14. ¿Aprobados?

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Siento mi cara arder y me levanto de golpe. Naruto hace lo mismo y se rasca la nuca de forma nerviosa. Sasuke nos mira seriamente.

—Llegas tarde, ______.

Miro a mi alrededor y, como esperaba, Kakashi aún no llega. No le tomo importancia al comentario de Sasuke y vuelvo a mirar a Naruto, ya calmada.

—Me quedé dormida —le digo.

—Creo que tienes algo en común con nuestro sensei —nota Naruto.

En eso, aparece Kakashi.

—Hola, chicos —saluda Kakashi alegremente—. Lamento llegar tarde, es que me encontré un gato negro y tuve que tomar el camino largo.

Sasuke se queda callado y Naruto le reprocha. Yo solo espero a que dé las instrucciones del ejercicio para terminar esto de una vez por todas.

—Bien —comienza a decir Kakashi—, su único objetivo es quitarme los cascabeles. El reloj está puesto para medio día. Si no logran cumplir esto, volverán a la Academia —dice severamente.

—Pero solo son dos cascabeles —digo, sin siquiera verlos porque ya sé cuántos son.

—Exacto, por lo menos, dos de ustedes aprobarán si logran quitármelos. El otro, regresará a la Academia. Esas son las reglas. Así que, ustedes tendrán que atacar con intenciones de matar.

—¡¿Qué?! ¡Pero si es injusto! —se queja Naruto.

—El tiempo comenzará...

No termina de decir nada Kakashi, porque Naruto se abalanza sobre él. Obviamente, Kakashi no tiene problema en tirarlo al suelo.

—No he dicho que ya —lo regaña.

Deja que se aleje y vuelve a mi lado. Todos nos ponemos en posición para cuando inicie el ejercicio.

—Inicia —dice Kakashi—... ya.

Sasuke corre a esconderse y yo tomo a Naruto del brazo. Llego hasta los arbustos y lo tiro al suelo.

—¿Por qué haces eso? —me reprocha.

—Sé que te ibas a quedar ahí a enfrentarlo —le digo en un susurro—. No seas un tonto y piensa: él es un jounin y tú, un genin. No tienes posibilidades de ganarle en una batalla de uno contra uno.

—¿Entonces, qué? —levanta una ceja, pidiendo más información.

—Ayúdame a encontrar a Sasuke. Tengo un plan.

Él rueda los ojos y difícilmente, acepta. Caminamos sigilosamente por el bosque, sin perder de vista la dirección de donde se encuentra Kakashi. Tardamos poco en encontrar a Sasuke.

—Oye, arrogante —digo y se sobresalta.

—¿Qué hacen aquí? —nos dice.

—Ven —le hago una seña con la mano para que se acerque—, tengo un plan y te necesito.

Sasuke sonríe engreído y Naruto me mira. Me doy cuenta que he elegido mal mis palabras.

—Idiotas —los insulto y me alejo un poco.

Ellos me siguen y en tierra plana comienzo a dibujar un bosquejo de mi plan.

—Escuchen —comienzo a explicar—, él es un jounin y nosotros, genin. Si lo enfrentamos uno contra uno, perderemos obviamente. Pero si nuestro número aumenta, puede que lo venzamos. Así que, este ejercicio, es uno donde se debe trabajar en equipo.

Les explico mi plan y los dos escuchan con atención. Cuando ya está decidido, todos nos colocamos en posición. Entonces, inicia el plan. Naruto sale de su escondite y enfrenta a Kakashi uno contra uno. Cuando nuestro sensei derrota a Naruto, detrás de él aparecen dos clones. Les da una patada y ambos se esfuman. Entre el humo, aparece Sasuke y Kakashi se ve expuesto. Cuando lo intenta atacar, usa la técnica de sustitución y Sasuke cae sobre Naruto. Luego, aparece Kakashi del árbol. Cuando se para en frente de ellos, Sasuke corre a atacarlo por el lado izquierdo, mientras que Naruto por el derecho. Me doy cuenta que Kakashi solo tiene como opción saltar, así que corro hasta el árbol de donde salió Kakashi segundos atrás. Subo y espero. Cuando Naruto y Sasuke llegan a Kakashi con intenciones de atacar, éste último salta. Entonces, llega mi turno. Salgo del árbol y, como Kakashi está en el aire esquivando a mis compañeros, logro caer en su cabeza.

—¿Pero, qué...? —se pregunta al sentir mi peso sobre sus hombros.

Me mira con el ojo abierto, y yo, sin pensar en lo que hago, tiro de su cabello hacia atrás aún cuando estamos en el aire. Caemos desde gran altura y me quedo sin aire al estrellarme contra el suelo. Sasuke no pierde el tiempo y corre a quitarle los cascabeles mientras intento sujetar a Kakashi con fuerza. El resultado es un éxito.

—¡Lo logramos! —grita Naruto, corriendo hacia nosotros.

Suelto a Kakashi y me arrodillo, intentando obtener aire.

—Me sorprenden, chicos —dice Kakashi, una vez de pie—. ¿Cómo se te ocurrió tirar de mi cabello? —me pregunta.

Me encojo de hombros, incapaz de responder. Que un hombre de 70 kilos caiga sobre una niña de la mitad de ese peso es algo horrible.

—¿Uh? ¿Estás bien, ______? —se preocupa Naruto al ver mi estado.

Asiento repetidas ocasiones. Y todos me miran preocupados, inclusive el inexpresivo de Sasuke.

—¿No te lastimé? —me pregunta Kakashi.

—Estoy... bien —digo al fin.

Kakashi suspira aliviado y Naruto me ayuda a levantarme. Coloca un brazo mío encima de sus hombros.

—Bien, ganamos —dice Sasuke.

—No, aún no —contrarresta mi sensei—. Son dos cascabeles los que tienen ahí y ustedes son tres.

Nos miramos entre nosotros.

—¿Está diciendo que uno de nosotros no pasará la prueba? —la incredulidad en la pregunta de Naruto es palpable.

—Exacto, esas son las reglas. ¿Qué harán? —nos pregunta.

«Entonces... ¿esto también cambia? ¿Ahora, realmente, uno de nosotros se quedará atrás?».

—Está bien —digo—. Sasuke y Naruto pasarán esta prueba.

Todos me miran, asombrados de lo que digo.

—¿Qué? —dice Naruto, incrédulo.

—Escuchaste bien, Naruto —le digo mirándolo—. Tú y Sasuke tienen metas en la vida; en cambio, yo... no tengo nada en mente.

Sasuke me mira, ahora él comparte el asombro de Naruto. Mi mejor amigo baja la cabeza.

—Puedo esperar, de veras...

—No —me interrumpe Naruto—. Gracias a ti llegamos a esto —dice mirándome—. Si no fuera por tu plan, ni siquiera nos hubiéramos acercado a los cascabeles. Si te quedas atrás, me quedaré contigo para ayudarte a seguir.

—Pero Naruto, tú querías ser... —protesto, pero vuelve a interrumpirme.

—Cumpliré mi sueño al mismo tiempo que tú cumplas el tuyo.

Me sonrojo por su fidelidad. En eso, veo cómo Sasuke lanza los cascabeles a Kakashi.

—Es verdad que ______ fue el cerebro de todo esto —admite—. Me vendría bien aprender algo de su ingenio. Así que sin ella, no podré avanzar con la rapidez que espero.

Todos guardamos silencio.

—Así que —dice Kakashi, mirándonos fijamente con su ojo—..., ¿los tres renuncian solo porque pueden perder a alguien de su equipo? —pregunta. Mis compañeros asienten—. Pues... están aprobados.

Naruto y Sasuke abren los ojos como platos. Yo no evito sorprenderme un poco. Por un momento pensé que alguien tendría que regresar a la Academia, pero no fue así. Hemos aprobado, nos hemos convertido en unos verdaderos genin.

Una Llama CongeladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora