265. Quiero Recuperarla

404 32 24
                                    

El sol brillaba en lo más alto del cielo cuando Nathan Miller cargó la última caja de viveres para dejarlas junto a los otros en el interior del todoterreno que viajaría hacia el Monte Weather, Monty que estaba de pie junto a la puerta mientras listaba todo lo brindado a Pike y su gente no pudo evitar fijarse en él.

Nathan practicamente ni le miraba a la cara, era evidente que seguía enfadado con él igual que lo estaba Raven, igual que lo estaba Harper.

Miller y ella no siempre habían sido tan amigos pero de un tiempo para acá se habían vuelto mucho más íntimos algo parecido a lo que Jasper y él tenían, algo inquebrantable y leal hasta que todo se torció para ambos.

Era lógico que con lo que había ocurrido él ni le dirigiese la palabra.

—Y con esta ya son veinticuatro —se aventuró a decir Monty terminando de apuntar la última en el pequeño inventario—. Abby ha inyectado algunas de las frutas y las verduras, deberían empezar a encontrarse mal en un par de horas después de consumirlas como mucho.

Nathan que le escuchó se apartó cerrando de mala gana la puerta del jeep sin mirarle. Ya que tenía que tolerar su presencia mejor no darle demasiada atención a eso.

—Miller, vamos —intentó Monty un tanto tocado por la situación—. ¿Cuánto tiempo más vas a seguir sin hablarme? Ya te he dicho que lo siento, que no... no pretendía herir a Harper. Yo nunca le haría daño a proposito y lo sabes.

Miller que volvió la cabeza al oírle le dio una dura mirada.

—¿Te haces una idea de lo ridículo que suena lo que dices? ¿No querías herirla y a sabiendas de lo que ha pasado la llamas precisamente eso? —le acusó él un tanto molesto sacudiendo la cabeza—. Tú no quieres a Harper, Monty.

—¡Yo no sabía por lo que había pasado! —se defendió él con un desesperado gesto—. No es justo que digas eso, Nathan.

Miller que ladeo la cabeza al escucharle quedándose un tanto parado ya que ella no tenía

—No, lo que no es justo es que después de tanto tiempo juntos tú le digas que siempre has pensado eso de ella —le espetó Nathan con dureza dándole una dura mirada—. ¿Qué coño pasa contigo? ¿Tu madre te ha sorbido el cerebro o qué?

Monty que sabía que para eso no tenía excusa tembló ligeramente defendiéndose.

—Yo... no sé qué me paso, yo no soy así Nathan, tú me conoces, sabes que yo nunca le haría daño a Harper a conciencia.

—Pues se lo has hecho y ahora está hecha trizas por tu culpa —le espetó él realmente molesto—. Ni siquiera quiere levantarse de la cama, Monty.

Monty que cerro los ojos al oír eso no pudo sentirse más arrepentido en aquellos momentos.

—Y eso lo has provocado tú, no tu madre. Tú, Monty.

—No creí que estuviese tan mal, no creí que le fuese a afectar tanto, yo...

—Eres la persona que más quiere en el mundo, ¿creías que llamarla puta no le afectaría? —arqueando una ceja en tono obvio para que reflexionase sobre ello—. ¿Es que estás tonto o qué?

Monty que se llevó la mano a la cara apartando la mirada tremendamente afectado no pudo evitar sentirse peor ante todo eso.

—Quiero arreglarlo, Nathan. Quiero... quiero enmendar mi error, nunca quise herirla de esa manera, Nathan tienes que creerme. Créeme, por favor. Tú sabes que yo la quiero, sabes cuánto la necesito. Por favor, Nathan ayúdame a arreglar esto, por favor, por favor... —suplicó él sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas afectadamente—. Necesito recuperarla...

—No te la mereces —dejo claro Nathan sacudiendo la cabeza antes de pasar por su lado e irse de allí. De ningún modo iba a ayudarle a recuperar a Harper y que tuviese ocasión de hacerle más daño del que ya le había hecho—. No cuentes conmigo para eso, Monty.

Monty que le vio marcharse de esa manera se llevó las manos a la cara tremendamente afectado y mal, él quería a Harper. La quería de verdad, la quería. Él solo... ni siquiera tenía la certeza de porque lo había hecho, estaba mal por lo de su madre. Estaba herido y solo quiso desquitarse, Harper sencillamente estaba allí y él... dios, fue tan estúpido, tan cretino con ella...

Estaba arrepentido, verdaderamente arrepentido y aunque ahora mismo nadie le creyese, ignoraban cuanto lo sentía.

Raven que llegaba en esos momentos con una de las radios camufladas para meterlas dentro de las cajas se le quedo viendo y en cierta forma se compadeció de él.

—Mereces estar así por capullo pero anoche tuve una de las mejores de toda mi vida y me he levantado de muy buen humor así que te daré el consejo que no me has pedido —dijo Raven al acercarse a él para abrir la puerta y meter dentro de una de las cajas la radio—. A las tías no nos gusta que nos traten de esa manera y mucho menos que consideren que somos unas cualquiera así que la próxima vez que tengas la genial idea de compartir tus más íntimos pensamientos, cierra la boca y mantente calladito, Monty —haciendo un gesto al cerrar la puerta dándole una mirada—. Pasará mucho tiempo antes de que Harper te perdona si es que lo hace así que ahora no te vuelvas pesado, ni la atosigues ni la acoses porque es lo peor que podrías hacer...

—Pero quiero arreglar las cosas con ella, Raven —repuso él trastocado al escucharla—. Quiero...

—Haberlo pensado antes de llamarla así —interrumpió Raven alejándose de él para salir de allí.

Continuara...

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 2... (#TheWrites)Where stories live. Discover now