capitulo 50

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-¿El qué?- se volteó.

-Amor- dije cabizbaja.

-Osea que tú...

-Te amo.

La cara de Sebastian cambió por completo, se llenó de luz, sus ojos brillaban y una sonrisa se dibujó en su rostro.

-¿Hablas enserio?

-Nunca he hablado tan enserio- una lágrima rodó por mi mejilla.

Sebastian se acercó a mí, me haló de la mano y me sacó de la habitación dejando a la serpiente dentro. Me llevó a mi habitación y ahí dentro me abrazó y comenzó a llorar.

-Soy un idiota- me miró los brazos, estaban llenos de moretones- Perdóname, por favor perdóname.

-Si, Sebastian, si- lo abracé- ¿Te casarás con Leigh?

-No. Todo fue un plan para que fingiera que viviremos juntos.

-Por favor, no te vuelvas a separar de mí

-No lo haré.

-¿Dónde están las demás?

-Todas las internas están abajo limpiando el desorden.

-¿Debo hacerlo yo también?

-No- sonrió- Tú y yo seremos un poco egoístas esta noche- me besó y me recostó sobre la cama.

-No, Sebastian. No puedo hacer esto ahorita, Leigh y tú acaban de...

-Lo siento. Perdóname, enserio.

-Sólo no hablemos del tema ¿Si?

-Si ¿Estás cansada?

-Mucho.

-Duérmete, estaré aquí a la par tuya.

-¿Dormirás conmigo?

-No. Debo ir a vigilar a las internas mientras trabajan, pero tú duérmete.

-Sebastian, perdóname por lo de tu madre, traté de evitarlo pero las cosas me salieron mal.

-Está bien. Mi papá me llamó hace una hora, me dijo que mi mamá estaba bien y que sólo fue un susto.

-Eso espero.

-Buenas noches.

Cerré mis ojos y me dormí por completo. Al amanecer, Sebastian ya no estaba a mi lado

-Estoy muerta de cansancio-dijo Juana

-Muero de resaca-exclamo Miranda

-¿Estaba tan pesado?.pregunte

-Mira nada más ¿Dónde estuviste anoche que no nos ayudaste?

-Ni lo mencionen, yo sufrí más que ustedes.

La puerta se abrió.

-Debido a lo de anoche, no tendrán en todo el día. Podrán bajar a comer cuando quieran e ir a cualquier parte del internado que quieran- me sonrió y se fue.

-Wow lo vi de buen humor después de lo de anoche-dijo Jesy

-¿Que hiciste con él? ¿Se reconciliaron?-pregunto Miranda

-Si, así es.

Luego de unos minutos bajamos a desayunar, todas morían de resaca y cansancio. Leigh me miraba y reía burlándose. Yo le sonreí descaradamente eso la confundía

Sebastian entró y me saludó con un beso en los labios, a Leigh se le caía la cara. Sebastian se sentó con nosotras y comenzamos a desayunar.

-¿Cómo va la cruda?

Niña Mal |Sebastian Villalobos y tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora