Capitulo 70

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Maratón 2/10 

No podía creer que estuviera haciendo esto, mi respuesta inmediata sería ''¡Si!'' pero no podía hacerlo ¿Por que? Porque eso partiría el corazón de quien me apoyó, me ayudó y me ha querido todo este tiempo, quien me ha aceptado tal y como soy por un capricho mío y no podía permitirlo. Claro que moría por estar entre los brazos de Sebas, por sentirlo de nuevo y olvidarme de todo como siempre lo hacía cuando estaba con él, pero no podía.

-Claro que no. Tú a mí ya no me importas, lo nuestro ya no existe y ya no siento nada por ti. Ni siquiera me dan ganas de tenerte en una cama porque ni eso necesito de ti.

-Veo que no has cambiado nada y sigues igual de fría que siempre.

-Como te dije. Mario es igual a mí y por eso nos entendemos y nos llevamos, tú y yo somos otra cosa; nada.

A Sebas se le derramó una lágrima la cual se limpió inmediatamente,conteniendo las demás que explotaban en sus ojos.

-¿Entonces ya no significo nada para ti?- negué con la cabeza.

-No intentes nada, por favor. Adiós- me levanté y salí de ahí.

No encontraba qué hacer pero me recordé a; miranda. Fui a su apartamento, ella me había dejado su dirección. Cuando llegué ella estaba con resaca.

-¡Hola!- me abrazó.

-Hola, Miranda.

-¡Cuanto tiempo sin verte! pasa- entré

 -Que lindo apartamento.

-Gracias, lindo todo menos yo, ayer tuve un reventón salvaje ¿Tú porque te miras decente?

-Porque no reventé ayer, necesito hablar contigo.

-Cuéntame- se sentó con una compresa fría en su cabeza.

Le conté a Miranda todo lo que me estaba pasando.

-A ver si entiendo...Tú amas a Sebas...pero también te gusta Mario. Pero te quedas con Mario porque son iguales.

-¡No!

-Está bien, te quedas con Mario porque ya construiste algo con él.

-Sí, y si regreso con Sebas habré retrocedido todo lo que he avanzado.

-Y con Sebas nunca te vas a llevar como con Mario.

-Además el me quiere y no quiero lastimarlo.

-¡Para para para! ¡Para ahí!...Repite lo último.

-Que él me quiere.

-Después de eso.

-Que no quiero lasti...wow.

-¡¡Que le hiciste a mi amiga!!- me sacudió de los hombros.

-¡¡Miranda!!

-¿Qué te pasó ¿Quién te arruinó? ¡Ya no eres mala!- seguía sacudiéndome.

-¡P@#&%, Miranda! ¡Suéltame!

-No eres mala pero sigues siendo grosera, no está tan mal.

-Lo aceptó, me suavicé. Eso pasa cuando quieres a alguien o cuando siente la tristeza tan profunda cuando te rompen el corazón que no quieres que le pase a nadie.

-Osea que no quieres romperle el corazón a Mario porque sabes que duele un fajo.

-Así es.

-¿Y entonces no te importa rompérselo a Sebas?

-Sebas me lo rompió a mí, mientras que Mario no me ha hecho nada malo, no se merece que se lo haga, es quien menos debería sufrir, además si elijo a Sebas sería muy egoísta.

-¡¡Por Dios!! ¡¡Te sacrificas por los demás, no te pones sobre la gente y hablas mucho de amor!! ¡Estás locaaaa!- me sacudía.

-¡¡¡Miranda!!- la detuve- Me das una sacudida más y te coso con hilo y aguja allá abajo y no podrás volver a fajar.

-Oye, no. Con eso no se juega- me soltó y se sentó- ¿Y ahora qué harás?

-Regresar a Las Vegas, seguir con Mario y olvidarme de Londres.

-Santa madre del mal, la hemos perdido.

Niña Mal |Sebastian Villalobos y tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora