capitulo 92

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-Deja de decir locuritas- rió- Tú papá ¿Crees que esté convencido?

-No, siempre ha querido un nieto y soy su única hija así que no creo que me haga daño.

-Eso es lo que más me importa.

-Ahora vomitaré todo el tiempo, que asco.

-A mi me parece tierno.

-Te lo daré de desayuno a ver si te parece tierno.

-¿Me haces un favor?

-No.

-No le enseñes al bebé a decir faje.

-Dije que no.

-¡Estás embarazada! Cambia un poco- se levantó molesto.

-¿Sólo por eso dejaré de ser yo?

-Tú crees que es un juego, es un ser humano no puedes tomártelo a la ligera.

-Tengo 16 años ¿Cómo quieres que me comporte, amargado?

-No me digas que vuelves a ser la de antes

-Ya te dije que si cambié, porque no soy mala, pero directa nunca dejaré de serlo.

-Pues tienes que buscar como cambiar eso, no dejaré que mi hijo crezca entre tus obscenidades.

-No me gusta que me digas esas cosas, es mío también.

-Pero no lo hiciste sola.

-Es tan tuyo como mío, y se va a criar como yo quiera.

-¿Quién te da corona a ti? Tú no debes opinar en nada.

-Mira, idiota. Tú no me dices en que opino y que no.

-A ver, no peleemos- trató de acercarse.

-¡Aléjate! Veo que nosotros nunca estaremos de acuerdo.

-No vamos a pelear por tonterías ¿Cierto?

-No quiero que me toques- me aparté.

-No podemos pelearnos ahora.

-Tú no puedes decir cuando peleamos y cuando no.

-Y sazonando tu mal carácter aparte tienes que estar embarazada.

-¡No me culpes! ¡Tú eres el que me hizo esto!

-¡Claro! Pero cuando lo hacía Mario tú no...-pausó.

-¿Qué?...¡Habla!

-Espera- se sentó con la mirada perdida.

-¡¡Dime!!

-¿Cuánto tiempo tienes de gestación?

-No lo sé ¿Cuándo fue la última vez que tuvimos algo?

-Hace como cuatro días, pero ya tienes síntomas y estás inflamada, eso significa que ya lo estabas desde antes...

-No entiendo.

-Tú y yo no hemos tenido nada desde hace tres meses antes de hace cuatro días, y tú tienes más de cuatro días y menos de tres meses.

-Eso quiere decir que....

-¡Mario!- se levantó- ¡¡Mario!!- sonó la puerta de la otra habitación.

-Estoy ocupado.

-Estamos-dijo Juana

-Sal ahora mismo

-¿Enserio? ¿Y que ustedes no estaban trabajando también?

-Sal ahora mismo no me hagas entrar.

-¡Lárgate con tu mujer y tu hijo!

-Puede que no sea mi hijo.

-Vete.

-Es tuyo.

-¿¿Pero que m€$@#??- abrió la puerta, llegó con Sebas a la habitación en bóxers, Juana en ropa interior- ¿De qué está hablando?

-Tengo menos de tres meses y más de cuatro días. En ese lapso de tiempo fue el que estuve contigo.

-¿Qué?-pregunto Juana

-Sebas tiene razón, es más probable que sea de Mario que de él.

-Esto no puede ser- salió corriendo entre lágrimas

-¡Juana!-grito Mario

-Yo iré con ella, quédate con _____-dijo Sebastian

Noté que Sebas tenía los ojos apunto de reventar en lágrimas. Mario se sentó a la par mía.

-¿Tú que piensas?-pregunto 

-Necesitamos confirmarlo.

-Sabes que si es mío tendrás que estar conmigo ¿Cierto? No dejaría que Villalobos se te arrime.

-¿Qué pasaría con Juana?

-Nada sería más importante que mi hijo.

-En eso tendrías razón.

-Yo adoro a Juana pero...nunca me perdonaría hacerle algún daño o no darle toda mi atención a mi hijo.

-Cierto.

Niña Mal |Sebastian Villalobos y tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora