-¡Eso no puede ser!-dijo Sebastian
-Esto no se equivoca, ella acaba de finalizar la etapa de fecundación-dijo el doctor
-¡No! ¡No no no! ¡Mil veces no!- me levante y salí corriendo.
-¡_____! ¡_____!
-¡Aléjate! No quiero mostrar mi fuerza bruta contigo-lo amenace
-¡No seas inmadura! yéndote no cambias nada, debemos hablar.
-¡Sabes una cosa! Fue apenas anoche, iré a buscar cualquier cosa que me saque esto del vientre- dije desesperada.
-Ni se te ocurra, mátate tú pero no intentes nada.
-¡Púdrete, Sebastian! ¡Sigue el ejemplo de Leigh e introduce las verduras por todos los agujeros que tengas!- le mostré mi hermoso dedo de en medio y corrí lo más rápido que pude, Sebastian me seguía.Era una persecución hasta que entré a un callejón oscuro, el entró también.
-¿____?- me llamo
-¡¡Lárgate!!- dije a punto de llorar.
-Por favor, debemos hablar- se acercó a mí, no podía verlo porque estaba oscuro, sólo escuchaba su voz en el silencio.
-¡No quiero hablar contigo! Tú me hiciste esto.
-¿Lo hice sólo?- sentí su respiración en mi cuello.
-¡¿Cómo no te protegiste?!
-¿Qué? ¡Yo te dije que yo no caminaba con esas cosas! Tú eres la experta en eso y no pudiste...
-¡Cállate!-lo interrumpí
-No estés así, debemos enfrentar esto y hablar con tus padres y...los míos.
-Quiero estar sola.
-No quiero que te hagas ni le hagas daño.
-No lo haré.
-¿Me lo prometes?
-Estaba enojada, pero nunca sería capaz de hacerle daño por mucho que no lo desee.
-Ven- me abrazó. Yo bajé mis manos hacia su trasero. Sebastian rió- Deja eso.
-No quiero- dije con una voz de niña caprichosa
-No me provoques- Di un salto y me subí a él rodeando su cintura con mis piernas.
-Hablas demasiado- comencé a besarle apasionadamente. Él recorría con sus manos mi espalda, hasta que escuchamos un ruido- ¿Qué es eso?
-El camión de la basura ¡Corre!-grito y salimos corriendo del lugar hasta que regresamos a la limusina.
-¿Dónde vamos?
-Regresaremos al apartamento, ya lo arreglaron. Cada vez que lo destruyas te mandaré a dormir al campo y te bañarás en el río.
-Yo quiero bañarme como los gatitos
-¿Cómo?
-Así- le di unas cuantas lamidas en el cuello.
-¿Sigue en pie lo del sirope?-dijo, no soporte y lancé una carcajada.
-Cuando quieras- me subí en sus piernas.
-_____ El chófer- dijo nervioso.
-Chófer no mires- besé a Sebastian apasionadamente mientras desabrochaba su camisa y acariciaba su torso. De repente escuché un ruido, las ventas se subían y una división entre el conductor y la parte trasera de la limusina también- Recuérdeme darte un aumento- le dije al chófer.
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Niña Mal |Sebastian Villalobos y tu|
FanficLas fiestas,la ropa, los chicos, la fama,el dinero, la posición social y todos los demás placeres de los que puedo gozar a mis cortos 16 años he vivido muchas cosas, nada malas por cierto. Padres millonarios y viviendo la vida que me merezco. Me dan...