Capitulo 72

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  Cuando estuvimos ya en casa de Jacob, me llenaron de preguntas. Termine contándoles todo y quedaron con la boca por el piso. Pero no les conté porque me molesté con él. Solo les dije que me había enojado porque quería hacerlo sufrir, pero hasta ahí nomas.
Con sus babosadas pudieron hacerme sentir mejor, más porque estaban los primos de Jacob y son súper divertidos. Estos le preguntaron por Esme, su ex novia, e hicieron que se sienta mal porque recordó como habían terminado.
Lo apapachamos y se le paso un poco. Luego Matilde comenzó a hablar de Louis y el corazón se me encogió.

Debo decirle, pero aquí no. No quiero que termine llorando.

Matilde: ______, amorsh, ¿duermes en mi casa hoy?
Tu: No sé si me dejarán... no arregle nada.
Matilde: ¡No importa, yo te presto!
Tu: Bien, pero dile a tus padres que hablen con los míos.
Matilde: Será pan comido nena.

Cuando se hicieron las siete, fuimos a su casa a pie, no quedaba tan lejos. Cuando llegamos su madre llamo a la mía avisándole que dormiría allí.
¡QUÉ COSA DORMIR CON ELLA! Ya me había olvidado de cómo era.
Comimos pizza y empanadas, mientras me mostraba en Tumblr fotos de actores sexies. Dijo que uno era perfecto para el papel de su libro ese... de sombras, y sí, era perfecto. Me importaba un pepino pero me hacia la que me importaba. Luego comenzó a contarme toda la historia del segundo libro y quería que la tierra me tragase al principio porque no quería que me lo contara, además, yo quería dejar de leerlos porque eran muy atrevidos.

Se dio por vencida y comenzó a preguntarme cosas de Mario, no tenía idea porque me las preguntaba.

Matilde: ¿Cómo te das cuenta cuando un chico quiere eso?
Tu: Que se yo.
Matilde: Anda, se que tu y Mario tienen sus encuentros. –Dijo y pude sentir su mirada. –

Me había prestado una piyama bastante cómoda, estábamos acostadas leyendo revistas.

Tu: Es que en verdad no sé. Creo que cuando... comienza a tocarte mucho.
Matilde: ¿Enserio?
Tu: Tú sabes más de perversión que yo, ¿Por qué me preguntas?
Matilde: No lo sé. ¿Se le paró alguna vez?
Tu: No pienso decirte.
Matilde: ¡JÁ! ¡Se le paró!
Tu: Cállate. –Le dije dándole la espalda. Es una estúpida, siempre me pregunta eso –
Matilde: Pensé que no se le podía parar. –Dijo burlonamente. –
Tu: Cállate, a Juanpa no se le para.
Matilde: No, a Mau no se le paraba jaja.
Tu: Eres una asquerosa.
Matilde: Muchas gracias. –Dijo riendo y luego tomo un poco de Pepsi, pero la tarada se ahogo. –Me imagine a ti y a Mario en plena acción, el todo pervertido y tu asustada en una esquina. –Me dijo sin dejar de reír como una retrasada –

Se veía tan feliz, no quería decirle lo de Juanpa. Mierda, ¿Por qué, Juanpa? ¿POR QUÉ?

Matilde: Hablando enserio... ¿tú y Mario nada de nada?
Tu: ¿Debería haber algo de algo?
Matilde: Mario tiene pinta de perver.
Tu: Lo es. –Dije sin pensarlo –Pero no quiero hablar de eso.
Matilde: ¡Lo es! ¡Dijiste Lo es! ¡O sea que sí hubo algo!
Tu: No.
Matilde: Suéltalo.
Tu: Enserio. Solo pequeños tactos inocentes pero nada más.
Matilde: Tactos inocentes, ejem, ¿Qué tactos?
Tu: NO los que te imaginas.
Matilde: ¿Te toca? –Asentí – ¿Lo tocas?
Tu: Ya basta, no quiero hablar de esto.
Matilde: Algún día lo soltaras todo.

Se puso de pie pero no la seguí con la mirada. Continúe pensando en cómo se lo diré.

Matilde: Mira ________, lo use con Louis el fin de semana.

La mire, hija de ****. Quede en estado de shock. ¿En verdad lo había hecho? Nosotras teníamos una promesa.

Matilde: Tranquila... es broma. –Me dijo más calmada y guardando ese coso. Suspiré y le di gracias a Dios –Está cerrado tarada, me lo dio la profesora de Salud aquel día. Y bueno... lo guarde.
Tu: Estaba por matarte.
Matilde: Sabes que ni loca lo hago.
Tu: Tenemos una promesa que hasta los 16 nada. Y no tienes ni 15.
Matilde: Te dije que ni loca lo hago...
Tu: Tienes que saber algo de Louis.

Cambiaste Mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora