296. Te Necesite...

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Las primeras luces del alba apenas despuntaban sobre las colinas que rodeaban Arcadia cuando los guardias abrieron la celda de retención y Harper se adentrando en ella para llevar comida y agua a Lincoln tras el largo viaje.

Le habían encomendado esa tarea porque su turno estaba a punto de terminar y porque como siempre era la última en marcharse y la primera en llegar. Nadie mejor para confiar tal tarea.

Cuando Harper entró y su mirada se encontró con la de Lincoln la embargó una atroz preocupación. El trikru parecía herido, desquebrajado y devastado hasta puntos desconocidos para ella que dejando la bandeja a un lado se acercó a su amigo con angustiosa preocupación.

—Lincoln, ¿qué ha pasado? —preguntó ella sin entender haciendo por mirar a su alrededor—. ¿Por qué Octavia te ha encerrado aquí? ¿Por qué te han herido?

Lincoln que apenas fue capaz de mirarla tembló ligeramente al oírla con las palabras ahogadas en la garganta bajando su mirada al suelo lleno de pesar y dolor.

—Lincoln, mírame —le pidió Harper buscando sus ojos con mucha más preocupación—. ¿Qué ha ocurrido?

Harper se dispuso a insistir cuando de pronto la voz de Clarke la interrumpió.

—Harper, sal de ahí —le ordenó ella haciendo un gesto con la cabeza.

Harper que se puso en pie desconcertada se volvió para mirarla justo cuando Abigail llegaba tras ella.

—Clarke...

—He dicho que salgas —le espetó Wanheda a la joven guardia rubia que sin entender nada salió de la celda de detención, pulsando el botón que la cerraba de nuevo.

Abigail que no entendía nada de nada se aproximo a su hija con angustia y preocupación sintiendo la fría actitud distante de ella no solo consigo sino también con el resto.

—Clarke, tenemos que hablar —le pidió Abigail llegando a ella antes de tomar su rostro entre sus manos—. Cariño, cuéntame qué ocurre, qué te pasa para que estés así...

Harper que también se percató del cambio en ella pasó por detrás de ambas haciendo un gesto a los guardias para tomar el pasillo y concederles algo e intimidad.

—Clarke, por favor habla conmigo soy tu madre —insistió Abigail al no encontrar ni un ápice de amor en los ojos de su hija al devolverle la mirada—. ¿He hecho algo que te haya molestado?... Si es así, me disculpo contigo, sabes que esa nunca sería mi intención, yo... —angustiada tratando de hallar una explicación—. ¿Es por Marcus? ¿es por él?... porque si es por él yo...

—No me protegiste —la interrumpió Clarke enfrentando sus ojos fríamente.

El rostro de Abigail cambió paulatinamente al entender que Marcus Kane no tenía nada que ver en todo aquello.

—¿Qué? —murmuró Abby sin entender retrocediendo ligeramente para poder verla.

—En aquel bosque —aclaró Clarke serenamente enfrentando bien sus ojos—. No me protegiste.

—Clarke...—musitó Abby sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas de la recordada impotencia de aquellos días.

—Tampoco me protegiste cuando más te necesite en el Arca —continuo ella hablando sin apartar sus ojos con fijeza de los de Abby sin ningún remordimiento al verla llorar de esa forma—. Flotaron a mi padre, me encerraron y aún así, ¿qué hiciste tú?...

El rostro de Abigail cambió no sabiendo que sintiese todo aquello y una presión intensa atenazó su pecho.

—Seguiste trabajando para ellos...

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 2... (#TheWrites)Where stories live. Discover now