capitulo 111

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Penúltimo capitulo  

-¡Oh por Dios!-grite 

-Tengo tres meses y ¿adivinen qué?

-Sería imposible-dijo Sebastian

-Son gemelos-dijo Mario

-¡Mario! No, no son gemelos. Sólo es una...-dijo Juana

-¿Osea que es niña?-dije

-Así es, se llamará Danielle.

-Muchas felicidades, Juana-dije

-Gracias. (...)

Todo iba bien, mi papá ya aceptaba a Sebastian, todos nos fuimos a vivir a Londres, pero visitábamos de vez en cuando Las Vegas, el papá de Sebastian me aceptó junto con los gemelos,el y yo nos fuimos a vivir a la casa que le prometieron a Sebastian cuando se casara. Habían pasado cinco meses. Sebas y yo estábamos recostados en la cama con los bebés. Jane ya se podía sentar pero Joan aun se caía por eso lo recosté en mi par que pudiera jugar con su hermana.

-Jane deja de lanzarle los juguetes a tu hermano.

-No la regañes.

-Oye si vamos a educar a nuestros hijos debemos ponernos de acuerdo

-Es que no la regañes porque no te entiende.

-Pero si yo quiero la regaño en chino aunque no me entienda.

-Haz lo que quieras.

-Toma, Jane- le dio algo pero no vi que. 

Jane le lanzó algo a Joan, este lo tomó.

-¿Qué tienes ahí Joan?-vi y era un anillo, miré a Sebastian que sonreía- Sebas ¿qué es esto?

-____TN _____TA ¿Quieres casarte conmigo?

-¡Sí! ¡Claro que si!- me lancé sobre él, como Joan no podía sentarse se calló sobre el colchón.

-dejaste caer a Joan- me besó. Luego de unos segundos escuchamos un llanto de bebé.

-¡Mi€#@! Se cayó Joan.

-Jane también.

Nos levantamos y miramos que Joan estaba en el suelo llorando, Jane estaba sobre el dándole manotazos.

-Jane Louise, esto es el colmo ¡Deja de torturar a tu hermano!

-Ven mi amor- tomé a Joan y lo tranquilicé.

-Castigada, señorita.

-Van cinco veces en el día de hoy que la castigas.

-Es que...no puedo creer que haya salido como tú.

-No no no, a mi no me culpes, tú aceptaste estar conmigo como era ahora atente a las consecuencias

-Si sigue así la mandaremos a un reformatorio.

-¿Para que se enamoré?

-Buen punto, mi hija no podrá tener novio hasta los veinte.

-¿Los veinte? ¿Y por qué no me esperaste a mí hasta los veinte?

-Porque no eres mi hija.

-Eres un tonto.

-Y tú una tonta.

-¿Cómo me llamaste inútil?

-Avísenme si van a pelear otra vez para alistar la pala y la escoba, enserio no puedo estar recogiendo los adornos rotos que se lanzan cada vez que pelean-dijo Denise

Niña Mal |Sebastian Villalobos y tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora