4. Un claro sonido vívido

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Pov Maica

— No entiendo cómo puedo estar aquí al final, me lías demasiado.

Reí varias veces, sonriendo con picardía.

Sasuke no hizo más que mirarme con el ceño fruncido, pero yo simplemente le di unos cuantos golpes en su espalda como respuesta.

— Eso es porque tengo un don —Manifesté con gracia—. En el fondo me amas, y aunque te haya arrastrado hasta aquí, te lo pasarás bien conmigo. Ya lo verás.

— Pero me envuelves en tus asuntos— Refunfuñó— ¿No querías estar con tu amiga ahora que ha venido?

— ¡Claro que sí, es por eso que estoy haciéndolo! —Exclamé— Lo hago por ella, deja de poner excusas, amor mío. ¡Estás aquí también porque eres el único que puede llevarme hacia esa mujer!

Acercándose a mí y mirándome con esa cara seria que tenía, instintivamente hice cara de pena para librarme de lo que fuese a hacerme,  pero él siguió su objetivo.

Que probablemente era hacerme pequeñita con su mirada.

— Yo no quería dejar a mi novia sola...Ya sabes, quién sabe lo que esos chicos hormonados puedan hacerle— Dije—. Aunque yo puedo llegar a ser peor para ella...

— ¿Y por eso habéis estado tan raras las dos últimamente, no es así?—Ironizó, alzando una ceja. Asentí con vehemencia, sonriente— Ajá...

Después de aquello seguimos el camino, tras mirarme él una última vez con algo de sospecha. 

Bueno, creo que ambas hemos estado pensativas o en nuestro mundo por diferentes motivos...Y, ahora, Ali al fin está con Madara. 

No iba a negar que me era algo preocupante su relación; Básicamente, habían sido enemigos desde el principio y ahora mantenían una estrecha e inusual conexión entre ambos. Siempre lo había visto, la forma en la que se miraban y el ambiente que había cuando estaban los dos en una misma sala... 

Estaba más que segura que habrían complicaciones entre esos dos, pero también tenía la esperanza de que, en cierta manera, lo sobrepasaran. 

Supongo que ella lo sabía desde el principio, cuando se enamoró de él...

— Como no dejes de mirar al suelo te darás contra un árbol—Le escuché decir, sin ni siquiera girarse. Cuando alcé mi vista, fue entonces cuando me miró—. No sé en lo que piensas, pero eres tú la que tiene prisa. Vamos, que tenemos que llegar. 

Refunfuñé, con los mofletes hinchados.

— Estaba pensando en lo difícil que es el amor...—Murmuré, como una niña pequeña— En problemas amorosos, pero no míos, tranquilo...— Dije con dulzura— . Tú eres el único para mí, ¡No he tenido a nadie más tan romántico! 

Sasuke me contempló en silencio un buen rato, analizándome de arriba a abajo con una expresión seria en la que después, dirigió hacia adelante.

— Pues a mí no me parecía que ese tal Hidan fuese sólo un compañero para ti. 

Me llevé mi mano a la boca, sorprendida.

Komo lo zupo.

Me quedé un poco sin habla, y giré mi rostro para otro lado. 

No, la realidad era que no había sido sólo un compañero para mí. Pero ahora había cambiado. Prefería al emo, siempre y cuando no me declarase su amor con un chidori en el corazón. 

Supuse que el Uchiha se volvió a girar hacia mí al oír que no hablaba, y en cuanto puse mi mirada en él, pude ver un poco de incomodidad al ver mi rostro. 

Única esperanza | Segunda temporada de Mundo Deseado |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora