-Deja de decir locuritas- rió- Tú papá ¿Crees que esté convencido?
-No, siempre ha querido un nieto y soy su única hija así que no creo que me haga daño.
-Eso es lo que más me importa.
-Ahora vomitaré todo el tiempo, que asco.
-A mi me parece tierno.
-Te lo daré de desayuno a ver si te parece tierno.
-¿Me haces un favor?
-No.
-No le enseñes al bebé a decir faje.
-Dije que no.
-¡Estás embarazada! Cambia un poco- se levantó molesto.
-¿Sólo por eso dejaré de ser yo?
-Tú crees que es un juego, es un ser humano no puedes tomártelo a la ligera.
-Tengo 16 años ¿Cómo quieres que me comporte, amargado?
-No me digas que vuelves a ser la de antes
-Ya te dije que si cambié, porque no soy mala, pero directa nunca dejaré de serlo.
-Pues tienes que buscar como cambiar eso, no dejaré que mi hijo crezca entre tus obscenidades.
-No me gusta que me digas esas cosas, es mío también.
-Pero no lo hiciste sola.
-Es tan tuyo como mío, y se va a criar como yo quiera.
-¿Quién te da corona a ti? Tú no debes opinar en nada.
-Mira, idiota. Tú no me dices en que opino y que no.
-A ver, no peleemos- trató de acercarse.
-¡Aléjate! Veo que nosotros nunca estaremos de acuerdo.
-No vamos a pelear por tonterías ¿Cierto?
-No quiero que me toques- me aparté.
-No podemos pelearnos ahora.
-Tú no puedes decir cuando peleamos y cuando no.
-Y sazonando tu mal carácter aparte tienes que estar embarazada.
-¡No me culpes! ¡Tú eres el que me hizo esto!
-¡Claro! Pero cuando lo hacía Mario tú no...-pausó.
-¿Qué?...¡Habla!
-Espera- se sentó con la mirada perdida.
-¡¡Dime!!
-¿Cuánto tiempo tienes de gestación?
-No lo sé ¿Cuándo fue la última vez que tuvimos algo?
-Hace como cuatro días, pero ya tienes síntomas y estás inflamada, eso significa que ya lo estabas desde antes...
-No entiendo.
-Tú y yo no hemos tenido nada desde hace tres meses antes de hace cuatro días, y tú tienes más de cuatro días y menos de tres meses.
-Eso quiere decir que....
-¡Mario!- se levantó- ¡¡Mario!!- sonó la puerta de la otra habitación.
-Estoy ocupado.
-Estamos-dijo Juana
-Sal ahora mismo
-¿Enserio? ¿Y que ustedes no estaban trabajando también?
-Sal ahora mismo no me hagas entrar.
-¡Lárgate con tu mujer y tu hijo!
-Puede que no sea mi hijo.
-Vete.
-Es tuyo.
-¿¿Pero que m€$@#??- abrió la puerta, llegó con Sebas a la habitación en bóxers, Juana en ropa interior- ¿De qué está hablando?
-Tengo menos de tres meses y más de cuatro días. En ese lapso de tiempo fue el que estuve contigo.
-¿Qué?-pregunto Juana
-Sebas tiene razón, es más probable que sea de Mario que de él.
-Esto no puede ser- salió corriendo entre lágrimas
-¡Juana!-grito Mario
-Yo iré con ella, quédate con _____-dijo Sebastian
Noté que Sebas tenía los ojos apunto de reventar en lágrimas. Mario se sentó a la par mía.
-¿Tú que piensas?-pregunto
-Necesitamos confirmarlo.
-Sabes que si es mío tendrás que estar conmigo ¿Cierto? No dejaría que Villalobos se te arrime.
-¿Qué pasaría con Juana?
-Nada sería más importante que mi hijo.
-En eso tendrías razón.
-Yo adoro a Juana pero...nunca me perdonaría hacerle algún daño o no darle toda mi atención a mi hijo.
-Cierto.
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Niña Mal |Sebastian Villalobos y tu|
FanfictionLas fiestas,la ropa, los chicos, la fama,el dinero, la posición social y todos los demás placeres de los que puedo gozar a mis cortos 16 años he vivido muchas cosas, nada malas por cierto. Padres millonarios y viviendo la vida que me merezco. Me dan...