196. Sorpresa

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Harper que tropezó con una piedra mientras caminaba a ciegas con las manos de Monty sobre sus ojos rió complicemente sintiendo desaparecer el calor del sol de su bello rostro.

—¿Pero dónde me llevas? —preguntó divertida alargando las manos a tientas—. El sol ha desaparecido de aquí, lo noto en el cuerpo.

Monty que no apartó las manos de sus ojos se sonrió mientras ponía atención por donde la hacía pisar en el suelo.

—Pronto lo descubrirás —murmuró él con media sonrisa—. Ten paciencia.

—¿Es una sorpresa? —sospechó Harper con un débil gesto sonriéndose—. Porque temo tus sorpresas...

Monty que dejó escapar una risita continuó caminando tras ella, conduciéndola por el largo pasillo hasta hacerla torcer a la izquierda.

—Espera, espera por aquí...

—Monty... —murmuró ella divertida no pudiendo ver nada.

—Vas a tener que confiar en mi —dijo él muy cerca de su oído entrando con ella por una puerta—. Porque confías en mi, ¿verdad Harper?

Harper que se sonrió al escucharle puso una cara evidente.

—Sabes que si...

—Ahora no abras los ojos voy a apartar mis manos tan solo un momento —murmuró Monty separándose unos segundos de ella.

Harper que mantuvo los ojos cerrados con fuerza se sonrió emocionada e impaciente, sintiendo de pronto como algo aterciopelado y suave cubría sus ojos de nuevo imitando las manos de Monty. Harper que sintió las manos de Monty anudar la venda tras su pelo se sonrió aún más inquieta.

—Ahora voy a necesitar que te quedes muy, muy quieta... —susurró él con una escondida sonrisa pasando la mano por delante de ella para comprobar que no pudiese ver nada de eso.

Harper que sintió como Monty volvía a colocarse tras ella tembló ligeramente de pura impaciencia y anticipación.

—Monty, ¿qué estás haciendo?...

—Shh...—la silenció él con una escondida sonrisa acercando sus manos muy lentamente a la cremallera de su vestido bajándosela muy lentamente. Harper que sintió la suave brisa sobre su piel se estremeció ligeramente sintiendo el vestido caer al suelo.

—Levanta tus brazos... —le pidió él con gentileza.

Harper que dudó un poco finalmente lo hizo y sintió como una suave tela la envolvía deslizándose por todo su cuerpo descendiendo por ella. No tenía ni idea de lo que Monty estaba haciendo pero en ese instante no le desagradaría que siguiese.

Monty que apartó despacio sus manos de ella se acercó a una silla y después se colocó frente a ella. Harper sintió el movimiento y se tensó ligeramente no teniendo ni idea de lo que estaba haciendo.

—Levanta tu pie derecho... —le pidió él quitándole la bota con cuidado y dejando su pie descalzo sobre el frío suelo—. Ahora el izquierdo...

Harper que obedeció levantó un poco la pierna sintiendo como Monty le quitaba despacio la otra bota y la ponía sobre el suelo. Harper fue a bajar el pie pero Monty acercó su mano enfundándolo en otro tipo de zapato que ella sonrió con desconcierto al apoyar en el suelo la pierna de nuevo. Monty que tomó su otro pie descalzo lo levantó con cuidado colocándole el otro zapato cosa que hizo que Harper repentinamente creciese unos centímetros.

Monty que se levantó del suelo se sonrió embobado nada más verla y cogiándola de las manos la hizo andar por la habitación. El sonido de los tacones hizo que Harper se sintiese una chica de nuevo y eso la hizo sonreír.

—¿Son tacones lo que siento? —preguntó Harper sin poder evitar una sonrisa en sus labios.

—Ven, quiero que te veas... —dijo Monty haciándola parar de caminar frente a un espejo—. ¿Estás lista para la sorpresa?

Harper que se impacientó se sonrió aún más impaciente asintiendo con la cabeza. En cuanto Monty tiró suavemente de la cinta deshaciendo el nudo y la venda cayó al suelo, los ojos de Harper tardarón una milesima de segundo en encontrar su reflejo en el espejo y a Monty de pie sonriéndose tras ella.

—Dios mio... —susurró Harper abriendo mucho los ojos viéndose entallada en un precioso vestido de gasa negra que hizo que enmudeciese y que la emoción se le subiese a los ojos. Estaba hermosa, absolutamente hermosa y así era como se sentía en aquellos momentos.

Monty que se sonrió embelesado viéndola a través del espejo tras ella puso sus manos suavemente sobre sus brazos inclinándose ligeramente sobre ella.

—Estás preciosa... —susurró Monty en su oído con una tierna sonrisa antes de hacerla volverse corrigiéndose embelesado—. Eres preciosa...

Harper que se sonrió absolutamente absorta en sus palabras cambió su cara a una mayor sorpresa viendo detrás de él una preciosa mesa decorada con velas y algo de cena y más atrás una preciosa cama decorada con flores del bosque. Sus ojos recorrieron la habitación y supo exactamente donde se encontraban, era el Monte Weather.

—Monty...

—Olvidate de lo que ocurrió aquí, olvidate de lo que ocurre ahí fuera —le pidió él tomándola del rostro con amor viéndola a los ojos con una enamorada sonrisa—. Hoy solo importamos tú y yo...

Harper que le escuchó no pudiendo evitar sonreirse embelesadamente sabiendo que aquello debía haberle tomado mucho tiempo el prepararlo, más aún teniendo que hacerlo a escondidas ya que el Monte Weather estaba practicamente vetado para ellos.

—Te mereces algo así y quiero que la sorpresa sea perfecta, tan perfecto como lo eres tú Harper —dijo Monty muy suavemente con una sonrisita dirigiendo su mirada a la habitación la cual había convertido en algo así como un nidito de amor.

Harper que se sonrió al escucharle le tomó del rostro besándole muy lentamente llena de amor antes de verle a los ojos con ternura.

—Gracias por todo esto... Tú me has devuelto la ilusión Monty, tú me has hecho tener fé en el futuro de nuevo...

Monty que le devolvió el beso muy tiernamente se sonrió besando despues sus manos.

—Te quiero...

—Yo a ti también, Monty —repuso ella llena de sinceros deseos—. Y yo a ti...

Sin duda había sido una inesperada sorpresa, y lo más bonito que nadie había hecho jamás por ella. Nunca olvidaría esa tarde, nunca.

Continuara...

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 2... (#TheWrites)Where stories live. Discover now