-Debo mostrarte algo.
-¿Tienes un hijo aparte?
-¡No!
-Entonces ¿Qué?
-Acompáñame- me tomó de la mano y caminamos, hasta que llegamos
-¿Qué es esto?
Es un castillo inglés.
¿Por qué me trajiste aquí?
-Está vacío, lo rente para nosotros.
-Pero..¿Y la fiesta?
-La fiesta la haremos tú y yo aquí solos.
-Wow, ya vas aprendiendo a ser desocupado.
-No lo creo, estaremos muy ocupados ahora.
Me tomó de la mano y me dirigió hasta adentro
-Wow- suspiré.
Sebastian me tomó de la cintura por la espalda y apartó mi cabello, me empezó a besar suavemente en el cuello, mi piel se erizó, me levantó y sacó los tacones de mis pies. Desabrochó uno por uno con lentitud los botones de mi vestido y lo dejó caer en el suelo, yo me volteé para desprender con suavidad su chaqueta y su corbata, se miraba perfecto con esmoquin, pero juraba que me miraría mejor sin él, desabroché su camisa mientras el me daba dulces besos en el oído, desabroché su pantalón y lo dejé caer, él me tomó de la cintura y me recostó sobre la cama. Me miró con sus ojos profundos como siempre lo hacía antes de comenzar
-Te amo, mi hermosa esposa- susurró.
El movimiento suave de sus labios al pronunciar esas palabras me hizo estremecer y por un segundo pensé que estaba soñando.
-Y yo a ti- uní mis labios con los suyos y comenzamos a frotar nuestras pieles con suavidad, nuestro calor se juntaba y hacía más cálido este encuentro.
Terminamos de deshacernos de toda nuestra ropa. Besamos cada centímetro de nuestro cuerpo, Sebas acariciaba mis piernas con suavidad mientras se adentraba a mí con intensidad, besaba mis pechos y me llevaba a la cumbre del placer, todo era perfecto hasta que...mi teléfono sonó.
-Ni se te ocurra contestar.
-Sólo déjame ver quien es.
-No importa quien sea, estamos aquí sólo tú y yo.
-Por si no recuerdas ya no sólo somos sólo nosotros dos, hay dos personitas más también.
-Tu madre los está cuidando con Denise, disfrutemos de nosotros- el teléfono dejó de sonar.
-Entonces imagino que quieres disfrutar algo- lo recosté y comencé a besar cada centímetro de su cuerpo, el teléfono volvió a sonar. Sebastian lo tomó mientras yo seguía en mi labor.
-¿Hola?- dijo en un gemido- ¡Suegra!- me detuve.
-¿Qué pasó?-pregunte
-Habla tú, a mí me da miedo- me dio el teléfono
-Mamá ¿Qué pasa? ¿Jane y joan están bien?
-Sí, ellos están bien...el único problema es que esta es una celebración de bodas y ¡No está ninguno de los que se casaron!
-¿Qué? ¿Dónde está Juana y Mario?
-¡No lo sé! No se han aparecido aquí igual que ustedes, debes venir ya o tu hija matará a su hermano.
-¿Qué le está haciendo?
-No deja que joan toque a Danielle y lo va a matar ¡Ven de una vez!
-Vamos para allá- colgué.
-¿Qué le paso a los gemelos?
-Nada, pero Mario y Juana tampoco aparecen, los muy cerdos andan fajando y dejaron a su hija tirada.
-Cállate que eso hicimos nosotros.
-Jane y Joan se están matando por Danielle, debemos irnos.
-Está bien- dijo sin ánimos.
Nos vestimos y regresamos a la iglesia, tomamos el coche y llegamos a la mansión. Justo entraban Mario y Juana.
-Te dije que andaban haciendo lo mismo, me debes diez dólares-dijo Juana
-Pero si yo estaba de acuerdo que estaban haciendo lo mismo-dijo Mario
-Que horror ustedes no se componen-dije
-Mira quien habla-dijo Sebastian
Todos aplaudieron al vernos llegar. Joan se lanzó a nosotros llorando.
-¿Qué te pasó, amor?-pregunte
-¡Jane!- dijo entre llanto.
-¡Jane!-grito Sebastian
-No no no- dijo meneando su dedo.
-¡Castigada!
-Joan-dijo Danielle
-¡No! ¡Joan no!-dijo Jane
-Jane, deja que Danielle esté con Joan-Dijo Juana
-¡No!-grito Mario y tomó a Danielle.
-Te pasas de ridículo-dijo Juana y rodó los ojos
-¿Vamos a celebrar o qué?-pregunto Miranda
La celebración comenzó y terminó, todos borrachos excepto los niños claro, aunque encontré a Jane tratando de abrir una botella mientra Joan le daba una flor a Danielle, Jane al ver aquello lanzó la botella al piso enojada y tuvimos que llevarlos al hospital para asegurarnos que estuvieran bien y ningún vidrio los halla alcanzado.
Sebastian y yo regresamos a nuestra casa donde vivimos entre peleas y reconciliaciones, Juana y Mario llegaban a estar con nosotros, salíamos y disfrutábamos todos juntos.
Nuestros hijos crecieron, con forme al tiempo Jane iba compartiendo más a Joan, quien siempre vivió pendiente de Danielle, Jane se burlaba bastante de ellos, Danielle era un amor, pero el único problema es que su mejor amiga era mi hija, que a pesar que no sufrió trastornos en la escuela tenía un carácter fuerte y dominante, Joan llegó a ser exactamente como su padre, firme pero tierno.
Nunca olvidaré que a los 16 años conocí al amor de mi vida por haberme portado tan mal y que todo lo que hice fue a él a quien me llevó. Que cometí muchos errores, que no debemos pasar sobre los sentimientos de los demás para conseguir lo que queremos, pues si algo es para nosotros debemos luchar a toda costa pero con paciencia y perseverancia, pues no hay nada malo en luchar y tener carácter pero para que encapricharnos con algo que no necesitamos y cerrarnos en nuestras ideas si hay un mundo alrededor esperando a mostrarnos muchas cosas más que no conocemos y que tal vez sean mejor vivirlas a otra manera, que todo lo que haces se te regresa y que si no te arrepientes y lo enmiendas a tiempo....puede llegarte a costar muy caro y no podrá haber marcha atrás.
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Niña Mal |Sebastian Villalobos y tu|
FanfictionLas fiestas,la ropa, los chicos, la fama,el dinero, la posición social y todos los demás placeres de los que puedo gozar a mis cortos 16 años he vivido muchas cosas, nada malas por cierto. Padres millonarios y viviendo la vida que me merezco. Me dan...