Capitulo 35

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  ¿Enfermo? ¿Mario? Es algo absurdo. Totalmente. El se ve sano, más que yo. Me niego a pensar que tiene alguna enfermedad.

Doniya: Tranquila. –Río. –Me refiero a enfermo a los celos.

Ah... ya lo sabía.
Sentí un alivio tremendo al escucharla decir eso.

Doniya: No solo con las chicas, sino también acá. Es insoportable.
Tu: ¿Qué dice?
Doniya: No se si te abras dado cuenta pero ni yo ni mi hermana salimos a ningún lado sin la compañía de él. ¡Lo detesto tanto cuando hace eso! Mis amigas solo vienen aquí. Y amigos no puedo traer, solo los veo en la escuela.
Tu: Pero, ¿y tu mamá?
Doniya: ¡Ni mi mamá puede con él! –Respiro hondo y luego siguió. –Ahora me está dando un alivio porque anduvo tan distraído que logre escaparme unas cuantas veces. Pero el otro día se dio cuenta y se enojo como nunca. Casi nos matamos si mamá no llegaba.
Tu: ¿Tan así? –Le dije aguantando la risa. Es que, me los imaginé –
Doniya: Sí, jaja, a veces me agarra la locura y me lanzo como una fiera. –Reí. – Pero, agobia tener la edad para salir y no poder hacerlo.
Tu: ¿Sabes porque es así? –Asintió y puse toda mi atención. –
Doniya: No quiere que nada nos pase, supongo. A veces siento que es porque papá nunca esta y cuando hizo su primer viaje... éramos chicos y le dijo a Mario que quedaba al mando. –Trago saliva. –Luego de un día para el otro comenzó a odiarlo y cuando viene a vernos Mario se va y no vuelve hasta que se valla. –Me miro. –Una vez estuvo una semana en casa de Mau.
Tu: Pero, ¿Por qué lo odia?
Doniya: No tengo idea. Como te dije, fue de un día para el otro... por ejemplo la semana pasada papá vino desde Orlando y cuando Mario se entero se largo todo el día y cuando nos fuimos él seguía en la calle. ¡Ah! Fue ese día... que paso eso.

¿Ese día que pasó eso? ¿Qué día? Le fruncí el seño confundida. Luego aterrice de las nueves. Ya sé que día.
Oh no. Entonces por eso Mario me pedía que no me valla y también me había dicho... recuerdo sus palabras: ''Ellas me dejaron. Quisieron irse con él y me dejaron solo'' Ahora todo calza.

Tu: Sí recuerdo que en su agonía me lo dijo aunque en ese momento no comprendí mucho.
Doniya: Oh... bueno así es.
Tu: ¿Con tu hermana menor cómo es?
Doniya: La adora y le espanta a todos los que se le acercan. Como conmigo. –Reí. –
Tu: ¿Enserio? –Asintió sonriendo. Iba a decir algo pero su teléfono la interrumpió. –

Fue a verlo no se adonde y me quede pensando en todo lo que me entere. Así que Mario odia a su papá... pobre, que habrá pasado. Con razón nunca lo nombraba.

Doniya: Un mensaje de Mario. Mira lo paranoico que es... –Me entrego el celular. –

''Estoy yendo a casa. Te conviene que no hayas hecho entrar a ninguno de tus amiguitos. ''
Me fue imposible no sonreír. Es tan idiota, celoso, controlador, gruñón...

Doniya: Iré por algo de comer. ¿Le contestas? Dile que estoy con alguien así se quiere matar. –Dijo y se fue. –

Es tan malvada jaja, se nota que a veces no lo soporta. Bueno, yo en su caso estaría igual.
Bueno haber ¿Qué le contestamos al Bautista?
''Estoy con una persona en mi habitación. Espero que cuando llegues no la espantes. '' Eso es muy rudo. Ah.

No me importo y se lo envié.
Lo veré. –Sonrisa tentadora. –Lo veré. Alta vergüenza ahora para explicarle todo. Tendré que aguantarme el papelón.
¡Ay! No me resisto. Quiero verle la cara...
Oh no...
Ahora que recuerdo el debe estar ''Caliente'' en el sentido de enojado... pero ya no importa. Apuesto a que se le olvidara cuando me vea.
¡Es cierto! Ahora que recuerdo tengo que reclamarle el beso que tenía en el cuello cuando llego. Oh genial, podre hacerme la enojada por más tiempo. Eso me encanta.
Pero hablando enserio, ¿Quién habrá sido? ¿Con quién se habrá metido? ¡Tengo que preguntarle a Doniya que es Venus! Lo olvide, que estúpida.
Ella llego con dos latas de fanta y tres rebanadas de pastel de chocolate.
¿Tres? ¿Mario ya llego? ¿Dónde está? Quiero saber.

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