capitulo 59

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Maratón 3/10

Se preguntarán que pasó después...pues no pasó nada; al menos con Sebastian.

Han pasado tres meses desde que me dejó y no lo he visto. El doctor me revisó, al parecer no había pasado nada, estaba desnuda porque yo me había desnudado sola, nadie me había tocado ése día. Mi padre me quitó todo documento para salir del país, la desgracia de ser menor de edad. Esta era mi realidad, Sebas me había abandonado y toda la culpa era mía; por enamorarme. Por esto lo evitaba siempre, pero no pude.

-¿Segura que no quieres ir?-pregunto Juana

-¿Te parezco con ganas de ir?

-Pero no lo digas en ese tono, hasta parece que le hablas a Denise.

-No me menciones a esa zorra, por su culpa Sebastian me dejó.

-Ya hablamos de eso, fuiste tú quien la llevaste.

-¿No era que ya te ibas?

-Si, ya me voy, gracias por correrme- salió de la habitación.

Era sábado, típico que Juana y yo saliéramos a reventarnos de alcohol y fiestas, peor esta vez iba ella sola.Si había cambiado un poco...bueno en lo de emborracharme y salir, pero mi humor y mi comportamiento estaba por los suelos.Sólo me preguntaba dónde estaba mi Sebastian con quien, y qué estaba haciendo. Me preguntaba si estaba pensando en mí en ése momento, como a mí me inundaban sus recuerdos. La puerta sonó.

-Quien sea, lárguese.

-Soy yo, señorita-dijo Denise

-Peor aún, esfúmate antes que te ahorque con tu propio cabello.

-Le traje su cena- entró. Yo me levanté.

-¿Qué no me oíste? ¿Quién manda en esta casa tú o yo?

-Ninguna, su padre.

-¡Maldita criada!- le lancé la sopa hirviendo que traía encima.

-¡Por Dios!- salió llorando

-Y no regreses que la próxima te quemo los pelos de allá abajo.

Tiré la puerta y empecé a destruir mi habitación, lanzaba todo lo que encontraba a mi paso.

-¡Maldita Denise! ¡Maldito Sebastian! Como deseo quemarlos vivos a ambos.

Mi coraje era el que hablaba, el dolor por Sebastian y estaba tan loca que hasta incluía a Denise porque no hallaba a quien más culpar que a mí misma. La puerta sonó.

-¡¡Voy a matarte, desgraciada!!- tomé el cargador de mi teléfono dizque para ahorcarla con el cable, abrí la puerta, era mi madre- mamá- solté el cable.

-Ahora verás- me empujó dentro de la habitación y dio un portazo- Eres una malcriada malagradecida.

-No me sermonees, no estoy de humor

-Ahora me convertiré en ti. ¡Me vale que no estés de humor! Aquí tú no mandas, la madre soy yo y lo que le hiciste a Denise las pagarás, debes pedirle una disculpa.

-¿Yo pedirle disculpas a ella? Ella debería hacerlo conmigo por lo que me hizo.

-¡¡Sebas se fue porque tú eres mala!! Me duele aceptarlo pero tú eres una malcriada, rebelde, insensible ¡¡No piensas en nadie más que en ti!! Crees amarlo pero no es así, él si te ama por todo lo que soportó por ti y creo que aún después de todo te sigue amando y tú gritando que lo quieres quemarlo vivo ¿Crees que así regresará? Acéptalo, él no regresará, sigue tu vida. Me alegro que ya no salgas todas las noches a venir borracha al día siguiente pero las desquitas con tus ofensas hacia todo el mundo ¡Hasta a Juana la tratas como quieres! Todos somos humanos, ya vendrá alguien que te traté igual que lo haces tú. Le pides una disculpa ya mismo y tomo medidas drásticas.

La verdad las palabras de mi madre me habían dejado calladita. Las únicas persona que no podía responderle ofensivamente era mis padres, los demás me restregaba sus rostros en mi trasero, lo acepto. Justo ahí entró Denise

-Denise...yo...-me acerqué a ella.

-____ Quiere decirte algo.

-La verdad es que yo...-miré hacia el suelo-...¡Voy a matarte, maldita!- me lancé sobre ella y les estrangulaba con mis manos.

-¡¡_____!! ¡¡Seguridad!! ¡Auxilio!.- a los segundos entraron los de seguridad y me apartaron de Denise.

-¡Ven desgraciada! ¡Enfréntame! ¡Voy a matarte! ¡A quemarte viva! Te amarraré y te tiraré sobre las espinas, te quitaré la piel lentamente con un bisturí y te rocearé pimientos picantes, limon y vinagre sobre ti en carne viva ¡Voy a azotarte hasta que te desangres!

-¡¡Cállate!! Eres una loca, debiste nacer en tiempos de la inquisición, loca decerebrada-dijo Mi madre Recordé cuando Sebastian me había dicho así, eso me provocó más.

-Te meteré un tubo por la boca hasta que te salga por el trasero, te voy a rellenar de plomo como un pavo de navidad ¡Encárame! Déjame arrancarte los ojos y dártelos de comer.

-Esta chica esta loca, yo renuncio.

Niña Mal |Sebastian Villalobos y tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora