215. Desconcertador Sosiego...

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Roan, Príncipe de Azgeda que entra en las estancias privadas que comparte con la Heda de los Trece Clanes mira con cierto desconcierto hacia la puerta nada más acercarse a su cama deshaciéndose de su chaqueta.

Lexa que está sentada dándole la espalda en la suya termina de atarse el camisón ahora que ha salido de darse un largo y caliente baño. No ha querido comer nada por el momento aunque le han subido una bandeja.

Las predicciones de Nirrath Zarriah la mantienen sumida en la ensoñación de las imagenes futuras que ha visto pasar por su mente. Ese niño... ese pequeño niño, no puede ser real.

Aunque algo en su interior, algo muy instintivo y profundo dentro de ella le indica que lo es. Que ese niño está en camino y que haga lo que haga, llegará a este mundo muy pronto.

—¿Quién era esa mujer que me ha parecido ver salir de aquí? —preguntó él con contrariado gesto acercándose a la cómoda para dejar sus armas encima.

—No era nadie... solo una vieja amiga...

Roan que frunció el ceño al escucharla abrió el cajón sacando algo más cómodo que ponerse y giró la cabeza para verla allí.

—¿Una vieja amiga?

Lexa que se puso en pie se acercó al espejo llevándose las manos al largo cabello moreno comenzando a deshacer parte de sus trenzas mirándole a través del espejo.

—Así es...

Roan que se sentó sobre la cama deshaciéndose primero de una bota, y luego de la otra, la contempló viendo como se desenredaba el cabello consiguiendo soltárselo del todo.

—Vieja es, ¿pero amiga? —arqueó él ligeramente una de sus cejas—. Lo dudo mucho...

Lexa que no dijo nada al escuchar eso se deshizo de otro de los oscuros prendedores del pelo dejándolo sobre el mueble.

—¿No vas a contarme de dónde ha salido esa mujer? —cuestionó Roan unos segundos antes de levantarse, y acercarse a ella. Lexa que se apartó sutilmente se acercó al armario para abrirlo escogiendo de dentro la ropa que utilizaría mañana.

—Lo haría si fuese asunto tuyo —repuso Lexa acercándose a dejar sobre la silla su ropa antes de dirigir su mirada a él—. Pero no lo es...

Roan que la vio cerrar la puerta del armario al pasar junto a él ladeo ligeramente la cabeza, la notaba distinta. Mucho más apaciguada y serena.

—¿A qué debemos tanta calma y sosiego? —quiso saber él observándola con detenimiento.

Lexa que hizo un imperceptible gesto con indiferencia se dirigió a su cama abriéndola para entrar en ella.

—Algunas preguntas nunca deberían obtener respuesta... —contestó ella recostándose algo extenuada cubriéndose con las pieles para entrar en calor.

Roan que la observó largos instantes finalmente se alejó para ir a darse un buen baño y poder descansar algo. Había resultado ser un día tan interesante como agotador...

Continuara...

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 2... (#TheWrites)Where stories live. Discover now