201. Extrrañas Crriaturras

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Lexa que cruzaba los quejumbrosos e interminables pasillos de los enrevesados sótanos cruzó por delante de una celda donde una mujer a la que aún le faltaban un par de décadas para ser anciana se la quedo viendo con altivez y soberbia.

—Oh niña, cuanto sufrrimiento —articuló la mujer con ásperas palabras cargadas de conocimiento.

Su pronunciado acento no pasó desapercibido para la Heda de los Trece Clanes que no lo reconoció en el momento y se detuvo retrocediendo. Nada más hacerlo creyó que infundiría temor en aquella mujer más no era miedo lo que mostraban sus ojos sino respeto.

—¿Qué has dicho?

—Solo palabrras cierrtas que hierren almas como puñales en peligrrosos juegos.

Sus largos y descuidados cabellos que caían por debajo de su espalda parecían una maraña gris oscura que le otorgaban un misterioso aspecto con aquel harapiento atuendo cargado de apestosas pieles curtidas y huesos.

Lexa que se la quedo mirando largamente volvió la cabeza hacia atrás viendo al guardia que había conducido a Octavia a la celda volviendo.

—A está mujer no la he condenado yo —aseveró ella con voz férrea—. ¿Qué hace aquí?

La oscura mujer apreto sus labios ladeando la cabeza y sonriéndose ante su repentino interés.

—La anterior Comandante ordenó su encarcelamiento hace ya mucho tiempo —se apresuró a explicar el guerrero—. La mantuvo a su lado durante años y después de algún tiempo, la envió aquí abajo para su aislamiento.

—¿Por qué delito? —quiso saber Lexa que no tenía conocimiento de ello y mucho menos recordaba la presencia de aquella errante mujer por la Torre.

—No lo dijo —se disculpó el hombre por su desconocimiento.

La misteriosa mujer se la quedo viendo con tanto interés como predilección.

—Te rrecuerdo... —pronunció ella con una satisfecha sonrisa cerrando sus ojos con deleite—. Erras solo una niña cuando llegaste aquí y florreciste al mando de la Comandante. Yo prredije tu Ascensión y me encerraron porr ello...

—¡Callate vieja bruja! —ordenó el hombre golpeando los barrotes para que lo hiciese—. ¡No perturbes a la Comandante!

Lexa que escuchó eso volvió la cabeza viendo a la mujer disfrutar de aquello más que sufrir por ello. Había algo en ella, algo familiar que desconocía pero que resultaba extremadamente atrayente. Era todo un misterio y sus palabras no habían hecho más que despertar su curiosidad.

—Márchate —ordenó al hombre Lexa sin apartar sus ojos de ella.

El hombre que asintió con una reverencia se alejó por el pasillo dejando a la mujer sola con ella.

—No eres Trikru —advirtió Lexa con mesura y cautela—. Dime mujer, ¿de qué clan eres?

—¿Clan? —repuso la misteriosa extraña contemplándola para su deleite—. No perrtenezco a ningún clan, oh grran Heda. Vengo de tierras mucho más lejanas de los que tus clanes se extienden.

El rostro de Lexa cambió súbitamente al oír eso quedándosela viendo.

—Prrovengo de una árrida Nación un día orrgullosa y exterrminada porr tú gente, mucho más allá del grran marr de arrena del desierrto —reveló ella con férrea firmeza con las manos cerradas en torno a los barrotes—. Ningún serr podrrá hablarte de ella o conducirrte hasta sus asoladas tierras.

Lexa que endureció lentamente su rostro ya que pensaba en descubrir que tierras eran esas se desconcertó aunque no lo hizo notar disponiéndose a irse por el pasillo nuevamente.

—Enhorrabuena —murmuró la mujer con una vanidosa sonrisa contemplándola alejarse de ella.

Lexa que se detuvo nada más escucharla volvió orgullosamente la cabeza.

—¿Por qué?

—Porr esa crriaturra que llevas dentrro...

El rostro de Lexa que cambió al escucharla decir eso palideció ante la conmocion y la sorpresa. Lo último que esperaba oír de sus labios era algo como eso. Además eso no podía ser cierto, ella no podía... oh dios, había olvidado que si que podía serlo.

—Sácame de aquí y yo te ayudarre con tu prroblema —le ofreció la mujer con una recelada y ufanada sonrisa ladeando la cabeza con deleite en su celda.

Su destino era encontrarse con ella después de todo, Anya conocía eso y por eso se había encargado muy pronto de apartarla de ella.

Continuara...

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 2... (#TheWrites)Where stories live. Discover now