53. Clonación.

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Ya sabéis, cuando veais este simbolito "#" le dais al play :)


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— Le diré a Yukine que le mandas saludos— Expuso la de la trenza. Naruto sonrió—. Gracias por hacer tanto por él... 

— ¡Pues es obvio que lo haría!

— Eres tan mono, Naruto...— Balbuceó Misaki, casi llorando. El susodicho se ruborizó un poco, aunque estaba más confundido que tímido.

El rubio rió, para después posar la mirada en el águila de arcilla donde sus dos amigos las esperaban. 

Suspiró.

— Ellos...

Comenzaron a escuchar la voz del Uzumaki más lejana al presenciar un leve ruido en su cabeza.

Se mirarón mutuamente, sin creer lo que era.

Pein las estaba hablando; Era Nagato, que les estaba enviando un mensaje de advertencia.

— ¡Eooooo!— Exclamó el Jinchuriki, haciendo todo tipo de poses para que ellas reaccionaran— ¡Hola, eh!

— Yuki...— Murmuró la risueña. 

La nombrada asintió, severa.

La azabache se giró a mirar a los artistas, sólo para percatarse de que éstos también la miraban para asegurarle de que lo que habían escuchado, era real.

Había pasado algo en la base.

— ¿Ocurre algo?

Con más seriedad, la de negro agarró a su zorro y miró al Uzumaki.

— Tenemos que irnos ya— Espetó. Al ver su gesto, el otro asintió—. Os enviaré una carta a ti y a Kakashi, ¿Vale?

— Está bien...— Susurró.

—¡Lo siento, de verdad!— Exclamó la de lava. Haciendo un mohín, hizo extraños movimientos con las manos— ¡Nos volveremos a ver!

Adelantándose, Alice les dio la espalda para marcharse hacia la creación de su amigo. Cuando se giró levemente al escuchar la voz del rubio.

— La próxima vez que nos veamos probablemente sea en el campo de batalla, por eso...

Suspiró.

— Misa, yo también quiero quedarme con él— Dijo, ya sentada al lado de su pelirrojo—. Pero tenemos que irnos.

— Es la primera vez después de mucho tiempo que el líder nos habla, así que puede ser importante— Apremió Deidara. La salmón asintió repetidas veces.

Y después de sonreírle al jinchuriki, salió corriendo para volver a la organización.

Naruto observó alzarse y volar hasta marcharse, con los ojos entrecerrados por la preocupación y la pesadumbre.

Esperaba que todo fuera bien para ellas.

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Leo movió su hombro, angustiado y aburrido.

Permanecer tanto tiempo en una base le molestaba, quería hacer algo. Y que su hermana se encargase de todo mientras él estaba recuperándose le incordiaba todavía más.

Única esperanza | Segunda temporada de Mundo Deseado |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora