186. Libre Al Fin...

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La frágil mano que sujeta el carboncillo se desliza lentamente por la áspera lámina trazando lo que parecen ser suaves rasgos de un ala que poco a poco ha ido tomando forma sobre las estrellas en el amarillento papel.

Acurrucada en el viejo sillón de cuero marrón de su habitación, Clarke parece absorta en algo que le apasiona pero a lo que lleva meses sin poder dedicar su tiempo. El dibujo siempre ha sido su mayor vía de escape, su manera de evadirse de la angustia y del dolor.

Cuando flotaron a su padre y la aislaron en la Jaula del Cielo, el dibujo fue su único consuelo. Lo único que la mantuvo cuerda. Su único aliento...

En un dejado rincón del arcón donde Clarke guardaba algunas de las cosas que de Arcadia había traído con ella, había encontrado el bloc escondido. Hacía tiempo que no pensaba demasiado en ello, pero Finn y ella lo habían encontrado mientras ocultaban a Charlotte junto algunos lápices y colores en el interior del refugio bajo el suelo.

Que irónico, ahora daría cualquier cosa, lo que fuese por volver a ocultarse allí. Por no tener que enfrentar este mundo, por conseguir mantenerse a salvo aunque sea estando apartada del resto. Daría todo lo que tuviese por volver a sentir esa clase de libertad.

Una ocurrente pero amarga sonrisa se dibujo en sus labios al pensar detenidamente sobre ello, y verdaderamente empezó a creerse en lo loca que la estaba consiguiendo convirtir ese persistente dolor.

Estaba perdida.

Sola y completamente perdida en una tormenta que no tenía intención alguna de amainar y que se preparaba para destrozar y destruir todo a su paso.

Una tormenta imparable.

Clarke que detuvo su mano apoyó el carboncillo sobre la hoja y cerro los ojos tratando de centrarse, de concentrarse en mejores pensamientos. Cuando otra inesperada sonrisa afloro en su herido rostro.

Cuando la suave risa escapó de sus labios Clarke se cubrió la cara con las manos en señal de respuesta. Ni siquiera sabía porque reía pero lo hacía. Esa clase de risa amena y recurrente tan característica en ella volvía a resonar como antaño por toda la habitación.

¿No era gracioso?

¿No era jodidamente gracioso lo que le había pasado a ella? ¿Lo que le había pasado a Finn?

¿No era algo tan absurdo, surrealista y disparatado el haber acabado todos así?

Joder, si que lo era.

Lo era, maldita sea...

Era descabellado.

Ilógico, incoherente.

Era...

Todo aquello era...

La enagenada risa se vio interrumpida por las más amargas lágrimas, cosa que hizo que Clarke rompiese en llanto aún más al esforzarse por evitar tratar de hacerlo.

Joder...

Joder, joder...

¿Cuando se había vuelto tan patética? ¿Cuando se había rendido a aceptar lo que viniese tal como viniese? ¿Cuando había renunciado a su vida? ¿A sus sueños? ¿Cuando había...?

El sonido de la puerta la sobresaltó interrumpiendo su llanto antes de apresurarse a secar sus lágrimas y comprobar que el camisón continuase en su sitio al dejar el bloc a un lado y moverse.

Al acercarse a la puerta se preparó mentalmente a pesar de la hora que era para enfrentar de nuevo a Lexa o quizás a su madre o a Bellamy pero cuando abrió Starlette era quien permanecía de pie en el umbral de la puerta en el solitario pasillo.

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 2... (#TheWrites)Where stories live. Discover now