198. ¡Muerto!

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El sonido de las pesadas botas de Bellamy irrumpiendo en uno de los pasillos hizo que uno de los centinelas levantase la cabeza junto a una de las puertas. Bellamy que se dirigió directamente a la habitación de Nylan abrió la puerta de golpe sobresaltando al chico que estaba de pie junto a la mesa.

—¿Qué ocurrió en ese campamento? —preguntó Bellamy con mucha más dureza de la pretendida.

El chico que levantó la mirada tembló ligeramente haciendo un gesto.

—Yo...

—Sé que ocurrió algo más de lo que todos habéis contado aquí así que empieza a hablar —dijo Bellamy directo—. Clarke no va a decirme nada, y Abby no está preocupada, así que no parece saberlo. A Starlette ya no puedo preguntarle, y Lincoln ni siquiera me devuelve la mirada así que dime que coño ha pasado Nylan o lamentarás no hacerlo.

Nylan que apartó la mirada al escucharle tragó despacio, no sabía que tipo de relación tenía ese chico con ellos pero sabía que era importante para todos ellos.

—No pasó nada...

Bellamy que no tardaría mucho en perder la paciencia le lanzó una mirada paciente acercándose a él.

—Nylan...

Nylan que le vio acercarse se apartó de él instintivamente antes de atreverse a responderle.

—Pregúntale a ellos.

Bellamy que vio el dolor y la vergüenza que reflejaban sus ojos al no poder enfrentar su mirada se tensó ligeramente al verle hacer eso. Una vaga idea cruzó su mente, una fugaz pero intensa. Una bastante dolorosa de ser cierta.

Un escalofrío le recorrió la espalda y las manos comenzaron a sudarle por los nervios. Bastó un instante para que todas las piezas hiciesen clic en su cabeza y otro para que el cuerpo comenzase a temblarle sopesando eso.

Las lágrimas de Clarke, su lamentable aspecto. La mirada vacía en sus ojos, la tristeza que parecía envolverla. El esquivo rostro de Lincoln, ni siquiera se miraban entre ellos desde que llegaron.

Bellamy retrocedió un par de pasos necesitando apoyarse de algo, Nylan que en cuanto este le miró supo que lo sabía apartó el rostro afectado.

—Alguien le hizo daño —advirtió Bellamy contrariado, mirando a Nylan dañado—. Clarke... ella... alguien le hizo daño.

Nylan que le escuchó bajó la mirada al suelo luego asintiendo.

Los ojos de Bellamy que permanecieron abiertos mientras toda clase de ideas y pensamientos llegaban a su mente superponiéndose unos a otros, tembló más haciéndose una ligera idea de a qué se estaba refiriendo.

—¿Quién...? —preguntó Bellamy conmocionado con un deje en la voz—. ¿Quién hizo eso? ¿quién lo hizo, Nylan?...

Nylan que le escuchó tragó afectado antes de elevar sus ojos para verle sin intención alguna de revelarselo.

—Fue ese amigo tuyo —dijo Emori mirándole fijamente desde la puerta con algo de ropa para Nylan de la que se habían adjudicado ella y Murphy.

Bellamy que la escuchó abrió los ojos de par en par mientras volvía la cabeza quedándosela viendo en la puerta.

—Ese que tanto abrazaba a tu hermana —no pudo evitar pronunciar ella con súbito desprecio en la voz—. Espero que te sirva —dijo a Nylan mostrándole la ropa antes de dejarla sobre una silla saliendo de la habitación.

Nylan que se había quedado sin habla al oírla, dirigió su mirada al instante hacia Bellamy viendo como las lágrimas recorrían en silencio su rostro mientras su rostro iba cambiando poco a poco de pálido a traslúcido para luego tornarse más encendido y furioso. La respiración se le aceleró, una nube escarlata cegó sus ojos, el corazón latió con fuerza dentro de su pecho retumbándole en los oídos. El cuerpo entero le tembló mientras cerraba los puños.

Nylan que abrió mucho más sus ojos le vio darse la vuelta y se apresuró a acercarse a él para pararle de algún modo asustado.

