capitulo 40

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Solté una ruidosa carcajada que duró varios segundos y se detuvo al ver la cara seria de Sebastian.

-Mala broma, Sebastian. Te pasaste- tomé aliento.

-Es que no es broma. Siéntate- nos sentamos- No te había llamado porque estaba con Juana en el internado de Irlanda, conseguí que mi madre le diera el alta pero...luego se me ocurrió una mejor idea. Hice que transfirieran a Juana al internado de Inglaterra y convencí a mi madre de darte otra oportunidad de internarte.

-¿Osea que ya habías conseguido la libertad de Juana y en vez de liberarla me encerrarás a mí también?

-Así estaremos juntos.

-¡Me niego! ¡Rotundamente! No volveré a ese maldito internado por nada del mundo- me levanté.

-Espera...sé que no te gusta pero mira el lado bueno. Estarás con Juana, con Miranda y...conmigo- me tomó las manos y las besó.

-¡¡No!! Aunque esté con el mismísimo Zayn Malik de One Direction no iría a ese internado.

-Imagina que yo soy un miembro de One Direction y caso resuelto.

-¡Nada de lo que digas me va a convencer! ¡No iré y punto!

-Ya no puedes hacerlo, estás obligada a ir. Mi madre quedó en un acuerdo con tu padre, él supuso que te ibas a negar y por eso...Stif llévatela.

-¿Stif?- entró Stif y me tomó sobre sus hombros- ¡¡No!! ¡Maldita sea, Villalobos! Me las vas a pagar ¡¡Suéltame, idiota!! Primero muerta que regresar a esa cárcel

Me ignoró por completo y me subió al auto, condujo hasta el aeropuerto.

-Lo siento.

-¿Lo sientes? ¡Voy a matarte! ¡Júralo que te mataré mientras duermes! ¡Exijo hablar con mi padre!

-No puedes, está ocupado.

-Como los odio a todos.

Subimos al jet y viajamos unas cuantas horas, yo moría de sueño.

-____ Despierta, ya llegamos-me despertó Sebastian

-Me alegro, yo de aquí no me bajo.

-Stif, trae la serpiente.

-Si, señor

-¿Serpiente?

-Stif tiene una serpiente de mascota, siempre la lleva en los viajes.

-Aquí esta- llegó con una caja de plástico con algunos hoyitos.

-¿Vas a salir?-me pregunto

-No.

-Sacaré a...¿Cómo se llama?

-Pegaso.

-No suena peligroso, Stif. ¿Por qué le pones nombre de cuento a una serpiente?

-Mi hija le puso el nombre-se disculpo

-Exijo que me regresen a Las Vegas

-Saca a...Pegaso- rodó los ojos.Stif abrió la caja y de esta salio (ver foto)

-¡Oh por Dios! Pensé que era una serpiente moderada ¡Eso es una bestia!- se alejó.

-No le diga así a Pegaso. Ahora, usted. Bájese o se la acerco.

-¿Saben una cosa?- me levanté y tomé a la serpiente, la pasé sobre mis hombros y volví a sentarme- Esta es la serpiente más hermosa que he visto ¿Verdad preciosa?

-¡¡Como la tocas!!

-Wow, veo que le agrada-dijo Stif

-Como no, no sé ni porque me molesté si entre bestias se entienden.

-No le tengo miedo a nada, Villalobos. A...nada.

-¡Te bajas ya!

-Repite eso- me levanté.

-Que te ba...

-Díselo a Pegaso- tomé la cabeza de la serpiente y la puse frente a la cara de Sebastian, este estaba pálido.

-Apártala- dijo entre dientes.

-Díselo en su cara- la serpiente sacaba la lengua bífida.

-Stif, quítasela.

-Si Stif se me acerca yo te lanzo la serpiente.

-No no.

-¿Me devolverás a Las Vegas?

-No

-Ve con Sebastian, Peggie- me quité la serpiente de los hombros y la puse en la caja y la tapé- Aquí tienes, Stif.

-Pensé que ibas a lanzármela.

-Ah no. Sólo quería que mojaras los pantalones- reí

-¿Vas a bajar?

-Sólo si me cargas hasta la habitación-pedi

-No puedo hacerlo, si mi madre nos ve...

-No me muevo hasta que me cargues.

-¡¡Bien!!- me tomó en sus brazos y me cargó hasta la entrada.

-Te falta.

Abrió la puerta, ahí estaban todas las internas en el salón. Vi a Leigh su cara casi explotaba, la directora estaba de pie en el escenario.

-¿Puedo bajarte ahora?

-Eso creo-dije y Sebastian me bajó.

-Bienvenida de nuevo señorita ____(TA)- todos comenzaron a murmurar- ¡Silencio!, por favor, venga al frente.

Caminé hasta el escenario y subí a este.

-También quiero presentar a una nueva interna. Es transferida desde el internado de Irlanda- sonreí- Denle la bienvenida a la señorita Juana Martinez.

Juana se levantó y fue hacia el frente.

-¡¡Juana!!-grite y la abracé, casi se me salen lágrimas de la emoción, ya tenía dos meses sin verla.

-¿Se conocen?-dijo la directora y miró a Sebastian.

-Si, mamá.

-Bueno, Sebas asígnale una habitación a la señorita Martinez- bajó y se fue

-¡Cuanto te extrañé!-comenzó a decir Juana

-¡También yo! Tengo tanto que contarte.

-Ven, Juana. Te asignaré una habitación.

-¿Bromeas? Ella va a dormir en mi habitación.

-No puedo hacer eso.

-¿Por qué no, bebé?- dije y me acerqué a él.

-¡Wow! ¿Cómo le dijiste? ¿Qué le hiciste a mi amiga, Sebastian?

-____ Todas las internas nos están viendo.

-¿Y qué? Que se den cuenta de una vez que eres mío.

-Si mi madre se da cuenta...

-Nadie le dirá, ahora...Juana se quedará en mi habitación.

-Es que no es cosa mía. La habitación está llena. Sólo pueden haber cuatro por habitación.

-Pues cambia a una...-tomé de la mano a Juana y nos bajamos del escenario- ¡Ah!- me volteé hacia Sebastian- Pero que no sea Miranda.

-Si mi niña- dijo tierno.

Todos quedaron con cara de asombro, nadie creía lo que veía y escuchaba.

-Ahora mismo me cuentas que pasa aquí-me susurro Juana 

-Vamos a la habitación y ahí te cuento todo, te has perdido de mucho.

Subimos a la habitación, senté a Juana en mi cama y comencé a contarle todo cuando entró Miranda


Niña Mal |Sebastian Villalobos y tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora