Capitulo 30

342 18 0
                                    

  Y esta mañana amanecí en su cama, debajo de sus sabanas, envuelta en sus brazos, sintiendo sus tranquilos latidos de su corazón en mi espalda y apreciando los besos que me daba en el cuello al despertar.

Me moví un poco para poder darme vuelta y mirarlo, aun me sentía dormida y no recordaba del todo lo que había pasado anoche, pero no pude hacerlo porque él comenzó a acariciar mi brazo con su suave mano hasta llegar a mi hombro. Aaaaaaay eso me hizo dar más sueño, me sentía tan en las nubes... el tacto despertó todos los finos bellitos de mis brazos.
Después el se movió y se acomodo poniendo su mano en mi cintura. Luego sentí que algo me rosaba el cuello, eran sus labios y ellos me hacían una especie de cosquilleo por todos lados. Con solo pensar que sus labios iban a besarme allí me hacia estremecer completita, me avergoncé tanto cuando un sonido raro salió de mi. El se sorprendió pero no dijo nada, es más, rió sintiéndose orgulloso de que me hizo gemir con solo rosar sus perfectos labios en mi cuello.
Luego me beso allí y fue tan, ay, tan inexplicable. Quizá no sea la gran cosa, pero todo lo nuevo que intente con él para mi es/será mágico. Primero me besó, luego comenzó a morder despacio, a succionar y viceversa... me dolió solo un poquitín pero me gusto.
Deje que Nathan me lo hiciera dos veces, luego no lo deje mas porque la marca era horrible. Con Mario no me interesa, que lo haga las veces que quiera, a mi me encanta.

Cuando termino, me di vuelta, abrí los ojos y me senté en la cama. El muy desgraciado me miraba como un nene travieso que acaba de tomar un dulce a escondidas.
Me talle los ojos y respire hondo. Después volví a acostarme sin saber que tenía que salir rajando de ahí. Me acosté mirándolo y él se acostó conmigo.

Quería morirme, el estaba sin camisa y con el pelo mojado.

>>No mires su pecho, idiota, no lo mires. << Me repetía una y otra vez, intentando tener fuerza de voluntad. Pero, malditas hormonas que empiezan a brotar... las odio. Lo mire, si lo mire no me resistí y por eso me odio. Por ser débil y no soportar.
Tenia unas pocas gotas de agua por allí y por allá. Cuando las vi me dieron ganas de pasar mi dedo y secarlas. Tenía ganas, me moría de ganas de pasar mi mano por todo su pecho para saber que se siente. Pero no lo hice...
Me mordí el labio, pestañee y después lo mire a los ojos. Me veía serio, con una mirada rara, sus ojos tenían un brillo diferente. Cuando lo sentí acercarse solté mi pobre labio.

Mario: No se cómo llegaste aquí, ni que paso ayer. Pero es lindo despertar y verte dormir. –Su voz era sensualmente normal. Y como siempre, hablando despacio. –Aunque, desperté hecho mierda ¿Sabes? Pero ya tome algo. –Hubo una pausa –Aunque, no entiendo nada.

Luego de eso me quede sin habla. Recordé lo que paso anoche, lo fácil que caí, como me quede después de lo que no me hizo, como me deje dominar, como olvide el olor a mujer que tenia, el beso, las palabras que soltó en la noche mientras dormía, su comportamiento.

{Flashblack}

Mario: Duerme conmigo.

Al oír sus palabras lo mire fijamente, tenía sus ojos cansados a causa de la bebida. Suavizo el agarre y comenzó a acariciarme para que ceda a dormir con él.

Tu: No puedo. No está bien y me di cuenta que tu familia no está Mario. –Le dije despacio para que comprenda. Me senté en la cama y el puso su cabeza en mis piernas. Se veía tan indefenso... –
Mario: Se fueron y volverán mañana. Pero no quiero estar aquí para cuando lo hagan _____.

Su voz era tan rara. Si no lo mirara diría que hablo con un extraño.

Tu: Pero, ¿Por qué piensas eso?
Mario: Ellas me dejaron. Quisieron irse con él y me dejaron solo.
Tu: ¿Quiénes, Mario?
Mario: Mis hermanas, mi mamá. Se fueron _____, tú tampoco te vayas...
Tu: Mario, si quieres me quedo hasta que te duermas ¿bien? Pero tengo que irme... yo...

Cambiaste Mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora