Niña Mal |Sebastian Villalobos y tu|

capitulo 11

-Lo primero, cambiarás de habitación, dormirás en una de servicio ya que parece que te gusta tanto.

-¿Del servicio? ¡Que asco!

-Si, una que no tenga ventanas. Y Sebas te vigilará toda la noche, mañana en la mañana te vas al internado.

-¡Que m#&%$@!

-¡Ya basta de ese vocabulario! Vete a tu nueva habitación, Sebastian guíala-Sebastian me tomó del brazo y me llevó a una habitación del servicio, ya era de noche, había sido un día terrible, estaba cansada así que me recosté en la cama. Sebastian estaba ahí y vigilaba cada uno de mis movimientos. Habían pasado unas tres horas, estaba aburrida y el sueño se me había desvanecido.

-¿Qué no duermes?- le pregunte

-Me da miedo hasta parpadear.

-Ya pasaron más de tres horas aquí encerrado ¿Hagamos algo divertido no crees?

-Para que digas que te acoso sexualmente.

-¡Es la verdad!

-Eso no es cierto.

-Al menos te excito- reí.

-No vuelvas a mencionar eso.

-¿Sabes qué? Esta ropa me incomoda me la cambiaré...más vale que no te voltees, podría escaparme- dije sarcástica.

Me levanté y me quité la ropa hasta quedar en ropa interior. Sebastian miraba hacia el piso.

-Tengo hambre ¿Me puedes traer algo de comer?-Sebastian tomó un comunicador y pidió comida.

-Pero que desconfiado- di una carcajada-¿No vas a hablarme?

-¿Qué quieres que te diga?

-Ven a sentarte aquí por lo menos vamos a platicar que me muero de aburrimiento-Sebastian caminó y se sentó en una silla al lado de la cama.

-No violo, toda acción realizada por mí en la cama es de carácter voluntario y de mutuo acuerdo.

-¿Hablaremos de sexo?

-No...hay algo mejor.

-¿Fiestas, alcohol, drogas? Aunque creía que tu tema favorito era el sexo.

-Pues te equivocaste- dije y me acosté boca arriba y miré al techo- ese no es.

-¿Y cuál es?

-No me tomarás enserio.

-¿Pastelería?

-¡No seas tonto! Aunque no lo creas...me gusta mucho la criminología.

-¿Estudiarte a ti misma?- bromeó.Yo lo miré seria- Lo siento, pensé que bromeabas.

-Pues no, no bromeo, es lo que me gusta pero mis padres quieren que me meta en el mundo de las finanzas.

-¿Nunca les has dicho nada?

-De nada serviría- me senté- ¿Sebastian tú que edad tienes?

-¿Para qué quieres saberlo?

-La verdad no te ves anciano y llevas mucha responsabilidad sobre ti. Nada más mírate, eres guardia principal en el mejor reformatorio de Londres y hasta te contratan particularmente.

-Tengo 18 años...y soy eso porque mis padres son los directores del internado.

-Nepotismo, ahora entiendo- me tiré al colchón de espaldas.

-Nada de eso- se levantó y se sentó en la cama a la par mía- tuve que ganarme ese trabajo.

-¿Cómo?