Cambiaste Mi Vida

Capitulo 41

  Lo abracé, importándome mierda el tiempo que he tardado. Me da tanta pena lo que paso, que horror. Lo que me contó me hizo sentir débil de la impresión que me dio, cuando soltaba cada palabra, sentía mis huesos debilitarse y mi cuerpo encogerse hasta hacerse pequeñito.

Ahora comprendo todo... le venía a la mente eso cada vez que lo notaba triste o pensativo.
Ahora comprendo porque ayer tenía esa cara de que lo habían atropellado y me beso de esa forma tan intrigante... le pasaba todo esto.

Tu: Hay algo que no te digo con mucha frecuencia... pero te quiero ¿sabías? –Le mentí mientras acariciaba su cuello con mi nariz –
Mario: De hecho, nunca me lo dijiste. –Me dijo abrazando mi cintura. –

Nunca te lo dije porque no es lo que realmente siento por ti.

Tu: Bueno, ahora te lo dije. –Le sonreí, triste por dentro, y él lo hizo de la misma forma. –
Mario: Yo también te quiero. ¿Te lo he dicho?
Tu: Sí, si me lo dijiste antes. Pero siento que paso una eternidad desde la última vez.

Eso fue muy sincero.
Luego me dio un beso corto y me dijo que me quería y lo repitió unas cien veces. Lo miré mientras me lo decía, él tenía el brillo tiernísimo en los ojos que me aseguraba que no mentía. Espero no perderlo ni lastimarlo nunca porque me estoy dando cuenta de lo valioso que es este tonto al que a veces llamo Idiota.
Le sonreí y lo bese de una forma extraña. No sé de donde la saque, ah. Pero me gusto.

Mario: Quiero preguntarte algo. –Me dijo una vez que me separé. –
Tu: Dime. –Dije mientras cambiaba la emisora de la radio, en la que estaba pasaban temas del año del pedo. Deje en una donde estaban pasando uno de los nuevos temas de Justin Bieber, del cd acoustic. –
Mario: ¿Te gusta ese? –Me pregunto confundido. –
Tu: Shh, es sexy. –Contesté mientras le bajaba un poco el volumen. –
Mario: Si claro como digas. –Rio –
Tu: Bien, ¿Qué ibas a preguntar?
Mario: No... nada.
Tu: No. Ahora me dices.
Mario: Ya no importa.
Tu: Dilo. –Tomo un respiro –
Mario: Ya no importa _____.
Tu: Me enojaré si no lo dices.
Mario: ¡Esta bien! –Sonreí – Quiero saber si te estás tomando enserio esto.
Tu: ¿Qué cosa?

Ya sé a qué se refiere, solo me hacia la tonta jaja.

Mario: Nosotros _____.
Tu: ¿Qué si me lo estoy tomando enserio? ¿En qué sentido?
Mario: Vamos ______, contesta rápido que sabes a lo que me refiero.
Tu: Sí, me lo ando tomando enserio. –Conteste rápido. – ¿Tu no?
Mario: Claro que sí. –Me contesto rápido pareciendo 'ofendido' –
Tu: ¿Estabas dudando de cómo me lo estaba tomando?
Mario: No sé... eso creo.
Tu: ¿Por qué?
Mario: ¿Por qué, que?
Tu: Porque dudabas si me lo estaba tomando enserio o no. –Se encogió de hombros –
Mario: Supongo que no está mal salir de dudas. Para evitar cosas también...
Tu: ¿Cosas como que, Bautista?
Mario: Sufrimiento, por ejemplo.

¿Sufrimiento? No sé que me está queriendo decir realmente.

Tu: ¿Tuyo, mío o de ambos?
Mario: Era depende. Ahora quiero pedirte un favor enorme. –Me miro a los ojos y se me acerco. –

Estábamos a poca distancia y ver sus ojos tan fijamente me drogaba.

Mario: Prométeme que no te enamoraras de mí, ______. Aun no. –Me dijo, lo miré mientras mi respiración paraba. Estaba serio, no se estaba burlando ni nada. –

Cielos. Eso fue como una gran estaca enterrada en mi pecho. Mi respiración se acelero y tenía ganas de llorar, aunque no sabía porque, solo me aguante y baje la mirada pestañeando muchas veces.
''Mario, ¿Qué si ya me enamore? No puedo dar marcha atrás. ¿Qué aras? ¿Me dejaras? ¿Me obligaras a que me desenamore de ti? Creí que me querías tan solo un poquito de la forma en cómo yo te quiero... pero me di cuenta que no. Solo me ''quieres'' como se les quiere a los amigos. Un cariño ''simple'' del cual yo no quiero. ''
Tenía ganas de decirle eso. Pero no pude.