Capitulo 74

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Maratón 6/10 

-Wow...pensé que me ibas a contestar lo que contestas siempre que alguien se interesa en lo que piensas.

-¿Qué contesto?

-''¡Que te importa!'' No me mates- tapó su cara.

-No voy a matarte- sonreí- a menos que sea a be....bueno ¿Sigues con frío?

-¿Qué te sucedió?

-¿De qué hablas?

-____, Tal vez yo no sea tu clon malvado pero sé que te conozco muy bien. ¿Crees que no me dí cuenta de que me dejaste sólo para no lastimarlo?

-¿Cómo sabes eso?- dije boquiabierta.

-No leo mentes...pero sí leo los sentimientos de tus ojos- acarició mi mejilla y me miró a los ojos- Incluso sé lo que sientes ahora.

-Sebas yo...-me aparté.

-¿Qué te pasa? Te noto un poco dolida.

-Encontré a Mario y a Juana besándose

-¡¡Qué!! ¡Ése maldito jugó contigo! ¡Voy a matarlo!- aventó la cobija y se levantó.

-¡Sebas no seas tonto! La lluvia no ha parado y no vas a matar a nadie de todos modos.

-¿Cómo no lo mataste tú? ¡Ese imbécil te vio la cara!- caminaba de un lado a otro.

-¡Sebas, cálmate!- me levanté.

-¿Cómo voy a...Wow- me miró de pies a cabeza.

-¿Qué?

-Tienes más....cuerpo- me miraba asombrado.

-Bueno ya casi cumplo 17 ¡Y deja de verme!- tomé la colcha y me envolví en ella.

-No te tapes- me arrebató la cobija.

-¡Oye, dámela!

-Pero si ya te conozco todo- aventó la cobija.

-Eso no tiene nada que ver.

-¿Desde cuándo eres tan tímida y no me has dicho enésimas malas palabras?

-¡Que te importa!- dije como una niña chiquita.

-Bien, eso ya eres más tú, excepto por el tono de voz.

-Joan.

-Mi apodo sexual

-Aghh- me volteé.

-____- Se acercó a mí y me abrazó por la espalda, sentir su cuerpo tibio entre el frío me causó una satisfacción y una comodidad increíble.

-Esto es tan incómodo.

-Sí, ya había notado que te sientes incómoda y que no sabes que decir, que estás apresando tus pensamientos para no meter la pata.

-Odio que me conozcas.

-Al menos con eso compenso que no sea tan malo como tú.

-No me digas mala- me volteé para caer en sus brazos.

-¿No te sientes así?

-No sé que decirte, Sebas.

-Ven- la lluvia seguía cesante.

Nos recostamos sobre la colcha, el fuego seguía ardiendo; y no sólo el de la fogata. Sebas me tomó de la cintura y me acostó sobre la colcha, él se acostó a la par mía y acarició mis mejillas.

-¿Por qué eres así?

-¿A qué te refieres?

-¿Por qué después de todo lo que te hice sigues siendo tan dulce?

Sebastian suspiró y dejó caer su cabeza en el suelo.

 -Esto tomará un rato.

-Tenemos todo el tiempo del mundo.

Él me miró y yo a él, nuestras miradas chocaron.

-Porque aunque lo niegues...entre mentiras decías verdades y entre juegos lo tomabas enserio, y si tú que eras la que jugaba caíste imagínate yo que todo lo creía.

Bajé la mirada, sentía algo de vergüenza.

-¿Por qué bajas la mirada?

-No estoy orgullosa de todo lo que hice.

-Yo sí- sonrió- si no lo hubieras hecho no me hubiera enamorado de ti, y a pesar que sufrí mucho no me arrepiento de amarte.

-Perdóname por haberte hecho tanto mal.

-¿Quién eres?

-¡Sebas!

-Estoy jugando, es que simplemente no me lo creo. Además...si mi amor por ti no soportara todo...no sería amor.

-No puedo creer lo tonta que fui- suspiré.

-No te digas así...ya me expresé yo...ahora es tu turno, dime todo lo que sientas.

-¿Estás seguro?

-Claro.

-Entonces agárrate y parpadea porque te asustarás un poco- sonreí.

-Te escuchó...

Niña Mal |Sebastian Villalobos y tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora