Curve mis labios y analice su rostro. Mierda. Parece molesto... tiene la misma puta mirada de antes; fría, distante, seria. Mire mis manos, que él este así me pone nerviosa.
Tu: Hola. –Lo saludé sin mirarlo, mordiéndome el labio para no tartamudear. –
Mario: ¿Estas por salir a algún lado? –Me pregunto siendo normal. –
Tu: No ahora. –Le respondí mirándolo, trague saliva y él me miraba como si nada. Como si no se sintiera incomodo haciendo así, tan descarada-mente. –Bueno, siendo sincera, una parte de mí está bailando porque vino. Pero la otra está molesta y de brazos cruzados, exigiéndome que le pregunte porque se está comportando tan así de... idiota.
Pero la parte contenta es más poderosa que la enojada. Me dice que si el vino es porque le importo y quiere estar conmigo. Bueno, hice a un lado mis dos consejeras y pensé por mi cuenta.Haber ____, piensa. El no vino solo para saber como estas. El vino para quedarse e impedir que salgas. Es tan raro, tan difícil e inatendible. A veces se comporta de una manera, luego de otra, y ahora de esta ¿Qué sigue mañana? ¿Otra versión de su carácter?
Lo invite a pasar, nos sentamos en el sofá. El seguía igual no se qué mierda decir.
Tu: ¿Cómo estás? –Le pregunte intentando cambiar su ánimo. ''Hay ____, ¿Cómo va a cambiar su ánimo con una pregunta tan tonta y mal usada para situaciones como estas?'' Me sentí idiota ante el sarcasmo de una de mis consejeras. –
Mario: Bien. ¿Tu?
Tu: Igual. –Le respondí decepcionada por mi falta de inteligencia. Creo que hablarle lo hizo enojar más y ni me mira. – ¿Estas enojado?
Mario: No.
Tu: No soy estúpida. ¿Es por la salida con Jan verdad?
Mario: Ah, no se a que vine. –Comento perezosamente. Sonó el teléfono. –Mierda.
Fui rápidamente a atender, Mario se estaba parando para irse y hasta me dijo adiós, lo rete y le dije que no se mueva. Se quedo callado y se sentó de nuevo, eso me hizo reír en mis adentros.
Tu: ¿Hola? –Atiendo con frustración, espero que no sea mi familia porque necesito cortar rápido. –
Matilde: _____ encontré unos tacos color crema, tienen 8 centímetros, casi nada.¿Casi nada? Yo las pocas veces que estuve con zapatos altos casi me mato.
Tu: Oh Matilde, no iré... vino Andrés. –Le mentí susurrando antes que me insulte. –
Matilde: ¡QUE MALDITO! –Grito con odio. Le eche una mirada a Mario. Estaba sentado donde le dije, enviando mensajes desde su celular. –Oh _____, yo quería que vallas. Encima, Jan me llamo hace rato, me pregunto si íbamos a ir porque si no saldría a otro lado. ¡Y ya le confirme!
Tu: Mierda, no importa, yo hablo con él. Lo llamaré.
Matilde: ¿No puedes ir así como estas?
Tu: ¡No! Dentro de un rato me dolerá todo. –Le dije en voz baja. –
Matilde: Oh está bien. Mañana pasaré por tu casa apenas me levante.
Tu: No, mañana quizá duerma todo el día o no sé. Paso yo por tu casa en la tarde. Bueno, debo colgar, espero que te diviertas. Cuídate y no tomes nada. –Le dije de buen humor, no espere su respuesta y corte. –Quede mirando el suelo. Soy tan estúpida... las palabras se me salieron de la boca sin pensar. Ya sé que sentirá Mario; Orgullo. Orgullo porque consiguió lo que quería, sí Matilde se entera la verdadera razón por la cual no fui. 1: me mata con insultos. 2: Uno de sus insultos seria ''Eres una dominada'' siento que la escucho en mi oído, será la culpa.
En una hora llamo a Jan... porque me dijo que 8 y 30 recién estaría en su casa. Y son las 7 y algo de la noche.
Bueno, Mario envía mensajes, de seguro ni cuenta se da que lo estoy mirando sin saber que decirle.
''_____ utiliza tus encantos para que se le pase el supuesto enojo'' Me aconsejo mi subconsciente. ¿Le hago caso? "Sí _____ hazle caso, servirá." Me dijo una de mis aconsejadoras.Me le acerque en silencio, estando el de espaldas, sintiéndome estúpida por lo que aun no hice.
