Única esperanza | Segunda temporada de Mundo Deseado |

20. Clan Uzumaki

...

Antes que nadie dijera nada, e incluso pronunciasen una mera sílaba, el silencio reinó a lo máximo. 

Cada uno estaba en guardia, pensativos y a la espera. 

Bien que habían decidido hablar y aclarar las cosas, pero era un primer paso bastante complicado por hacer. 

Pero había alguien que, quitando el hecho de su molestia y desconfianza hacia cierta persona, quería y deseaba saber más de sus razones.

— ¿De qué os conocéis Ero-sennin y tú?— Preguntó Naruto. 

El albino de cabello largo suspiró, rascándose la nuca. 

— Es una historia bastante larga de contar... 

— Quiero saberla— Exigió. 

— Está bien— Respondió el pelirrojo, asintiendo sin problemas—. Te la contaremos. 

— También quiero saber por qué estáis haciendo lo que hacéis— Expuso, serio y con el ceño fruncido. 

Alice observó en silencio al rubio, apoyada en la pared que había en uno de sus lados. Estaba fría y se notaba incluso a través de su capa, pero le daba igual. Estaba más que concentrada en escuchar la conversación entre ellos dos. 

Al fin el clan Uzumaki se había reunido, aunque todavía faltaba cierta pelirroja. 

Aun así, le sorprendía cómo cada vez que las cosas le importaban al de ojos azules, era más que capaz de ponerse serio y hablar como tal. 

Le gustaba ver esa faceta de él. 

Verla como un personaje de dos dimensiones era ya algo que le gustaba, y verlo totalmente en directo, era más que diferente. 

Se notaba cómo era capaz de todo lo que se propusiera. 

— Entonces, escucha atentamente— Comentó el del rinnegan, entornando los ojos—. Cómo conocí a Jiraiya-sensei y lo que ocurrió después, tiene mucho que ver con la razón de nuestra creación de Akatsuki. Dejaré que veas nuestro dolor.

— ¿Estás seguro de esto, Nagato...?— Preguntó Konan, algo preocupada. 

— Quiero saber su respuesta— Expuso.

Ella volvió a quedarse en silencio, sin mencionar nada más. No estaba del todo segura de que hablar fuese a arreglar algo, pero dejaría que él hiciera lo que tenía que hacer. 

Mientras tanto, Naruto seguía con su mirada fija en él, a la espera de que hablase y escuchase con sus propios oídos la verdad. 

— Dos momentos definen mi gran dolor...— Murmuró— Uno de ellos, es la muerte de mis padres...El otro, la muerte de nuestro amigo Yahiko. 

Y el Uzumaki comenzó a explicar todo a su paso, bajo la atenta mirada de cada uno de ellos. 

Los hermanos sabían perfectamente aquella historia, pero no dejaban de sentirse algo cohibidos cada vez que se la imaginaban una y otra vez. 

Realmente, había sido difícil y dolorosa. 

El rubio de la profecía no movía ni un músculo, simplemente se quedaba frente al aparato donde el de esos ojos se quedaba. La expresión tan seria que él mantenía indicaba que escuchaba cada palabra que decía, de inicio a fin. Sin embargo...

También se le veía algo de sospecha en su forma de observarle, pero seguía dejando que terminase. 

Había decidido escucharle y depositar aunque fuese un poco de confianza en él, y así lo haría hasta escuchar la historia al completo.