-No te hagas el que quiere que yo haga lo que tú dices, todo lo contrario quieres vivir este día a mi modo- dije
-¡Deja de decir tonterías! ¿Qué haremos hoy?
-Bueno- caminé alrededor de él contemplándolo- Primero te me quitas esas fachas de niño bueno, iremos a una tienda y te compraremos algo que si sea de gente normal.
-¿Bromeas?
-Ah ah...vamos.- dije. Salimos del edificio y llegamos al parqueadero, Sebastian se dirigió a la limo.
-Ni se te ocurra. Nos vamos aquí- subí al descapotable. Sebastian rodó los ojos y se acercó.
-Dame las llaves-pedí
-¿Qué?
-Que me des las p#/%$ llaves, sordo.
-No confío en ti.
-Bien, volveré al apartamento- me di la vuelta.
-¡Espera!- me detuvo. Lo sabía, Sebastián deseaba este día como ningún otro, moría por correr riesgos.
-¿Dime?- me volteé. me lanzó las llaves y las atrapé en el aire-Mucho mejor- subí al auto igual que Sebastian y conduje hasta llegar a una tienda. Sebastian se probó varios atuendos hasta que llegó el indicado.
-Parezco un callejero- dijo y reí
-Uno muy sexy- interrumpió la cajera
-Sexy te dejaré la cara de la arrastrada que te daré si..
-Oye oye calma- me interrumpió Sebastian
-Sólo di mi opinión- se defendió la cajera
-¿Quieres que te diga dónde puedes meterte tu opinión?
-Me respetas niña.
-Que te respete las bragas sucias que traes puestas.
-No no no. Tenga- Sebastian le dio una tarjeta de crédito- Páguese, rápido por favor.
-Lo que me pidas, hermoso.
-Ahora si- me lancé sobre el mostrador.
-¡¿Que haces?!- me grito Sebastian
-¡¡Seguridad!!- grito la cajera,me lancé sobre la cajera y comencé a golpearla en el suelo. Sebastián me apartó.
-¡¿Que te pasa?!
-¡No te metas Sebas! ¡Déjame desbaratarle la boca a esta maldita pe..
-¡¡Cálmate!!
-Debo pedir que se retiren-pidió la cajera y le devolvió la tarjeta.
-Corriendo-dijo Sebastian y me tomó de la cintura.
-¡Suéltame! ¡Suéltame que la voy a matar!
-Tú no matas a nadie-Me empujó hasta el auto y arrancó.
-¡Eres un idiota! ¿Por qué no me dejaste arrancarle la cabeza?
-¡Cálmate o te juro que te encinto la boca!-me amenazo. Crucé mis brazos y rodeé mis ojos molesta.
-Dame tu teléfono-pedí
-¿Para qué?
-¡Que me lo des!
-¡No te daré nada si me estás gritando!
-No conozco Londres, dámelo para saber la dirección de donde quiero ir.-Sebastian me dio el teléfono, entré al navegador y busqué a dirección, la encontré.
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Niña Mal |Sebastian Villalobos y tu|
FanfictionLas fiestas,la ropa, los chicos, la fama,el dinero, la posición social y todos los demás placeres de los que puedo gozar a mis cortos 16 años he vivido muchas cosas, nada malas por cierto. Padres millonarios y viviendo la vida que me merezco. Me dan...