—Es... espera...—murmuró él entrecortadamente acercando sus manos para pararle adivinando sus intenciones—. Bellamy, espera...

En cuanto sus manos agarraron su escurridizó brazo Bellamy le apartó de él haciéndole caer contra el suelo saliendo de la habitación echo una furia. Emori que estaba a punto de entrar en la suya le vio pasar como un rayo tras ella e instantes después asomarse a Nylan con la boca abierta.

—¿Qué has hecho? —articuló conmocionado él nada más posar sus ojos en ella.

Emori que era una orgullosa guerrera enfrentó sus ojos moviendo imperceptiblemente la cabeza antes de reponer con firmeza.

—Tenía derecho a saberlo.

Bellamy que caminaba con paso determinante y recto sabía perfectamente donde encontrar a Lincoln, lo sabía porque era donde mismo le había dejado desde lo de Clarke. La rabia que sentía en esos instantes, el odio que le consumía, esa cólera... Nada era equiparable al daño que él le había hecho a Clarke pero Bellamy le destrozaría por ello. En cuanto atraveso el umbral de la escalera y ascendió los escalones llegando a la planta de arriba con la rabia cortándole el aliento apretó los dientes dirigiéndose directamente al final del pasillo donde la puerta del salón donde se celebraba la reunión de la Coalición permanecía cerrada.

—En cuanto a ese escabroso asunto —dijo Krevor, nuevo embajador de Polis al resto—. Solo debemos lamentar no haber tenido conocimiento antes y por supuesto...

Sus palabras que se vieron interrumpidas por el brusco sonido de la puerta al abrirse de golpe apenas rasgaron el aire, se cortaron y su rostro cambió al ver a entrar a uno de los más reconocidos miembros de Skykru. Todas las miradas incluídas las de la Heda de los Trece Clanes y la de Roan Príncipe de Azgeda se elevarón nada más verlo pero a Bellamy eso no le importó.

Señaló con el dedo a Lincoln pronunciando palabras con tanta rabia que creyó que le mataría con eso.

—¡Estás muerto! —gritó Bellamy abalanzándose contra él antes de tirarle al suelo, Lincoln que apenas pudo decir nada y no por falta de ocasión sintió un duro puñetazo en la cara que hizo que su cabeza chocase bruscamente contra el suelo. Bellamy que le agarró con fuerza de la camisa le sacudió con rabia sin poder parar de machacar su rostro con fuerza no se detuvo ante toda la caliente sangre que manchaba su mano—. ¡Muerto!

Lexa que se puso en pie de golpe ante la violenta escena no supo que ocurría pero ese no era ni lugar ni el momento. Roan que dirigió la mirada hacia ellos fue a llamar a los guardias pero Ontari se adelantó habiendo abandonado su silla antes de agarrar a Bellamy por detrás y en un rápido movimiento pegarlo contra el suelo.

—Detente chico —susurró amenazante ella muy cerca suya sintiendo a Bellamy forcejear fuertemente bajo el peso de su cuerpo echando hacia atrás aún más su brazo—. O te detendré yo...

—¡Guardias! —gritó Roan viendo rápidamente a los guardias del salón reaccionar y acercarse a ellos—. ¡Apresad a Bellamy kom Skykru, miembro del Pueblo Celeste!

Lexa que vio como Ontari le levantaba para entregarlo a los guardias no podía creer lo que estaba viendo pero al ver a Lincoln echo una maraña ensangrentada en el suelo señaló a uno de los guardias.

—¡Llevadle a la sanadora, vamos! —ordenó ella inmediatamente mirando ahora a los miembros de la Coalición—. ¡Está reunión queda clausurada! ¡Todos fuera!

Al verla así nadie se atrevió a discutir nada al respecto y viejos y nuevos embajadores y delegados se levantaron de la mesa dispuestos todos a abandonar la sala a expensas de las palabras de Heda.

Fuese lo que fuese lo que había pasado, era algo que solo le competía tratar a ella.

Continuara...

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 2... (#TheWrites)Where stories live. Discover now