Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 2... (#TheWrites)

189. Innecesarias Respuestas

Treior que se frotaba los ojos con sueño se asomó junto al resto de sus compañeros a la terraza viendo mucho movimiento abajo.

—Me duele todo —murmuró adormilado antes de bostezar—. ¿Por qué estáis despiertos?

—Una chica se ha precipitado al vacío —repuso Hashelee al volverse viendole acercarse a ellos.

Treior que abrió mucho los ojos puso una cara al ver abajo la escena.

—Oh dios...

—¿Quién es? —preguntó Keryon a los chicos no pudiendo distinguirla tanto desde arriba.

—No quién Aranae quisiera...—reprimió una sonrisita Hashelee viendo a Aranae lanzarle una mirada a un par de chicos de ella.

Aden que estaba realmente angustiado puso una cara al escuchar a Hashelee mirando a Aranae. Ella no haría algo así, ¿no? Ella no le desearía la muerte a Halena, ¿verdad?

—Pobre chica —murmuró Ivory al verla abajo.

—Das por hecho que lo es, pero a lo mejor no se ha lanzado y la han empujado, a lo mejor era mala y Heda le ha dado su merecido —replico Yakut con gesto dudoso.

—No sabemos que ha podido pasar, dejad de especular con eso —interrumpió Aranae con gesto molesto.

Hashelee que la vio de aquella forma se sonrió apartándose para regresar a su cama.

—Mejor ella que otras...

Aranae que le dedico una dura mirada a lo lejos sintió de pronto una mano sobre su espalda que la hizo sobresaltarse. Al volverse, Aden la estaba mirando.

—Ignórala, sabes que solo intenta provocarte.

El resto de los chicos que entre rumores y especulaciones entraban ya dentro para volver a la cama ya que en breve despertarían para entrenar les dejaron solos.

—Pues lo consigue más de lo que quiere —masculló Aranae molesta apartando la mirada fastidiada—. Empiezo a estar un poco harta de ella...

—No le hagas caso, Hashelee es así —intentó tranquilizarla él, viendola disponerse a entrar dentro antes de pararla con la mano—. Espera...

Aranae que se volvió a mirarle hizo un gesto expectante.

—He oído algo que... bueno, sé que no es verdad, que no puede ser pero... pero quería preguntártelo porque es algo que no me puedo quitar de la cabeza.

—¿Qué cosa? —preguntó ella desconcertada mirandole.

Aden que no se atrevió a preguntarle al ver la forma en la que ella se le quedaba viendo tragó lentamente sabiendo que en el fondo Halena llevaba razón. Ese brillo en sus ojos la delataban.

—Nada, solo... solo quería saber si Indra ha sido demasiado dura contigo por hablarle así a Halena...

Aranae que le escuchó hizo un gesto sacudiendo la cabeza levemente.

—No me ha dicho nada —dijo ella apartándose para volver dentro con algo de sueño, debía aprovechar lo poco que quedaba para la mañana y el entrenamiento.

Aden que se quedo solo de pie en la terraza, bajó la mirada al suelo quedándose pensando acerca de ello. Aranae y él siempre habían sido buenos compañeros, líderes natos inmersos en aquello. Ella fue la primera en recibirle cuando llegó a Polis para su aleccionamiento uniéndose así a la élite de los Natblidas de Heda. Su relación había crecido, como habían crecido ellos pero nunca antes había visto interpuesto alguno de sus sentimientos.

En la lucha eran rivales no compañeros. En la convivencia eran amigos, más no contrincantes. Su relación se basaba en el respeto, la tolerancia y el constante sano enfrentamiento. Ese tira y afloja que resucitaba el ímpetu de ambos y que les convertía en mejores adversarios en el ejercicio.

Ella no podía sentir amor por él, no como el que había comenzado a sentir él por Halena. Era imposible, era...

Santa Heda, era cierto.

La forma que tenía de mirarle, el tono de voz que adquiría siempre que salía en su defensa, la manera en la que tenía de atacarle últimamente que la convertía en errática y descuidada, en imprudente.

¿Cómo no se había dado cuenta de eso? ¿Tan distraído había estado en si mismo cómo para no darse cuenta de que ella estaba sufriendo eso?

Aden que cerro los ojos sacudió la cabeza, si es que sin quererlo se veía inmerso en cada embrollo que ni él mismo imaginaba. Halena tenía mucha razón, cuanto le quedaba aún por aprender...

Cuánto.

Continuara...