Un delicioso banquete servido sobre la mesa como cada noche honra a los Natblidas de Heda durante la cena. Toda clase de manjares, carnes asadas, frutas frescas y demás delicias llenan la mesa invitándoles a llenar el estomago tras un largo día de exigente adoctrinamiento.
Es una noche bastante agradable, especialmente hoy que celebran el comienzo de Indra como nueva maestra e instructora. Mañana será sábado y tendrán el día completamente desocupado para descansar de tanto ajetreo y tiempo para dedicarse a ellos. El domingo como siempre lo ocuparan en prepararse mentalmente para días venideros y nuevos retos.
Llegados a este punto nada queda por agradecer más que un buen respiro y con suerte nada de tensos conflictos entre ellos.
Ivory que está sentada junto a Treior observa de cuando en cuando como Indra discute con Aden sobre estrategias y técnicas que podrían servirle para elevar el nivel de Halena a lo lejos.
Hashelee que está a su lado se fija en como Aranae come en silencio y Keryon charla amigablemente con Yakut sobre visitar el lago mañana por la tarde.
Halena que también come en silencio mientras escucha las distintas conversaciones en el extremo de la larga mesa frente a Indra la verdad es que está más inmersa en las intenciones de Roan para con ella que en las intrascendentes conversaciones de ellos.
No confía en él.
Ciertamente, no necesita hacerlo pero él lleva toda la razón. Es el consorte de su madre, tiene cierta autoridad sobre ella aunque la palabra final siempre la tenga Heda. Él no va a ir a ningún sitio, va a quedarse allí y a envejecer junto a ellas así que tarde o temprano tendrá que aceptar ese hecho.
Además es el padre de Eilan, y ella no desea que ese niño crezca careciendo de la atención y el afecto del que siempre careció ella. Ella quiere algo mejor para él, amor, cariño, afecto... merece todas esas cosas y protección tanto por su parte como por la de Ontari y Lexa sabe que la va a tener. Eso le otorga cierta seguridad y también alivio.
Estar en paz con Roan sería restarle una carga más a Heda, y sabe que cuantas menos tenga que soportar todo será mucho mejor.
Por otro lado, lamenta mucho haberle causado problemas, si bien no fue su culpa que Titus la envenenase, si lo fue que Clarke, su madre y aquel hombre que llegó con ellas por poco perdiesen su libertad en aquellos bosques.
Contar con su amistad significa mucho para ella porque intuye de alguna manera que Clarke es demasiado especial para Lexa. Su inclinación, su deferencia hacia ella así lo demuestran. Ella la respeta, casi tanto como respeta a Lexa.
Su lealtad, su nobleza... acudió en su ayuda aún sin apenas conocerla. Su notable preocupación por ella le indicaba que realmente podía confiar en ella y no querría causarle ningún pesar más ni más dolores de cabeza.
Ontari le había contado como se había ganado el sobrenombre de Wanheda. Como su valor, determinación, coraje y entereza habían puesto fin a la implacable amenaza que suponía la Montaña desde inmemorables tiempos de flaqueza.
Era una guerrera.
Hubiese llegado del mismo Cielo o no, era una autentica guerrera y eso nadie podía discutírselo. Tal y como fuese, despertaba admiración en ella.
Ontari por otra parte suponía un misterio para ella. Era tenaz, fuerte, audaz, sabia, peligrosa y fiera. Había demostrado ser una aliada para Heda y sobretodo una formidable amiga para ella.
Mucho más aún, había demostrado ser como una segunda madre para Halena y se había preocupado tanto por su bienestar casi tanto como lo había hecho Lexa.
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Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 2... (#TheWrites)
Fanfiction#Premio The 100 Awards 2016. #Premio Prime 2017 Distinción Fluidez En La Trama. #1º Premio Fanfic PremiosParati17. #Nominación Triologías Premios Pluma 2017. #3º Premio Fanfic Saturno Awards 2019. Tras convertirse en el decimo...