capitulo 84

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Maratón 4/10

-Viejo de las mil madres- me susurró Mario en el oído.

-Entonces ¿No habrá problema en que nos quedemos?-pregunto mi madre

-Ehh- dijo Mario y me miró

-En lo absoluto.

-Que bien porque nos quedaremos dos días-dijo mi padre

-Fuck- me volvió a susurrar.

-¿Qué tanto se susurran?-pregunto mi madre

-Oh, es Mario que siempre está diciéndome cosas amorosas al oído.

-Que tierno, vamos a la habitación porque ya está oscureciendo.

-Claro suban. Nosotros subiremos en un segundo.

-Vamos- se fueron.

-¡Pero qué...!

-¡Shhh!

-¿Ahora qué haremos?

-¡Pues nada! Fingir por dos días.

-¿Estaré dos días sin ver a Juana?

-Nooo. La traeremos y le diremos a mis padres que es tu amante.

-Juana no es mi amante.

-¡Estás casado! Cualquier mujer que no sea yo es tu amante.

-Aún no me la creo que estoy casado.

-Yo trato de no pensarlo mucho.

-Subamos que se van a preguntar que tanto hacemos.

-Vamos.

Nos abrazamos y subimos.

-Se ve acogedora la casa-dijo mi madre

-Lo es-dije 

 -Bueno, vayamos a cenar y luego a dormir. Mañana queremos ir al doctor.

-¿Al doctor? ¿Para qué?

-Bueno, le conté a tu madre que Mario y tú quieren tener un hijo así que queremos asegurarnos que todo esté bien.

-Aunque me inquieta que apenas cumplirás 17.

-Si, pero es que Mario y yo no queremos esperar.

-Bueno, vayamos a cenar.

Bajamos y salimos en su auto.

-¿Les gustó el auto que les di?-pregunto mi padre

-Si, está genial.

Llegamos a un restaurante muy fino.

-¿Y cómo te trata Mario?

-Excelente mamá, es el esposo perfecto- apreté su entrepiernas por debajo de la mesa. Él se quejó.

-¿Te sucede algo?

-No, nada. Sólo fue un espasmo.

-¿Qué vamos a ordenar?

-¿Qué quieres tú, amor?-pregunto Mario

-Ordena por mí, cielo.

Ordenamos y nos llevaron la comida.

-¿Y cómo planean llamar a su hijo?-pregunto mi padre

-Si es niño Andres.

-Y si es niña, Juana.

-Ayy que linda- mi padre me miró con desagrado, yo sólo le sonreí.

Terminamos de cenar y fuimos a casa.

-Bueno, ya es tarde. Pero igual puede hacer al nieto

-¡Papá!

-Si querido, te estás pasando.

-Sólo decía.

-Bueno, muero de sueño, buenas noches- se despidieron y nos fuimos a la habitación.

-Hoy no hay 'faje'- hizo comillas.

-No estés tan seguro. Llamaré a Sebas, haz ruidos de gemidos.

-No haré eso.

-¿Hola?

-¿Qué pasó?-pregunto Sebastian desde el otro lado

-Se quedarán a dormir por dos días, no nos veremos entonces.

-¿Y nosotros qué? Estamos en la cochera de tu casa desde que salieron a cenar, estamos dentro del auto.

-¡Que! ¡Que locura es esa!

-No dormiremos aquí.

-¿Es _____? Dile que la amo-dijo Juana

-Juana, espérate.

-¡Dile!

-Tengo una idea pero es arriesgada-dije

-Dime.

-Dile que la amo o toco la bocina.

-Ni se te ocurra.

-¿Qué?

 -A ti no, a Juana. ¿Qué tienes en mente?

-¿Le vas a decir?

-¡No!

La bocina sonó, la puerta de mis padres se abrió.

-Maldita Juana- tiré el teléfono y salí.

-¿Qué pasó?-pregunto Mario

-Escuchamos la bocina de un auto abajo ¡Se nos están robando el auto!- dijo mi madre y bajaron.

-No no no- los seguí.

-Ahí está el auto, pero por cualquier cosa lo meteré a la cochera.

-¡No! Deja que Mario lo haga.

-No, además el sonido salió de la cochera, quiero ve que hay ahí.

-No, no quieres- me interpuse.

-_____ ¿Pasa algo que no sepamos?-pregunto mi madre

-Enserio, no se tomen la molestia, yo lo hago-dijo Mario

-No, yo voy-dijo mi padre y tomó las llaves, salió de la casa e introdujo el auto. 

Mario y yo corrimos hacia la cochera.

-¿Qué pasa?

-Juana sonó la bocina. Está con Sebas dentro del auto.

-Voy a matarla.

-No si yo la mato primero.

Llegamos a la cochera y vimos como mi padre metió el auto, bajó.

-Abriré su auto-dijo mi padre

-¿Para qué?-pregunte 

Niña Mal |Sebastian Villalobos y tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora