227. Pecados Insalvables

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Lincoln tiembla bajo una manta en un escondido rincón de la destartalada plataforma petrolifera que regenta Luna y que es hogar de su clan. El sanador ha vendado sus costillas fajándolas para que el intenso dolor que siente sufra alguna clase de alivio le ha dado un té con hierbas curativas para mitigar el malestar pero él no ha querido beber apenas.

Sabe que merece ese sufrimiento por lo que le hizo pasar a Clarke. Todo dolor, por colosal que fuese era algo que merecía aún a costa de su desvelo.

Luna que se ha asegurado de que todo este en orden mientras su gente permanece reunida al calor del fuego disfrutando de la amenizada cena por historias de otros tiempos se acerca a él agachándose a su lado.

—Mashur dice que no quieres beber —murmura ella tomando la templada taza en su mano tendiéndosela—. No es debilidad combatir el dolor si puedes hacerlo...

Lincoln que sacudió la cabeza abrazándose aún más bajo la áspera manta tembló más al evitar su consejo.

—No... no lo quiero...

—La terquedad no es una cualidad de admirar en un buen guerrero —intentó de nuevo ella ofreciéndole la taza con un suave gesto.

Lincoln que supo entonces que no iba a dejarle en paz hasta que no tomase del dichoso té acercó su mano a tientas tomando la taza antes de beber un amargo sorbo de ella.

Luna que le contempló largos momentos se sentó junto a él quedándosele viendo.

—¿No vas a contarme qué es lo que te atormenta?...

Lincoln que dejó tembloroso la taza en el suelo desvió la mirada con doloroso recelo.

—No lo entenderías... no... no podrías hacerlo...

Luna que no apartó sus profundos ojos de él juntó sus manos sobre sus piernas.

—Nada a estás alturas puede sorprenderme...

—Esto si —le advirtió Lincoln con tristeza sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas reteniéndolas a duras penas—. Lo que he hecho Luna es imperdonable, es... solo un monstruo podría hacerlo...

Sus palabras intrigaron tanto a Luna que esta no pudo evitar llevar su mano a él para otorgarle confort.

—Lincoln, cuentamelo...

—No puedo... —murmuró él sintiendo las lágrimas rodar por su cara con resentido gesto.

—Has venido hasta aquí en busca de mi ayuda, claro que puedes hacerlo —insistió Luna con más preocupación por momentos.

Lincoln que cerro sus ojos con fuerza los abrió y se la quedo viendo, debía ser sincero, debía serlo o la culpa de la traición le devoraría por dentro.

—Viole a una chica Luna... —confeso finalmente sincero él para súbita sorpresa de Luna, que jamás le creyó capaz de algo así a él—. A una chica Skykru en los bosques de Polis... yo... yo no quería hacerlo... te juro por lo más sagrado que no quería hacerle daño pero la Jauría nos capturó y Andros quiso enfrentarme con ellos, sé que debí pelear, que no debí sucumbir a ellos... pero amenazaron con hacerle daño todos si yo no...

Luna que apartó la mirada no queriendo oír nada más sabía que forma de actuar tenían ellos, más de una de sus victimas había ido a parar al clan de Luna incluso algún que otro desertor de ellos.

—Yo... yo no quería Luna, yo... —lloró desconsoladamente él llevándose las manos a la cabeza absolutamente sobrepasado—. Tú me conoces, de haber tenido elección yo no lo hubiese hecho, yo... yo solo quería que continuase con vida, que ellos no se acercasen a ellas, quería... yo... yo quería...

Luna que posó la mano sobre su hombro queriéndole conceder algún tipo de consuelo cerro los ojos no pudiendo ofrecerle más desahogo que ese. Lo que acababa de oír había hecho mella en ella de una forma tan trágica que su corazón no pudo pasar por alto todo aquello.

—Luna... Luna por favor di algo... lo que sea... por favor... —imploró desesperado él buscando su rostro tembloroso.

—¿Qué puedo decir? —murmuró ella serenamente un tanto herida—. Me has decepcionado, Lincoln aunque entiendo lo que hiciste hay formas más piadosas de acabar con el sufrimiento de alguien. Podrías haberla matado, podrías haber sido valiente y podrías haberla salvado de ellos. Ahora no solo ella tendrá que vivir con su sufrimiento sino que de tu mente jamás se irá ese recuerdo...

—Lo siento... —musitó arrepentido Lincoln sin poder dejar de llorar en silencio—. No sabes cuanto lo siento...

—Aguardo pacientemente el día en que la calma y el sosiego llenen nuevamente tu vida de gozo, mientras tanto tendrás que lidiar solo con el dolor que te adormece... —murmuró ella antes de ponerse en pie para alejarse con su gente—. Arrepiéntete, arrepiéntete de verdad y ese dolor que sientes algún día te volverá más sabio y más fuerte. Aquí hay mucha gente la cual en su anterior vida cometió como tú errores insalvables, ahora sirven como ejemplo y con su fortaleza nos dan fé de que un cambio real es posible aquí dentro...—llevándose la mano al pecho con un gesto señalando despues todo aquello—. Tanto como aquí fuera...

Lincoln que se cubrió el rostro con la mano muy afectado llorando negó para si tan decepcionado consigo mismo como lo debía estar ella.

—Descansa Lincoln, descansa y cuando todo esto pase, hablaremos...

Continuara...

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 2... (#TheWrites)Where stories live. Discover now