está drogada- empezó a hablar, a alguien más, dejé de entender lo que decía, sus palabras perdían sentido conforme las decía, supuse que era un efecto que traía lo que había inhalado, no vi a la persona con quien hablaba y ella se volvía más borrosa cada vez, de la nada perdí el conocimiento(...)

-¿Cómo te sientes?-pregunto Juana

-Me duele todo ¿Qué pasó?- me encontraba en la habitación de Juana.

Juana se levantó y vi que Sebastian estaba de espaldas.

-Yo...los dejaré solos- salió, Sebastian se volteó.

-¿Qué haces aquí?- me volteé contra el colchón.

-Te drogaste.

-¿Y qué? Tú lo hiciste por Sara, yo lo hice por ti.

-No sabes el error que cometiste, eso es muy dañino.

-¿Por qué viniste a Las Vegas?

 -A explicarte las cosas; a lo que me refería al decir que no eras la primera era a vivir en mi apartamento. Una vez me fugué con Sara ahí y se quedó varios días, por eso me mandaron al internado de Inglaterra, te iba a pedir que nos mudáramos para tener un nuevo comienzo sin pasado, pero tú lo interpretaste como si no fuiste la primera en mi cuerpo.

-Sebastian...yo debo decirte algunas cosas...Yo...yo llegué virgen a ti- Sebas sonrió.

-Eso ya lo sabía.

-¿Qué?

-¿Crees que yo no tengo charlas con mi padre sobre eso? Me di cuenta de eso, y supe que no querías confesármelo porque te daba miedo que perdieras estatus maléfico.

-¿Por qué nunca me encaraste eso?

-No quería que te sintieras incómoda.

-Maldita sea, Joan. Deja de portarte lindo o te juro que me vas a pegar tu comportamiento perfecto.

-Ni tan perfecto desde que te conocí.

Niña Mal |Sebastian Villalobos y tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora