Cambiaste Mi Vida

Capitulo 19

  Xxx: ¿Qué haces aquí? –Volteé a verlo. ¿Qué hacia él aquí? –
Tu: Una ficha. –Solté en un suspiro. –
Mario: ¿Enserio?, ¿Por qué? –Expreso frunciendo el ceño. –
Tu: Simplemente porque no preste atención en clase.
Mario: ¿Por esa estupidez? –Pregunto en forma de burla. –Siempre supe que esa rubia era toda una desquiciada. Tú no te preocupes por qué esas fichas son puro cuento.
Tu: ¿Por qué lo dices tan seguro?
Mario: Mau tiene cuatro y Horan cinco. –Dijo sin importancia. –Nunca les dijeron nada, es solo para asustarnos. –Levante mis dos cejas en forma de asombro. ¿Tan estúpido era el director? Aun no lo conozco, de hecho, muy pocos lo han visto. –
Tu: Bueno, entonces no hay nada que deba preocuparme. –Comente. – ¿Y tú que viniste hacer?
Mario: ¡Es verdad! Tengo que pedirle a Marie unos papeles, la profesora solo me dio un minuto, que ya pase contigo. –Me dijo para finalizar con una sonrisa. Iba a contestarle pero Marie interrumpió avisando que debía pasar. –
Tu: Nos vemos luego. –Le dije mientras me ponía de pie. –
Mario: Búscame en el receso. –Me aviso mientras iba con Marie. Lo mire un segundo estando el de espaldas y luego me camine hasta la oficina de Daniel, así se llamaba supuestamente el director, según la identificación que había en la puerta. –

No sé pero me puse nerviosa. Por más que fuera bueno o malo me pongo nerviosa más con este tipo de problemas. Quizás sea como Mario dice que es todo mentira, pero sea como sea cuando mi madre se entere pensara que es lo peor del mundo y me echaran de la escuela. En fin, toque dos veces la puerta y pase. Cuando lo vi ahí sentado, no era lo que me esperaba. Creí que sería un hombre gordo, sin cabello y de unos 50 años de edad. En cambio, el aparentaba unos 30 años, quizás menos. Tenía ojos negros y cabello castaño. Vestía demasiado bien y pude darme cuenta que convino todo en su oficina, parece que le gusta el arte.

Tu: Hola, buenos días. –Le dije mientras me sentaba frente a él. –
Daniel: Buen día. ¿Qué te trae por aquí muchacha? –Tenía voz fina y calmada. –
Tu: La profesora Jazmín me hizo una ficha por haber estado distraída durante su clase.
Daniel: ¿Una ficha? –Me preguntó con sus cejas levantadas. – ¿Hablabas con un compañero?
Tu: No.
Daniel: ¿Estabas con auriculares?
Tu: No, solo estaba mirando por la ventana.
Daniel: ¿Mirando el jardín? –Me preguntó con burlándose. – ¿Qué tiene de interesante?
Tu: No, no es que, no es eso. Estaba perdida en mis pensamientos. –Me excusé –
Daniel: Ha, ya veo. Me imagino el estrés que tendrás. ¿Tus padres cuando regresan? A mí no me dijeron una fecha exacta. –Es verdad. Ellos habían hablado con él. –
Tu: Aparentemente, el miércoles que viene.
Daniel: No falta mucho... me alegra saber que no te quedaras más tiempo sola, es peligroso. –Solo asentí –Bueno, ¿eso es todo?
Tu: Sí, solo eso. Uhm... ¿Qué hago con la ficha?
Daniel: Ve a clases y pídele a la señorita Jazmín que venga a hablar conmigo.
Tu: Claro. –Le sonreí y me salí. –

Es el director más raro que jamás he visto. O sea, creyó más en mí que la profesora.
Además, es muy buena onda. Matilde una vez lo había visto en su oficina, ella había ido a hablar con Marie y él tenía la puerta abierta de su oficina. Matilde lo había visto de espaldas hablando por teléfono, y según ella, tiene mejor trasero que Zurita. También me comento que usa pantalones algo ajustados, al igual que sus camisas. Hoy confirme eso.

~

Tu: Estuve hablando con tu platónico. –Le comente mientras levantábamos nuestras cosas del escritorio. El timbre del receso había sonado. –
Matilde: ¿Daniel? –Expreso con voz de enamorada. –
Tu: El mismo, es un tipo genial. Aun no comprendo cómo se dedica a ser director de esta porquería. Sí lo miras parece un pintor, un chef o quizás un diseñador, ¿Ya viste como tiene su oficina? Parece todo menos un pobre director.
Matilde: Es verdad, en pocas palabras, es muy sexy como para ser director.
Tu: Yo no dije eso.
Matilde: Lo digo yo. –Finalizo con cara de traviesa. –

Bueno luego de eso reímos ante el gesto que hizo ella y caminamos hacia los casilleros. Primero la acompañe a ella al suyo y luego fuimos al mío, yo tenía idiomas y ella lengua en la próxima clase. Luego recordé; ¡Mario me dijo que lo busque! Intente buscar un pretexto para desaparecerme de la nada pero Matilde no me dejo ir a ningún lado. De los quince minutos de receso quedaban solo cinco.

Matilde: Creo que Mau me está llamando. –Murmuro. – ¿Voy? –Me pregunto. –

Mire disimuladamente a Mau, y si, efectivamente la estaba llamando.

Tu: ¡Ve! Te está llamando tonta.
Matilde: ¿Estoy bien?
Tu: Sí estas bien, pero ve, no lo hagas esperar más.

Bueno ella fue con él, que estaba al otro lado del patio, me dejo sola y me di cuenta que ya no vale la pena buscar a Mario. Faltan tres minutos para que el receso termine y eso es lo mismo que nada.
Bueno nada, quede ahí apoyada en la pared. Luego vi que por allí estaba Jade, estaba con Horan, Jan y los demás. Tenía a Josh abrazándola por detrás. Luego en un abrir y cerrar de ojos la vi acercándose a mí.

Jade: Hola. –Me dijo, solo le sonreí y mire el piso. No había hablado con ella en todo el fin de semana. –
Tu: ¿Cómo estás?
Jade: Bien... que, quería decirte que lo siento por lo del viernes. Le saque información a Joshua y me dijo que todo era mentira. –Me dijo apenada. –Perdón, enserio. Me deje llevar por los chismes.
Tu: No te preocupes, igual, yo sabía que era mentira. Solo me molesto en el momento. –Ella solo sonrío –
Jade: También me dijo que cree que es gay. Tu shh no se lo cuentes a nadie. Pero él cree eso. –Me comento riendo. –Igual, le dije que era mentira.
Tu: ¿No le contaste verdad?
Jade: Despreocúpate, me imagine que no querías que nadie se entere, así que no le dije nada. Solo le dije que estaba segura que Mario, gay no es. –Reímos y luego me digne a preguntar: ¿Lo viste? –Sí, vino un hombre y se lo llevo. No sé quien era pero era guapísimo. –Oh, se fue. –
Tu: ¿Cómo era el hombre? –Le pregunte para ocultar mi pena de adentro. –
Jade: Era alto, más que Bautista, tenia los mismos labios que él y el color de cabello. Los ojos no sé porque tenía gafas.
Tu: Wow, sí que lo analizaste bien...
Jade: Todas lo analizamos. –Me dijo con una sonrisa. –

~

Ahora estamos las tres en casa de Matilde. Son las dos de la tarde, ya comimos y ahora estamos buscando una película digna de ver. Matilde tenía todas de terror y eso me gusta pero las que tenia ella eran mas zarpadas y no me atrevo a verlas.

Matilde: Que sorpresa. –Dijo de repente mientras tenía su vista en el celular. –
Jade: ¿Qué paso?
Matilde: Es para ti ______.

Lo leí y era de quien me esperaba. Mario. El mensaje decía. ''¿Le dices a _____ que a las cuatro estoy en su casa? Es para el trabajo n.n'' cuando lo leí me mordí el labio sin querer mirar a mis amigas, no me dejaran escaparme para verme con él. Quedamos en pasar el día juntas y mañana ir a la escuela, juntas también.

Matilde: Dile que no irás.
Jade: ¿Quién es?
Matilde: Es Mario. Dice que a las cuatro estará en casa de _____.
Jade: ¿No era que no tenían nada? –Le respondí rápido antes que Matilde diga alguna babosada. –
Tu: Es para el trabajo.
Matilde: No es para el trabajo.
Jade: ¿Entonces para qué es? ¡Santo Dios! ¿Por qué no sé nada de sus vidas? ____ Le dirás que no y lo citaras para mañana. No puedes dejarnos, quedamos en pasar este día juntas y también la pijamada.
Tu: Esta bien, le contestaré.

Bueno, en contra de mi voluntad le respondí lo que no quería; ''Mario soy ______, estoy en casa de Matilde y no me dejan ir. Lo que pasa es que les prometí quedarme con ellas hasta el otro día, mañana será :('' Luego de dos minutos me respondió; ''Oh está bien, lástima, porque quería verte y contarte un par de cosas. Nos vemos mañana. ''