Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 2... (#TheWrites)

243. Wadesha

Lexa que permanecía de pie hablando con Indra en uno de los pasillos vio descender a Halena a lo lejos no pudiendo evitar sentir orgullo de cuantos progresos Indra le contaba sobre ella.

Halena que llegó al último escalón disponiéndose a atravesar del pasillo para encontrarse con ellas, se cruzó de pronto con Nirrath Zarriah que salía de una de las puertas disponiéndose a subir las escaleras. Halena que aún no había tenido ocasión de encontrarse con ella en cuanto la sintió pasar por su lado y la piel de su brazo rozó la suya, Halena se volvió instintivamente tomándola por detrás del cuello antes de golpear con fuerza su rostro contra la pared y lanzarla hacía detrás haciéndola caer de espaldas al suelo.

Lexa que cambió su rostro al verla hacer eso sintió a Indra a su lado mover la cabeza.

Nada más Nirrath chocar contra el frío suelo, Halena sacó una daga de las correa de su bota pegandosela con fuerza al cuello clavando sus ojos de ella.

—¡Halena, detente! —ordenó Lexa dando dos pasos hacia ella viendo como los Natblidas descendían ya las escaleras atonitos ante la escena.

Indra que les hizo un gesto con la mano logró que todos se detuviesen a media escalera.

Nirrath Zarriah que se sonrió al sentir la afilada hoja rasgar finamente la piel de su cuello clavó sus ojos en los de Halena con resabida soberbia.

—¿Qué has hecho con ella? —siseó peligrosamente Halena ignorando completamente la orden de Lexa.

—Erres una Wadesha... —murmuró admirada Nirrath con un atisbo de deleitosa sorpresa.

—Anorah...—repuso desafiantemente Halena en voz baja enfrentando sus ojos con dureza—. ¿Dónde la tienes?...

Lexa que llegó rápidamente a ellas con asombro y consternación en el rostro no tenía ni la menor idea de a qué se referían ninguna de las dos pero Halena parecía muy dispuesta a matarla.

—¿De quién habla? —exigió saber Lexa a Nirrath unos pasos por detrás de ellas.

Nirrath que se sonrió orgullosa de su hazaña no apartó la mirada de Halena disfrutando de aquella sensación tan familiar que solo conocían las que eran como ella.

—Clarke —contestó Halena por ella sin volverse a mirarla sujetando con fuerza su brazo mientras su otra mano presionaba el cuchillo contra su garganta—. La tiene ella.

La expresión de Lexa cambió súbitamente y dio dos amenazantes pasos hacia Nirrath.

Indra que abrió aún mas sus ojos llevándose instintivamente la mano a la espada sintió enmudecer a todos en lo alto de la escalera.

—¡No! —le espetó Halena para que no se acercase a la pérfida mujer—. ¡No te acerques a ella!

—Erres estúpida niña si crrees que yo voy a...

Halena que agarró aún más fuertemente su brazo jaló de él bruscamente hacia arriba hasta que un chasquido resonó por todo el pasillo y Nirrath gritó al sentir el hueso salirse de su maltrecho hombro.

—No te lo preguntare dos veces —murmuró Halena amenazante arrastrando las palabras con rudeza.

—¿Porr qué no me tocas y lo averriguas? —se sonrió Nirrath desafiante deleitándose ante su evidente desasosiego levanto el brazo desnudo para que lo hiciese.

Halena que miró su brazo desnudo y luego a ella durante tensos instantes finalmente la soltó bruscamente separándose de ella. Nirrath que dejó escapar una carcajada llevándose la mano al brazo cubierto y herido gozó mucho al ver que no se atrevía a hacerlo.

—¡Guardias! —ordenó Lexa al momento escuchando a los guardias llegar a ellas para llevársela—. ¡Devolvedla a los calabozos! ¡Devolvedla!

Halena que lanzó la daga a sus pies se apartó de ella para ir a buscar a Clarke a donde creía que la tendría sin duda ella.

—¡Ya no puedes ocultarrte más, pequeña! —gritó Nirrath mientras se resistía a ser arrastrada a su celda—. ¡Ahorra todos saben lo que erres!

—¡Llevaosla! —ordenó aún más furiosa Lexa escuchando los locos desvarios de aquella decrepita vieja.

Nirrath que rió todo cuanto pudo regocijándose de aquella escena vio dirigirse a Halena a la habitación donde mantenía dormida a Clarke. Aquella tal y como había dicho era una hermosa, hermosa mañana.

Lo era porque estaba convencida de que sería la última que vería por décadas.

Continuara...