-¿El qué?- se volteó.
-Amor- dije cabizbaja.
-Osea que tú...
-Te amo.
La cara de Sebastian cambió por completo, se llenó de luz, sus ojos brillaban y una sonrisa se dibujó en su rostro.
-¿Hablas enserio?
-Nunca he hablado tan enserio- una lágrima rodó por mi mejilla.
Sebastian se acercó a mí, me haló de la mano y me sacó de la habitación dejando a la serpiente dentro. Me llevó a mi habitación y ahí dentro me abrazó y comenzó a llorar.
-Soy un idiota- me miró los brazos, estaban llenos de moretones- Perdóname, por favor perdóname.
-Si, Sebastian, si- lo abracé- ¿Te casarás con Leigh?
-No. Todo fue un plan para que fingiera que viviremos juntos.
-Por favor, no te vuelvas a separar de mí
-No lo haré.
-¿Dónde están las demás?
-Todas las internas están abajo limpiando el desorden.
-¿Debo hacerlo yo también?
-No- sonrió- Tú y yo seremos un poco egoístas esta noche- me besó y me recostó sobre la cama.
-No, Sebastian. No puedo hacer esto ahorita, Leigh y tú acaban de...
-Lo siento. Perdóname, enserio.
-Sólo no hablemos del tema ¿Si?
-Si ¿Estás cansada?
-Mucho.
-Duérmete, estaré aquí a la par tuya.
-¿Dormirás conmigo?
-No. Debo ir a vigilar a las internas mientras trabajan, pero tú duérmete.
-Sebastian, perdóname por lo de tu madre, traté de evitarlo pero las cosas me salieron mal.
-Está bien. Mi papá me llamó hace una hora, me dijo que mi mamá estaba bien y que sólo fue un susto.
-Eso espero.
-Buenas noches.
Cerré mis ojos y me dormí por completo. Al amanecer, Sebastian ya no estaba a mi lado
-Estoy muerta de cansancio-dijo Juana
-Muero de resaca-exclamo Miranda
-¿Estaba tan pesado?.pregunte
-Mira nada más ¿Dónde estuviste anoche que no nos ayudaste?
-Ni lo mencionen, yo sufrí más que ustedes.
La puerta se abrió.
-Debido a lo de anoche, no tendrán en todo el día. Podrán bajar a comer cuando quieran e ir a cualquier parte del internado que quieran- me sonrió y se fue.
-Wow lo vi de buen humor después de lo de anoche-dijo Jesy
-¿Que hiciste con él? ¿Se reconciliaron?-pregunto Miranda
-Si, así es.
Luego de unos minutos bajamos a desayunar, todas morían de resaca y cansancio. Leigh me miraba y reía burlándose. Yo le sonreí descaradamente eso la confundía
Sebastian entró y me saludó con un beso en los labios, a Leigh se le caía la cara. Sebastian se sentó con nosotras y comenzamos a desayunar.
-¿Cómo va la cruda?
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Niña Mal |Sebastian Villalobos y tu|
FanfictionLas fiestas,la ropa, los chicos, la fama,el dinero, la posición social y todos los demás placeres de los que puedo gozar a mis cortos 16 años he vivido muchas cosas, nada malas por cierto. Padres millonarios y viviendo la vida que me merezco. Me dan...