Me siento estupidaaaaa, no voy a ir por él. Porque no me interesa ir a una fiesta sin ganas con tal de complacer a un amigo, yo soy de las que va igual. Pero Mario malditooo. ¿Qué me hiciste?Trague saliva y le di un beso en la sien derecha. Puse mis brazos cruzados cerca de su cuello, como abrazándolo.
Tu: De todas formas, no quería ir. –Le susurre, seguido de un suspiro en el aire. –
Mario: ¿Por qué el suspiro? –Pregunto, su voz por fin se había puesto más cariñosa. –
Tu: No es nada.
Mario: Puedes contarme.
Tu: Es que, en verdad, no fue por nada. –No dijo nada, luego me separe –Ven vamos afuera, siento que me ahogo aquí.Salí por la puerta de la cocina y se la deje abierta. Me senté en la mecedora para dos que estaba aquí en el patio, la moví así se hamaca un poco. Mire el césped cubierto por el roció. Tendría que estar contenta, pero no lo estoy tanto.
Mario: ¿Por qué esa cara...? –Su voz se escuchaba preocupada. Se sentó al lado mío. Y me recosté en su pecho, el paso su brazo detrás de mí. –No me respondiste.
Tu: –Respire hondo, no sé porque estoy así. Luego las palabras salieron sin que las piense. –Los extraño.Luego de eso solté un gran suspiro, mis labios eran una línea recta y mi vista estaba concentrada en el césped. Mario no me dijo nada, supongo que no sabe como consolarme. Luego hablo:
Mario: Ya los veras la semana que viene cariño, no estés mal.
Esperen, esperen ¿Me dijo cariño? Abrí los ojos como platos mientras los latidos de mi corazón aceleraban, me mordí el labio y sonreí como idiota. Ni le respondí, solo me dedique a repasar ese ''Cariño'' mil veces en mi mente.
Tu: Me gusta que me llames así.
No, eso no tenía que decirle. Solo fue un pensamiento y sin darme cuenta lo pensé en voz alta. Idiota ____.
Mario: Qué bueno. –Luego acaricio mi mejilla con su dedo índice. –
Después empezó a contarme un poco de él, nada íntimo, porque le había pedido eso. No sé mucho de él.
Me conto que sus padres se casaron dos años antes de que el naciera, luego vino Doniya y tres años después Alejandra, también que ahora viene en camino Safaa.
Tu: ¿Enserio tu mamá está embarazada? –Le pregunte sonriente mientras alzaba la mirada para verlo. –
Mario: Sí, seis meses. –Me dijo sonando orgulloso. –
Tu: Aw –Sonreí unos momentos, imaginando un bebe como Mario pero versión femenina. –
Mario: ¿Te gustan los bebés?
Tu: Sí... siempre le pido a mi mama que se embarace de nuevo, pero no quiere.
Mario: ¿Por qué? –Pregunto extrañado. –
Tu: Supuestamente ella, porque ya esta grande.
Mario: Ah... entiéndela entonces, sí es mayor, puede correr riesgos. –No le respondí, tenía razón. –
Tu: Mario, te preguntare algo pero no te enojes de nuevo. –Le dije mirándolo a los ojos. –
Mario: No me enojé. –Me susurro frunciendo un poco el seño. Lo mire un rato. Ambos sabemos que si se enojo. –Bueno, quizá un poco.
Tu: ¿Por Jan verdad?
Mario: No tanto por él. Sino que me entere de algo que no me dijiste. –Me confesó mirando al frente. Oh Dios, no otra vez. –
Tu: ¿Qué te enteraste? –Le pregunte confundida. El giro la cabeza y me miro, con el seño totalmente fruncido. –
Mario: Se te paso contarme lo que Niall. –No le dije nada, solo baje la mirada. –Tuve que enterarme por él y, por la forma en la cual te describió acerca de esa noche, casi lo golpeo hasta el fin.
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Cambiaste Mi Vida
RomanceEsos ojos, esos maravillosos ojos miel me flecharon y no pude dejar de mirarlos por más que quisiera. Basto un minuto para que mi vida cambie por completo y valla por un buen camino... uno mejor. Me llamo (tu nombre) ______, tengo 14 años y vivo en...