Aprieto mi cabeza con mis manos y apoyo los codos en la mesa. «¿Cómo llegué a esto?». Es un gran cambio en la historia. Definitivamente, esto ya no es lo mismo que lo que conocía. Ahora, sé que cualquier cosa podría ocurrir.
—Ahora, chicos, podrán salir a su receso. Después, vuelvan al salón para encontrarse con su nuevo sensei —dijo Iruka y todos se apresuraron a salir.
Seguía analizando todo en la misma posición. Si tomé el lugar de Sakura en el equipo 7, ¿tengo que hacerlo también en cada misión?
—Oye, ______ —oigo la voz de Naruto, pero no le presto atención.
Mi mente da muchas vueltas. Yo no quería esto, pero al ser la mente más brillante, creo que tomé el lugar de Sakura...
—¿______? —repite Naruto.
—Perdón, es que estaba pensando —me excuso.
—¡Estamos en el mismo equipo! —dice sonriente.
—Es verdad —le digo.
—¿No estás feliz? —me pregunta.
No sé qué responderle. Para mi suerte (por primera vez), escucho la voz del arrogante llamarme.
—______ —dice—, te veo luego, compañera.
Me sonríe y sale del salón. Me da un tic en el ojo solo con pensar que estaré en el mismo equipo que él.
—¡Es un maldito! —grita Naruto—. ¿Cómo se atreve a...? —comienza a decir, pero se detiene cuando nota que lo estoy mirando.
—¿A qué, Naruto? —le pregunto y él se sonroja.
—Nada —muestra una sonrisa nerviosa.
(...)
—¿Por qué tarda tanto? —se queja Naruto—. Todos ya conocieron a su sensei y nosotros aún no.
Entonces, lo único que cambió fue que tomé el lugar de Sakura en el equipo. Observo cómo Naruto coloca su broma, mientras que Sasuke le dice que no funcionará. Miro por la ventana mientras analizo todo lo que sucederá en la historia y en qué partes me tocará actuar.
Escucho la puerta abrirse y el borrador caer en la cabeza de alguien.
—Bien —escucho la voz de Kakashi—, mi primera impresión de ustedes es que son unos inmaduros.
Me alejo de la ventana y me acerco a mi equipo.
—Síganme —dice Kakashi.
Todos lo obedecemos y en el camino nadie dice nada. Llegamos a la entrada de un parque y nos sentamos en las escaleras.
—Hoy, solo nos presentaremos —anuncia Kakashi—. Comiencen.
Nadie dice nada porque no saben qué decir.
—¿Qué se supone que debemos de decir? —pregunta Sasuke en su típica posición de chico pensativo.
—Su nombre, lo que les gusta y disgusta, pasatiempos, sueños para el futuro... Cosas por el estilo.
—Hágalo usted para que nosotros sepamos qué decir —le digo.
Él suelta un suspiro y asiente.
—Mi nombre es Kakashi Hatake. ¿Lo que me gusta y disgusta? —me mira y niega con la cabeza levemente—. No tengo ganas de decirles eso... ¿Pasatiempos? Tengo muchos... ¿Sueños para el futuro? Jamás he pensado en eso —finaliza, y aunque ya me sabía su respuesta, me da un tic en el ojo—. Ahora, ¿quién inicia? —nos mira a todos—. A ver, tú, el chico serio.
Sasuke cierra los ojos y cuando los abre, comienza su discurso.
—Mi nombre es Sasuke Uchiha. Hay muchas cosas que me digustan y solo hay algo que me gusta...
Noto que me mira de reojo y me da un tic. Él sonríe arrogantemente.
—... Mi pasatiempo es entrenar para volverme más fuerte. Y no tengo un sueño, sino más bien un objetivo el cual cumpliré: voy a eliminar a una persona en específico.
Ruedo los ojos y Kakashi ignora el hecho de que Sasuke sea algo tétrico.
—Ahora tú, el rubio.
—Mi nombre es Naruto Uzumaki. Me gusta mucho el ramen y me encanta pasar tiempo viendo los diferentes tipos de ramen. Me disgusta —ve a Sasuke y lo fulmina con la mirada—... ¡Y mi sueño para el futuro es convertirme en el próximo Hokage, de veras!
Naruto muestra una gran sonrisa y Kakashi ignora su entusiasmo.
—Bien, ahora tú, la niña.
—Mi nombre es ______...
Dejo la palabra en el aire. Jamás me ha gustado mi apellido por el hecho de que es de alguien a quien odio.
—... Me gusta entrenar —continúo— y me disgusta que me subestimen. Mi pasatiempo es entrenar... ¿Y sueños para el futuro? Pues no he pensado en eso —río nerviosa.
—Bien. Mañana los veo en el campo de entrenamiento a las 5 de la mañana —dice Kakashi—. No tarden y no desayunen. Puede que vomiten.
«Sí, claro. Como si usted llegara temprano».
(...)
Al día siguiente, no me molesto en despertar temprano. Desayuno sabiendo de qué consiste el asunto de hoy. Me visto con mi ropa y me coloco la banda en la frente. Parto de mi casa con rumbo al campo de entrenamiento. A medio camino, me encuentro con Hinata.
—¡Hola, Hinata! —la saludo desde lejos.
—Ho-hola, ______.
—¿En qué equipo te tocó? No supe —explico.
La verdadera razón por la que le pregunto eso es porque quiero saber si cambié más la historia.
—Con Shino y Ki-Kiba —dice ruborizada.
«¿Se pone roja al pensar en su equipo? Espera un segundo... ¡¿Entonces ella no está enamorada de Naruto?!».
—¿Por qué estás roja? —pregunto algo feliz al pensar en mi suposición.
Sacudo mi cabeza. «¿Feliz porque Hinata no quiere a Naruto?».
Ella me mira y se sonroja aun más.
—¿Si te digo... no le dices a nadie? —me pregunta, tímida.
Asiento, impaciente.
—Cre-creo que me gusta... Kiba.
Su cara se pone roja como un tomate y se cubre con las manos.
«Hinata no está enamorada de Naruto... ¡Hinata no ama a Naruto!». Mi corazón salta feliz, pero muy en el fondo, me pregunto por qué. ¿Será que yo...?
—Debo irme —suelto, para evitar concluir con mi pensamiento—. No le diré a nadie, descuida.
Después de eso, salgo corriendo. Debo de hacer algo para aclarar mis dudas sobre lo que siento. Sí, es verdad que desde hace unos meses —incluso un año— que Naruto se comporta extraño conmigo; pero siempre me recordaba que él amaba a Sakura. ¿Pero mis sentimientos? Jamás he pensado en ellos. Solo dos veces en las cuales otras personas me dijeron algo al respecto: una con Sasuke, y otra con Iruka-sensei. Terminé ignorando la pequeña posibilidad de que...
Sin darme cuenta, choco contra alguien y caigo al suelo encima suyo. Tan metida estaba en mis pensamientos que no me di cuenta que cierto chico rubio estaba en frente de mí. Sus intensos ojos azules me miran sorprendidos y el color carmesí inunda sus mejillas.
Y lo que hace darme cuenta de lo que siento son los rápidos latidos de mi corazón al estar cerca suyo.
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Una Llama Congelada
FanfictionUn tonto. Un amargado. Un impuntual. Tres varones que eran mis personajes favoritos de una historieta. Los tres lograban que mis días tuvieran una pizca de felicidad. Pero, sin saber por qué, mis días no sólo se volvieron plenos de felicidad, sino q...