25. Orochimaru

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Me levanto torpemente al mismo tiempo que seco mis lágrimas. Debo de llegar a tiempo para evitar el sello. Y si obligatoriamente debe alguien de tener el sello, entonces, prefiero ser yo porque entre Naruto y Sasuke, aunque no se note, hay un lazo de amistad irrompible.

Salto por los árboles. «¿Estaré a tiempo? ¿Podré evitar el sello?». Sigo saltando hasta que, en frente de mí, aparecen Sasuke y Orochimaru (disfrazado de un ninja de la Hierba) en una gruesa rama de árbol. Me detengo y me oculto detrás del árbol en el que estoy. «¿Dónde está Naruto?». Lo busco con la mirada y lo encuentro en el suelo, inconsciente. «Es verdad, usó el chakra del Zorro para proteger a Sasuke; después, Orochimaru le colocó un sello y cortó su flujo de chakra, dejándolo inconsciente». Siento un dolor en el pecho. Él está malherido y no pude ayudarlo. En cambio, Sasuke...

Es demasiado tarde para pensar. Orochimaru alarga su cuello y se estira hacia Sasuke, quien está demasiado cansado para moverse. Salto de mi rama a la suya y en el aire saco un kunai y se lo lanzo a Orochimaru. No planeo lastimarlo, solo detenerlo. Y lo logro. Caigo en frente de Sasuke y tomo otro kunai. Me pongo en posición de defensa para proteger a Sasuke.

—¡______! —exclama Sasuke—. ¡Vete de aquí, es demasiado fuerte!

Orochimaru me mira detenidamente.

—No, Sasuke. No te dejaré solo.

El cuello de Orochimaru sigue con el mismo largo cuando vuelve a su cuerpo.

—Esos ojos —dice—... ¿Será que...?

No logro escuchar sus últimas palabras ya que su brazo también se alarga y me toma por el cuello, estrellándome contra otro árbol cercano.

—¡______! —grita Sasuke.

Veo cómo intenta levantarse, pero se cae por lo débil que está.

—¡Quédate ahí! —le ordeno.

Orochimaru alarga su cuello hasta mí y me observa.

—Sí, lo son —dice—. Los ojos de la Viajera.

«¿La... Viajera?».

—El mismo color púrpura... Entonces, tú debes ser el legado de la Viajera.

«¿Qué...?».

—No sé de qué hablas —escupo.

Me duele el cuello, por lo que intento no moverme.

—Claro que no —secunda mi afirmación—. Eras solo una bebé de cuatro meses cuando te dejó allá.

«¿"Allá"? ¿De qué rayos habla esta asquerosa serpiente?».

—Solo la conocí durante cinco años antes de irme... Pero fue lo suficiente para darme cuenta de su poder —sisea—. ¿Qué tan bueno sería... tener una seguidora del clan Umi?

«Otra vez ese clan... ¡Que alguien me explique qué está sucediendo!».

«Espera... ¿Dijo seguidora? ¿Acaso me dará el sello maldito?».

—¡Déjala ir! —grita Sasuke desde el aire.

Lo ataca con un kunai y Orochimaru se ve obligado a retroceder. Cuando caigo, sujeto mi dolorido cuello. Sasuke se posiciona en frente de mí.

—¿Estás bien? —me pregunta.

—Sí —respondo rápidamente.

Sasuke me echa una mirada rápida para confirma lo que le he respondido, pero solo ese tiempo es suficiente para que Orochimaru vuelva a estirar el cuello hacia Sasuke. Esta vez, no logro moverme rápido. Sasuke tiene el sello.

Orochimaru se aleja y Sasuke cae al suelo. Se sujeta el cuello por el dolor que emana de ahí. Me arrastro hacia él y lo tomo por los hombros, haciéndole saber que estoy con él.

—¡Sasuke, tranquilo! —suplico.

Él no dice nada, solo suelta gemidos de dolor.

—Pronto —dice Orochimaru— vendrá a mí en busca de poder... Y tú —se refiere a mí— no escaparás del sello.

—¡Maldito seas, bastardo! —le grito.

Quiero golpearlo y asesinarlo de una vez por todas, pero sé que no puedo. Sería inútil siquiera intentarlo. Además, debo quedarme con Sasuke.

Orochimaru comienza a desaparecer en el árbol. Cuando solo queda su cabeza, me mira.

—Espero verlos pronto, Uchiha y Hatake.

Dicho esto, desaparece.

«¿Hatake?». Busco a mi alrededor, aunque sé que es muy improbable. Pero no descarto la posibilidad. Sabiendo que Orochimaru está aquí, querrán intervenir; así que ruego que mi sensei esté cerca.

Pero no es así. Estoy sola, Naruto inconsciente y Sasuke agonizando.

«¡Sasuke!». Lo miro y se ha desmayado. «¿Qué hago?». Abandono en un rincón de mi mente las palabras de Orochimaru y me concentro en Sasuke y Naruto. Creo un clon de sombra y la mando por Naruto. Bajo del árbol con Sasuke sobre mi espalda. En el suelo, me encuentro con mi clon. Camino durante varios minutos hasta encontrar una cueva debajo de un árbol. Realmente no me importa si es la misma del anime o manga, solo necesito un lugar para descansar. Recuesto a los chicos en el suelo y creo otro clon. Mando a ambos a colocar trampas. Me quedo con Naruto y Sasuke y les coloco una toalla en la frente, eso les ayudará. Siento que recuerdos llegan a mí. Mis clones han desaparecido por completar su tarea. Ahora, es mi turno de completar la mía.

(...)

Tres días sin dormir es lo peor. Mis ojos están cerrándose involuntariamente, pero sé que si no los detengo, podría quedarme dormida y los del Sonido (que están entre los arbustos) podrían atacarnos. Soy la única que puede defender al equipo 7, así que debo permanecer alerta.

Paso mi mano por el cabello de Naruto, lo tiene un poco sucio. Reviso mi herida de la mano de cuando me encontré con los de la Arena. Está mejor y ya no sangra, pero sigue doliendo.

Deshago la coleta de mi cabello, ya me duele la cabeza por llevar sujeto el cabello mucho tiempo y fuertemente. Mi estómago ruge y mis párpados están cayendo. «¿Dormir cinco minutos será tan malo?».

Dejo caer mi cabeza y cierro los ojos. Me siento aliviada al tener la sensación de descansar después de haber estado despierta mucho tiempo.

Para mi mala suerte, esto no dura mucho. Escucho ruidos de los arbustos y me despierto. Me levanto y saco un kunai para defenderme, todo esto tambaleándome. De su escondite, salen los del Sonido: Dosu, Zaku y Kin. Esto ha comenzado.

Una Llama CongeladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora