capitulo 18

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-_____  sea lo que sea que harás, no lo hagas.

-No sé de qué hablas.- fingí

-En enserio, de aquí vas a salir diciéndome ''Si, señor''

-Y tú saldrás pidiendo látigo.

-Sabía que no iba a existir el día que no dijeras algo así.

-Nací para tentarte-dije y mordí mi labio inferior.

-Y yo para abstenerme.-dijo y fingí como que me iba a quitar la camisa, Sebas no me detuvo, sólo me miró. Di una carcajada.

 -¡Pero que abstinencia!

-Sabía que no lo ibas a hacer- dijo nervioso.

-Como no- me volteé.

-Vayámonos ya

-Espera...-me acerqué a él. Rodeé su cuello con uno de mis brazos y me acerqué a su oído-...¿No sientes frío en las noches?- susurré-...¿No te hace falta mi calor sobre ti al dormir?- desabroché su pantalón sin que se diera cuenta y metí la mano dentro de ellos, sentí que su zona se alegraba poco a poco.

-No...-susurró.

-¿Y cómo explicas esto?- lo toqué descaradamente, él abrió sus ojos.

-Deja de hacer eso.

-¿Esto?- lo apreté.

-¡Si eso!

-Apártame.

-Sería muy descortés.

-¿Osea que te gusta?

-No- dijo inmóvil.

-¿Ah no?- giraba mi mano, Sebastian apretaba sus dientes. me tomó de la cintura y sus manos iban bajando lentamente a mi patio trasero cuando escuchamos el timbre. Nos asustamos y nos apartamos bruscamente, Sebastian abrochó sus pantalones y se fue.

-Amo saber que te gusta cuando te provoco- dije a mi misma mientras sonreía.

Me fui a la habitación, vi que la habitación de Leigh estaba abierta y que ella estaba hablando con sus perros falderos, me asomé y escuché lo que decía.

-Maldita ¿Cómo se dio cuenta de lo de las verdura?- escuche decir a Leigh y mis ojos se abrieron enormes igual que mi boca y me la tapé evitando salir una carcajada, saqué el celular y lo asomé para grabar.

-Leigh, es obvio, no tenemos de otra. Aquí no dejan meter nada tenemos que hacerlo con verduras. -dijo una de sus perros falderos. Moría de risa por dentro.

-¡Pero no puede ser! ¡Maldita _____! ¡Seguro se infiltró anoche y me vio con la zanahoria dentro!

-Leigh ¿Por qué te metes zanahorias?-le preguntaron

-Se siente rico-respondió,No aguanté las ganas de reírme y salí corriendo hasta la habitación. Di la más grande carcajada, las chicas se acercaron.

-¿Qué pasa?- dijo Caeli

-No lo van a creer, escuchen esto-dije y puse la grabación, todas morían de la risa.

-¡No puedo más!- dijo Yuya llorando de la risa.

-¡Qué zorra!-exclamo Miranda

-Tenemos a Perreigh en nuestras manos- dije -¿Y qué ya es hora de alguna convivencia o actividad?

-Hora de dormir- dijo Miranda

-¿De dormir? ¡Pero si ni siquiera ha oscurecido!

-Claro que si, hay que dormir ya...Sebas vendrá en cualquier momento a la revisión- dijo Yuya

-¿Por qué si Sebas y hace la revisión ayer vino sus mamá?- pregunte

-Por ti. Quiere ver si no te habías escapado- respondió Miranda

-¡Por favor! Si quisiera escaparme, ya lo hubiera hecho.

-No es tan fácil como crees- dijo Caeli

-¿Qué me dan si logro escaparme del internado esta noche?-las rete

-Te damos un Versace cada una cuando salgamos.- dijo Miranda

-Trato hecho-Sonó la puerta y al instante se abrió; Sebastian entró.

-¿Por qué no se han vestido?-pregunto Sebastian

-En eso estábamos- dijo Miranda

-Es que me secuestraron hace rato y me dejaron tirada en un extremo del internado.- dije y le sonreí 

-Debiste haber hecho algo malo para que te dejaran ahí.- me respondió devolviendo me la sonrisa  

-No pensé que esa persona esperara que no hiciera algo malo.

-Vístete, es hora de dormir- dijo y se volteó.

-No- dije

-¿Qué dijiste?- se volteó hacia mí.

-No tengo sueño, no soy gallina para dormirme a estas horas.- dije

-Las reglas de este internado es que a las diez de la noche las internas deben estar dormidas.

-Las reglas también dicen que no se le puede decir la hora a las internas y tú lo acabas de hacer; así que al parecer ambos las romperemos.

-Buenas noches- salió por la puerta.

-Idiota.

-¿Cómo lo haces?- pregunto Yuya sorprendida

-Siempre lo trato así.- dije normal

-Me refiero a...como haces que te mire así.

-¿Así como?

-Con...¿ternura?- dijo Caeli

-¡Ja! Ese no tiene ternura.- dije riéndome

-Es enserio chicas, debemos dormirnos.- dijo Miranda

-No no no. Tenemos un trato y ustedes deben ser testigos de que lo cumplo.

-¿Cómo harás para escaparte?- pregunto Yuya

-Sebastian me ayudará.

-Imposible.

-Ya regreso. Tengan me listo un abrigo-Salí de la habitación, vi que Sebastian entró a la habitación de Leigh, corrí hasta ahí y me pegué a la puerta para escuchar lo que decían.

-¿Cómo estas, Sebas?- le pregunto Leigh

-Muy bien. Hora de dormirse, chicas.- respondió

-Sebas ¿A dónde te llevaste a _____ en la cena?-le pregunto una de sus perros falderos,Estúpida, nadie se dio cuenta que Leigh te dijo que le preguntaras eso, si como no.

-Debía preguntarle unas cosas- dijo Sebastian normal

-¿Qué cosas?

-Deben dormirse ya-dijo sin escuchar lo que lo preguntaban

-Antes quiero preguntarte algo.- dijo Leigh

-Dime, Leigh.

-¿Aún me quieres?-Pobre desesperada, tus verduras son las que te quieren.

-Leigh, no es el momento de hablar sobre eso.

-Sólo es una sílaba, no es tan difícil hacerlo

-Si te quiero- escuche decir a Sebastian

Maldita hija de @#&%

-¿Me das un beso?-le pregunto Leigh

Bésala y verás, Villalobos.

-Si mi Leigh- escuché su beso.Muy bien Sebastián Villalobos...¿así quieres jugar? Escuché los pasos de Sebastian y me alejé de la puerta, justo cuando la puerta se abrió yo caminaba en dirección contraria cabizbaja


Niña Mal |Sebastian Villalobos y tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora