Capitulo 67

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  Es viernes y en exactamente 24 horas será su cumpleaños.
Estuve llamando a cada rato a casa de Mario, me atiende su madre o Doniya. Siempre lo mismo: "Mario no está ¿Qué paso entre ustedes?" El otro día tuve el valor de presentarme en su casa porque me había hartado. Pero Doniya me dijo "Mario no está. Solo viene para dormir"
Me abrumé y me largue sin más nada que decir.
Mario volvió a ser como antes por mi culpa.
¿Le dirán que estuve buscándolo?

Hace unas horas, escribí una carta para él. Diciéndole todo lo que paso, como paso. Y al final le dije lo mal que me sentía y lo horrible que fueron estos días. No mencione cuanto lo necesité para no querer darle lastima, pero le dije que lo amaba y si quería creerme o no era su problema. Agregué también que esa era toda la verdad y que si fuera mentira no me gastaría buscándolo y escribiendo todo esto. Y que está en él si me perdona o no.
Casi al final puse que pensara bien lo que está haciendo, que no sea idiota y que termine este año siquiera. Que no le haga más dolores de cabeza a su madre, que bastante tiene con su nueva conducta.

A la carta la finalicé deseándole un feliz cumpleaños.

Había más cosas que quería ponerle pero... no las veía necesarias. Esa carta, la bautizaría como la "Carta que me partió el corazón" era una especie de carta-despedida porque ya veía hecho que él no me perdonaría.
O sea, le confesé que lo amaba. ¿Por qué tarde tanto en decírselo? Debí aprovechar cuando lo tuve para decírselo como debía... pero si eso era una "despedida" era necesario que supiera que siempre lo amé.

Tenia planeado entregarle la carta a Juanpa, que siempre ve a Mario en no sé qué Billar nuevo.
Me cambié con lo primero que encontré... eso consistía en unos jeans y una blusa naranja. Me peine así nomas y me mire al espejo solo al lavarme los dientes.
Baje a desayunar... desde que pasó lo que paso, la familia está más sonriente. Pero sé que fingen. ¿Por qué? Porque mamá y papá en las noches discuten. Antes sí discutían tenía que ser por algo groso... pero no. Últimamente anduvieron peleando por cualquier cosa. Hasta por la boleta del teléfono.

Mamá me dijo que lo del viaje era enserio, y que debía pensarlo bien.

Luego de desayunar salí para la escuela, a pie. Últimamente evitaba tomar el bus. Ir a pie consistía salir más temprano y llegar cansada... pero bueno.
Cuando llegue a la escuela fue lo mismo de siempre. Pasar por el pasillo de los deportistas grandes, y aguantar que me griten lo que querían. Era algo humillante. Pero ¿qué más podía hacer?
Cuando fui a mi casillero a sacar unos libros, me lleve la sorpresa más horrenda.
Habían hecho un graffiti en la puerta. "Pequeña Zorra" estaba en rojo y con letras escandalosas.
Lo abrí ignorándolo, sintiendo la humillación más grande de mi vida. Quería llorar, pero no. No enfrente de estas personas. Solo pasaban y se quedaban mirándome mientras reían.

Saque los libros y lo cerré. Luego levante la cabeza y camine como si nada hubiera pasado. Total, los de mantenimiento luego lo limpiarían. Solo tengo que... ignorarlo para que me afecte menos.

Cuando entre al aula fui directo con Matilde y Jade. Eran las únicas amigas que me quedaban... antes me hablaba con varias pero ya no me dirigen la palabra. Tienen miedo que también las "agredan".

Tu: ¿Y Juanpa? –Le dije a Matilde luego de saludarla –
Matilde: Ahora en un ratito entra ¿por?
Tu: Debo darle algo. –Dijo mordiendo mi labio –
Matilde: Oh... ______, ayer les dije a mis padres lo del boletín. –Me dijo y abrí los ojos como platos –

Santo cielo, había olvidado eso. Yo y Matilde falsificamos la firma de nuestros padres en nuestros boletines... les dijimos que los habían extraviado y para que estén tranquilos les mostrábamos exámenes falsos.
Ambas estamos en el horno. Yo tengo 6 materias bajas y ella 5.

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